jueves, 21 de mayo de 2015

INVECTIVAS ELECTORALES.

    Al discurso o escrito acre y violento contra alguien o algo se le llama invectiva. El clima creado  por un constante uso de invectivas se le califica de ambiente hostil. Doña Esperanza y doña Manuela Carmena, candidatas ambas a la Alcaldía de Madrid, se las dieron a diestro y siniestro haciendo uso de invectivas a las que solo faltaba, como remate, un buen  tirón de pelos.
    No hay duda de que el espectáculo tiene su morbo, pero bien mirado es bochornoso, porque una cosa es un debate cargado de ironía y otra muy distinta la coz dialéctica del todo vale.
    Aquí, en España, todos presumen de demócratas,  olvidando que una  cosa es el disenso (no ajustarse al sentimiento o al parecer de alguien) otra el debate o discusión sin faltar al respeto personal y otra muy distinta andar a la greña.
    La democracia es útil a los pueblos si es constructiva, como sucede en cualquier reunión de vecinos cuando; pese a discrepar en asuntos mil, son capaces de aunar esfuerzos para acabar con las goteras. España está llena de goteras y, nuestros políticos, en vez de reconocerlas, unirse y  acopiar ideas para taponarlas, están todo el día metiendo el dedo para -con el  pretexto de mostrarlas- aumentar su tamaño para beneficio de nadie.
   Cuando la democracia no es constructiva, pasa a ser memocracia, en la que caen hasta los  padres de la patria; un mal ejemplo, en muchas ocasiones para las gentes de la calle que, gracias a Dios, les hace poco caso.
   Esperemos que doña Esperanza y doña Manuela Carmena hagan las paces, para su propio bien y en bien todos. Al fin, tendrán que convivir en las cámaras municipales y no es bueno para la salud de nadie hostigarse con invectivas.
   







No hay comentarios:

Publicar un comentario