martes, 20 de junio de 2017

GRAVES Y VIEJOS PROBLEMAS

     Graves y viejos problemas que no excluyen a otros de inferior rango. Dos graves problemas gestados  durante décadas, con acelerada activación desde que se implantó la democracia. Así es España.
     Uno de estos problemas nos remite a la malformación de su unidad a lo largo de su historia. El otro, a las diferencias socio-económicas entre las tierras, los pueblos y las gentes de España; diferencias que siempre existieron, no fueron corregidas a tiempo o lo fueron sólo en parte.
      España, atentamente observada,-según alguien ya dijera -  es un archipiélago, con una particularidad: en vez de estar separada cada isla de las otras por canales de agua de fácil navegación, están cercadas por agrestes montañas. La comunicación era y es difícil y por añadidura costosa.
      La desigualdad manifiesta, la riqueza y la pobreza mal distribuidas, la economía de subsistencia en su mayor parte, los idiomas diversos, el analfabetismo generalizado y otras circunstancias adversas, acarrearon el retraso de estas tierras peninsulares. El retraso que pagan los países y  sus paisanos.
       Pudieron existir y existieron unas minorías excelsas pero, como sucede en toda tierra de garbanzos  -también en nuestros días- cada perro se lame  sus heridas.
       En 1840, recién salidos de la primera carlistada,  tuvieron nuestros antepasados el acierto de hacer un  recuento estadístico sobre el analfabetismo de  España, provincia tras provincia. Álava -la mejor clasificada- tenía  un 41% de población  analfabeta. Vizcaya y Guipúzcoa andaban con el 60%. La media española se acercaba al 80 %
       Esta forma de ser y estar en la ignorancia no impedía que existiera una superioridad de castas regionales que, unidas a un desarrollo económico-social desequilibrado y en gran parte pobre , han sido y son la causa de muchas de nuestras guerras y otras desgracias que aún padecemos.
       Es de esperar que estas diferencias se arreglen con el paso del tiempo y con muy buenas escuelas para padres y para hijos. Empezando por una mayoría de padres, y sé lo que estoy diciendo.
       Sea lo que fuere, la España llena de políticos de tres al cuarto -como tantas veces- sigue queriendo arreglar la casa por el tejado cuando lo que falla son los cimientos.
       ¡Adiós! Hasta la vista.

   



lunes, 19 de junio de 2017

EL SOCIALISMO INTERNACIONAL.

     Siempre la pobreza estuvo sometida al servicio de la riqueza, Esto daba lugar a que las diferencias clasistas llegaran a extremos inconcebibles. Las clases sociales se agrupaban en función de ese clasismo, con criterios que posibilitaran la supervivencia. Pocos ricos pero jerarquizados y michos pobres masificados. Amos y esclavos
      Entre las doctrinas más divulgadas en nuestro entorno continental,  surgió el cristianismo, claramente inclinado a la defensa de los pobres poniendo su acento en el amor al prójimo  y en el premio igualitario que alcanzaríamos en el cielo: fraternidad e igualdad. Pero  no desaparecieron los ricos que abusaban de los pobres, incluso entre cristianos.
      La Revolución francesa  acuñó el lema: libertad, igualdad, fraternidad, y aplicó  correctivos sangrientos para imponer la ciudadanía y  acortar distancias entre derechos y obligaciones con este resultado: la prole de los pueblos siguió empobrecida;  las jerarquías de los ricos, embravecidas.
     Entonces surge el socialismo, al que si algo le caracteriza y distingue es su internacionalidad, La riqueza  y la pobreza son universales; el socialismo ha de serlo para abordar con éxito los  intentos redentoristas de una sociedad empobrecida y esclava extendida por todo el orbe. De ahí la institucionalización del socialismo internacional. La réplica vino con el nacional-fascismo de Mussolini,  el nacional socialismo de Hitler y otros imitadores. Y siguieron existiendo pobres y ricos y como consecuencia millones de muertos.
       Solo  quería decir que los socialistas españoles están  consiguiendo institucionalizar el Socialismo Plurinacional, en cuyo fuero interno se encierra que las regiones ricas sean más ricas y las pobres  más pobres.
        ¡Vaya progreso en perspectiva! Hemos inventado el  regional-socialismo.

sábado, 17 de junio de 2017

CUANDO HABLABAN LAS PISTOLAS

      Como puede suponerse, por principio,  todos los sucesos violentos y también los bélicos, registrados a lo largo de la historia, son  condenables. Con más razón aún,  aquellos que hicieron víctimas  en la retaguardia entre gentes inocentes e indefensas.
     No me  refiero a una guerra en  particular. Sucede en  todas.  Y según sea el sentimiento de aquellos que las cuentan, las canalladas de unos pasan al pabellón del olvido o se muestran con orgullo, cuando no se ensalzan como gestas heroicas; en cambio las del enemigo se vituperan por endemoniadas o poco menos.  Y así se cuentan los crímenes con cargo a gentes de la derecha, con total olvido de los imputables  a las izquierdas y viceversa.
     Esto  sucedió en España en ambos bandos en la última guerra civil. Quien quiera buscar culpables, no  puede condenar a unos y glorificar a otros con elementales prejuicios revanchistas. Los episodios desgraciados e inhumanos, los odios,  se desmadraron en ambas zonas. No hay una regla que nos permita dimensionar la  importancia de unos respecto al alcance  de los otros.
     Pero esto  aparte, de los que nadie habla, o se les cita en  contadas ocasiones, es de aquellos que enfrentados a los asesinos del bando que fuere,  ponían en  riesgo sus vidas, por salvar de la barbarie a personas inocentes a punto de ser ejecutados  sin miramientos. Y nadie da pruebas de gratitud, por estos gestos  que no fueron divulgados, salvo en  raras ocasiones.
      Cuando se producen entre políticos los enfrentamientos verbales cargados veneno, el observador neutral, aunque no por ello despistado, deduce: así se crea el ambiente hostil, que se sabe dónde empieza pero nunca  cómo acaba.
       Por eso hay amistades que matan y adversarios salvavidas.

viernes, 16 de junio de 2017

LA PRIMAVERA DEL CAMBIO

     Al termino de todo combate, aunque sea dialéctico, los espectadores terminan por preguntarse: ¿quién ha ganado? Hay respuestas para todos los gustos. En realidad, pocos ganan y muchos pierden; es lo que  ha sucedido tras la moción  de censura  al Gobierno del PP.
    ¿Quién ha ganado? A todas luces  el PSOE. ¿Y PODEMOS? ¿Y los separatistas catalanes? ¿Y CIUDADANOS? No se sabe. Depende de cómo muevan sus peones. ¿Y el PP? Es otra incógnita.
    Lo que puede advertirse que es que nunca partido político alguno ha congregado  contra si mismo, tantas y tan diversas denuncias sujetas a  un  denominador común: la rapacidad indecente de un gran número de sus militantes. Hasta el punto de contaminar el medio.
      ¿Se presiente otra moción de censura  a cargo del PSOE? No contesto, pero está dentro de lo posible. Lo malo es que se acerca el 1º de octubre, día del referéndum separatista catalán y es mucho trago para una españolidad cansada de urnas y  de votos que complican la vida de las gentes en lugar de resolver sus problemas.
      Se barrunta un cambio y -como suele suceder- o lo das o te lo dan.  Y todo nos sucede en los días finales de una primavera caliente poco favorable para una lucidez mental.
      Eramos pocos...

   

jueves, 15 de junio de 2017

LO PÚBLICO Y LO PRIVADO

          De mis recuerdos de juventud hay uno muy llamativo: la política estaba  cargada de valores religiosos, en sentido positivo o negativo.  Solo unos  pocos personajes se situaban en una franja neutral. La sociedad estaba divida en creyentes, no  creyentes y   partidarios, unos pocos, de la indiferencia religiosa.
          La guerra civil española del 36, derivó en  un enfrentamiento sacro. El clero, muy castigado durante la II República, fue perseguido con saña en  un bando y -salvo excepciones- tratado muy dignamente en el otro.
          De aquella realidad, no queda ni huella. O la Iglesia ha cambiado mucho o los políticos han materializado sus creencias. En nuestros días, pintan oros.  Todo se ha de resolver en la palestra económica. Por esta razón el electorado, siguiendo las consignas de sus jerarcas, se dividen  en dos grupos: los que han puesto su fe en el sector público, y los que lo fían todo al sector privado.
          La diferencia está no tanto en la doctrina, que podría conciliarse, como en las jerarquías atrincheradas en sus cargos. Los llamados a dirigirnos por la intrincada selva de la política, defienden sus respectivas tesis con fervor, pero en el fondo de sus creencias está su yo económico, su poltrona.
          ¡Y así nos va!
          Lo público a rajatabla, tiene una tendencia: la de aumentar el número de los nominados, para vivir adheridos  a la vaca nutricia del Estado. Lo privado  a su manera, tiene otra: tratar de ser proveedores del Estado con derecho a mordida y carta de naturaleza en un paraíso fiscal.
         Tal vez a las gentes de hoy les vendría bien la lectura del Kempis.
         ¿Pero quién se acuerda del librito?
     
       
         

miércoles, 14 de junio de 2017

MOTIVACIONES PATRIÓTICAS

     Vivimos días, meses y años cargados de presiones político-patrióticas, entreveradas con exigencias político-éticas imprescindibles. Y menos mal: en medio de esta resaca, la ciudadanía se mantiene en marcha dentro de unos términos pacíficos, -aunque hoscos- propios de un  pueblo escarmentado. La Historia está llena de casos  con diferencias políticas que se saldaron en otros tiempos a tiro limpio. Casos no comparables con la situación que hoy se vive en España.   Pero... el diablo las carga, pese a que casi todos tienden a refrenarse.
      Lo curioso es que los observadores de la evolución cívica de los pueblos, en nuestro caso de España,  suelen anotar los pros y las contras de las demandas sociales por un lado y  de los movimientos secesionistas por otro.  En medio de un ambiente económico confuso todo va bien; pero la clase media española se empobrece y empequeñece  tras oleadas de emigrantes que ni se integran, ni viven aquí: su espíritu sigue allí, en su patria de origen de la que huyen. Y de la clase baja, más pobre, no digamos.
      Para completar el panorama hispánico, un conglomerado de políticos (ellos y ellas), padres y madres de la Patria, se reúnen periódicamente para insultarse a voz en  grito, exteriorizar  sus afanes, odios y quejas y conseguir que todo siga igual; es decir, peor:  porque en vez de reflexionar a media voz, estudiar y resolver  conjunta y solidariamente los problemas que nos aquejan,  se tiran a degüello para ver quien termina mordiendo polvo. Los problemas se mantienen como estaban,  cuando no empeoran.
      Es mi croniquilla de un fracaso anunciado que pagamos entre todos.





     
   

martes, 13 de junio de 2017

LA ESPAÑA AUTORITARIA DEL FUTBOLISTA.

      Autoritario es aquel que abusa del poder para imponer su criterio. Afirmar que el actual Gobierno de España, en sus relaciones con los separatistas catalanes, abusa del poder,  que no puede ser otro que el otorgado por la Constitución, es una necedad impropia de una persona enterada. (Necedad equivale a poca inteligencia, en este caso política).
      Hay dos momentos en la historia reciente de Cataluña -al proclamarse la República y con ocasión de los sucesos de octubre de 1934- en los que influyentes catalanes de turno se sintieron tentados por sus afanes independentistas. Los Gobiernos respectivos de España se valieron de la fuerza militar para reprimir a los que quisieron estrenarse con una Cataluña separada de España. Eso era autoritarismo a secas.
      La democracia republicana no tuvo reparos en manifestar su poder y ejercerlo con dureza. Al revés: Los Gobiernos que se han sucedido desde la instauración democrática, en  lo que respecta a Cataluña, no han hecho otra cosa que moderarse, que ceder, con riesgo de dar una trato injusto a las demás regiones de España que contemplan, con  pasividad,  las discriminaciones de hecho que se detectan en el ejercicio diario del poder autonómico.
      Claro está que si el poder mediático de los españoles -la prensa, la radio, la televisión, los amos de las comunicaciones informáticas- llegara a inclinarse en defensa de la igualdad  auténtica de las regiones, se armaría la de Dios es Cristo que decían nuestros antepasados.  
      No sé por qué, pero presiento que de seguir así las cosas, alguien, un día, considerará llegada la hora de cortar en seco ciertos desmanes. Sería la crónica de una rebelión no anunciada.
      Conste que no la deseo.

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lunes, 12 de junio de 2017

EL DINERO Y SUS DESDICHAS.

     Para hablar del dinero y su destino, hay que conocer primero su procedencia. Normalmente, los particulares (éste, ése y áquel del pueblo llano) saben de dónde  vienen sus ingresos,  lo que cuesta ganárselos y cuál va a ser su destino. Por eso, la mayoría es comedida a la hora del gasto y -pese a lo que puedan pensar los políticos-  el sacrificio que mas duele  a cada contribuyente es el aflojar la cartera  para pagar impuestos.
     ¿Por qué? Es muy sencillo. Porque los "paganos" lo  sudan y entregan con dolor. Los otros, los receptores del dinero,  no reparan en esos sacrificios y nada  les resulta más satisfactorio que ver cómo se llenan las arcas públicas  a paletadas, gracias al sufrimiento ajeno .
     Como en la vida real y para más escarnio dos grandes sectores se ven libres de esta carga: los débiles y los poderosos. Los primeros porque no pueden; los segundos, porque no quieren. Los primeros, se cuelan por el entramado de la red y los segundos la rompen.
      Pongámonos en el supuesto de alguien decidido a crear una nueva empresa. Este alguien suele prever, primero los pros, los aspectos positivos  del negocio. Luego imagina los contras. Tarea esta última, de muy difícil imaginación. Son tantos los recovecos de las leyes, tantas las dificultades a superar, tantos los riesgos a correr, que la mayoría piensa:  no me siento con  fuerzas; otras vez será.
      Los más capaces y decididos a la par que osados, suelen examinar el devenir de las naciones y pueblos. Y constatan que los hay dispuestos a dar facilidades: los llaman paraísos fiscales.
      Los menos ricos, la llamada clase media, no pueden soñar con superar las barreras de una zona paradisíaca. Los ricos -finos de olfato- que olieron a tiempo la tostada, ya están dentro. Y  podrán pasarlos pobres, siempre se plieguen a vivir en  condición de siervos.
      No es noticia. Pero de vez en cuando hay que constatar  la realidad. No es que existan paraísos -que haberlos "haylos- . Es que sobran infiernos que invitan al mortal consciente y desanimado, al dulce no hacer nada.

sábado, 10 de junio de 2017

PROBLEMAS DE JUVENTUD

     La costumbre tan española de quererlo todo para luego conformase con  poco, es tan  perniciosa como regresiva. Los innumerables jóvenes que eligen la Universidad para labrar su futuro dan un indice de fracasos tan  alto,  que nos llevan a esa conclusión: muchos son los llamados y pocos los elegidos.
     Hay, tal vez, demasiados centros de enseñanza superior donde antes hubo tan pocos. La abundancia es buena, pero costosa. ¿Y quién paga este capítulo de gastos? Normalmente la sufrida masa de contribuyentes de medio pelo.
     ¿Por donde va la política? Por fomentar el gasto para satisfacer a los más necesitados. Pero, como todo tiene un límite, si se rompe el equilibrio el invento cae por su propio peso. Y la caída a quien más perjudica es a los más necesitados.
      Porque verán: la medicina, en muchos casos es peor que la enfermedad; pero aunque así no fuera -los remedios de verdad suelen ser caros-  tienen el inconveniente de que llegan para muy pocos. Nunca tuvimos tantos universitarios. Si luego no hay puestos de trabajo para ellos, tienen que emigrar.
      A España le sobran, hoy por hoy,  universitarios, como le sobran políticos y comunidades autónomas.  No contentos con todo esto, incapaces de forjar un nación donde se viva con cierta holgura, los que medran son los que quieren dividirla en taifas, con lo caro que resulta mantener el protocolo.
      Siempre insatisfechos ponemos la confianza en el primero que llega o en el último que nunca se marcha.
      ¡Problemas de juventud! Los cura el tiempo.

viernes, 9 de junio de 2017

LOS SEPARATISMOS EN CRISIS

     Los viejos imperios suelen pasar por fases bien  distintas: una, creciente, poderosa, hegemónica; otra, decadente, debilitada, sin norte.
     Por su proximidad  geográfica me acuerdo de Roma, de la España de los Austrias, del imperio de la Gran Bretaña. ... Todos  con su inmenso alcancer, sus triunfos, su expansión, sus dominios a cuestas, terminan  por desgajarse, por romper  aquella unidad que les dió poderío, por asumir los efectos de la caída ... Cito esos tres casos, pero la historia se repite desde remotos tiempos.
     Cada imperio con sus características, sus tesis, su argumentario, su política, sus riquezas y, todos, explotando a  los mas débiles hasta que se inicia la caída y aparecen las diatribas, las peleas entre vecinos y familias, la lucha armada, el cansancio, la muerte.
     Roma cedió ante los bárbaros, España ante una generación de criollos republicanos, la Gran Bretaña ante una reacción doctrinal que empezó con el lema de "América para los americanos". Y al fin, desmoralizados hasta llevar sus desengaños a rastras y terminar  por enzarzarse en peleas domésticas, por tirarse de los pelos en cada casa. Es el caso de España; ahora del Reino  Unido de la Gran Bretaña. Fue el caso de Roma.
     Y sin embargo, los separatismos están en crisis. Es paradójico: quieren irse de la Patria de su antepasados para unirse a la patria Europea en construcción. Es el caso de Cataluña, de Escocia y de otros pueblos hoy a la espera.
.     Es la mejor prueba de que los separatismos están en crisis.







jueves, 8 de junio de 2017

EL CRECIMIENTO DE LAS NACIONES

     Las informaciones que llegan de otras latitudes indican que China (un millón (1.350.000 habitantes) está empeñada en impulsar la enseñanza  superior entre las nuevas generaciones de su ciudadanía, con el claro propósito de ponerse a la cabeza de las grandes naciones del mundo.
     Según parece, sus propósitos -dominar el futuro- cuentan con la respuesta favorable de sus gentes. Es una iniciativa propia de un gran imperio. No es de extrañar que en los EE.UU de Norte América miren con más  atención hacia China que hacia Europa.
     La Unión Europea, dividida en veintisiete naciones, (cerca de 500 millones de habitantes) inmersa pese a todo en sus deseos de que vivamos a su amparo una imperfecta democracia (pero al fin una vida potable), tiene en su ideario un objetivo parecido: avanzar por la vía del conocimiento. Pero hablamos tantos y tan distintos idiomas, que, por  fuerza, tal circunstancia perjudica el progreso de sus pueblos.
      La agrupación de gentes en grandes naciones, es la respuesta que sigue a un globalización impuesta por el acortamiento de distancias. Los EE.UU. fueron  la  nación precursora que quizás no se esperaba la competencia científica  de otros conglomerados países.
      Esto es lo que pasa en  el Mundo.
     Eso sí: en España, entre tanto,  reinventamos el llamado plurinacionalismo, que es la forma de dividir lo que nunca estuvo muy unido. Una paradoja en un mundo que va por otras vías. España es un país  muy montañoso. Está lleno de túneles. Y  pasar por un túnel es como ir a ciegas.
     Es decir: no vamos; nos llevan.

miércoles, 7 de junio de 2017

EMERGENTES COMUNIDADES PIDEN SITIO

     Entiéndase bien. Una larga serie de comunidades unidas por lazos genéticos y culturales, dispersas a lo largo y a lo ancho del planeta Tierra por razones varias, piden  un sitio en, y entre,  los países más avanzados en el plano socio económico mundial.
     No hay derecho a que unos tengan mucho y otros nada, A que unos ostenten y ejerzan el poder en  propio beneficio,  y otros, la mayoría, sufran y mueran por carencias elementales.
     Por eso, instintivamente, para sobrevivir, los pueblos se unen, se hermanan y orientan sus pasos hacia países con clima más favorable. He ahí la razón-causa del mayor número de migraciones. Y los receptores de estas arribadas, en defensa de lo que estiman es suyo, reaccionan  mayoritariamente en contra.
     A medida que la humanidad progresa y las distancias entre países se acortan, esos núcleos migratorios crecen en número y, tanto los que llegan, como quienes los reciben, establecen barreras que terminan por llevar al aislamiento mutuo. Ahí nace la enemistad y el odio.
     Ya tenemos las comunidades separadas de hecho dentro de un  mismo escenario, donde unos se sienten invadidos y otros despreciados. En cualquier momento puede saltar la chispa y provocar el incendio.
      El más simple ejercicio mental nos dice que  para evitar o reducir esas migraciones, no hay otro recurso que el de acortar diferencias. Es decir,  que no sean los  mas débiles los que se trasladen a otro país en busca del progreso, sino los pueblos más  ricos lo que se ocupen en  crear medios de subsistencia y prosperidad en los pueblos  más atrasados.
      Pero algo tan sencillo de entender y de resolver -empezando por la escuela- no entra en los cálculos de nuestros políticos del mundo mundial.
      Y para eso, ¿de dónde sacaría usted el dinero? Muy sencillo. De las mafias que mangonean los negocios  sucios de cada país, a  veces con la complicidad de políticos nada ejemplares.
     

martes, 6 de junio de 2017

RESISTE Y MERECE EL TRIUNFO

     Camilo José de Cela, sumido ya en el abismo del tiempo, demostró paladinamente que quien resiste gana. Pero no dijo que hacía falta contar con la piel de un elefante para aguantar  las dentelladas y las garras del tigre.
     Su paisano, gallego forjado a martillazos, Mariano Rajoy y Brey, ha venido a probar también   que pese a ser el político puntero peor pagado de España (y claro está, de Europa), se mantiene en forma y resiste  las asechanzas y navajazos traperos, tanto de propios y como de extraños, con el temple de un celta.
     Mariano Rajoy está en la cuerda floja. Las últimas encuestas anuncian una lenta pérdida de votos del PP. ¡Lástima! No  por la pérdida de votos,  que tiene su lógica; es de lamentar porque en ese partido no ha funcionado la escoba a su debido tiempo.
     El votante defraudado -y los hay en abundancia entre los más leídos- tiene miedo al cambio. Ahora, cuando España parece cobrar fuerza y se palpa una mejora económica, no sería oportuno un giro desairado a  la española;  nos puede retrotraer a  desaforadas  alegrías con las que malgastar los pocos beneficios logrados con harto dolor de muchos. ¡Vuelta a empezar!
     No es nuestro problema una cuestión que se resuelva por derechas o izquierdas. Es un problema de Estado. Y por muchas que hayan sido las desgracias, los encuentros, los disgustos, los fracasos, las envidias, los insultos, la mierda de los bajos fondos, la plaga de trepas y ladrones, el futuro de España está en manos de tres partidos políticos que pueden evitar  el desguace. Y de otros tres que pueden provocarlo.
     El que resiste gana.


   

lunes, 5 de junio de 2017

EL VOTO BASURA

     Naturalmente, nadie sabe con certeza el futuro que nos espera a los españoles como pueblo. La fe mueve montañas. Puestos a pensar, ¿quién  podría prever hace  cien años que un equipo de fútbol madrileño movilizaría a millones de españoles a exaltarse en nombre de la Patria?
     ¡Pobre de mí! Sufrí un desengaño cuando siendo un niño comprobé que, para ganar partidos de fútbol, era necesario contratar los servicios de unos seres humanos  habilidosos y fuertes, capaces de golear al contrario. Los mejores  jugadores del Deportivo Alavés  se los llevó el Real Madrid a fuerza de billetes. Mi desconsuelo se vio aliviado cuando mi padre  dijo -y me convenció-  que el deporte, al dar el paso para ser profesional,  se había convertido en un espectáculo deportivo: en un  circo.
      No se si la crítica cruda de mi padre fue o no positiva. El hecho es que el deporte profesional no me emociona, ni me roba tiempo. A  pesar de todo, después de reconocer mi rareza, siento admiración, no por los profesionales del deporte, sino por las masas que movilizan.  Y no puedo resistir la tentación:  si pagáramos la décima parte a los buenos profesionales de la ciencia con nacionalidad española, no se  marcharían al extranjero porque aquí no pelechan. España, sería bien distinta.
      Por esa razón, no dejo de  reconocer, que los españoles somos en gran parte -no todos, menos mal- quijotescos malandrines.
      Si eligiéramos a los políticos por su vocación demostrada, su habilidad y sus goleadas y los pagáramos bien, los españoles estaríamos a la altura del fútbol  en resultados y en victorias socio-económicas.
     Pero si votamos basura y pagamos mal...¡ya se sabe!

sábado, 3 de junio de 2017

EL BIENESTAR TIENE UN PRECIO

     El objetivo a conseguir y que justifica la existencia de los partidos políticos y de los gobiernos que de ellos emanan, es el logro de un Estado del bienestar. Estado que, traducido a hechos palpables, se concreta en que los ciudadanos,  en toda la extensión del término,  reciban con carácter gratuito, por lo menos la asistencia sanitaria, la enseñanza y  un retiro digno cuando por edad o enfermedad se vean limitados en el ejercicio de su trabajo. Algo se lleva conseguido, es cierto, pero con el sacrificio de los más trabajadores.
      Y empleo el término "gratuito" a sabiendas de que, antes o después, todo tiene un precio. El problema de España -y de muchos otros países- viene de que sus ingresos como nación, no alcanzan para satisfacer todas sus necesidades. Y lo del "bienestar", si se mantiene  más  o menos, es sobre  la base, tan vieja como insuficiente,  de vestir a un santo desnudando  a otro.
      Esta crisis, esta carencia de medios, esa desnudez de santos,  generan  descontentos sociales y, para remediar el mal,  por generación espontánea, surgen nuevos políticos que, en su mayoría, nos ofrecen su sacrificio personal (dispuestos a dejarse la piel en el camino) a cambio de corregir vicios, desfacer entuertos, restaurar la honradez de todos, iniciar el juego limpio y otras bienandanzas que devuelvan al pueblo llano, a los mas débiles, la vida digna que se merecen, En suma, el Estado del bienestar.
      El inconveniente de todas estas venturas es que entre los "milagreros", más conocidos como falsos políticos, muchos recién llegados, aunque unos lleven barba  y otros trenza,  se dedican, como atención preferida, a su persona y su futuro y, luego,   a los suyos y a sus más directos colaboradores. Y llegados a esa situación, -piensan ellos- hay que luchar porque dure.
     Está en juego su bienestar. ¡No  lo olviden!

viernes, 2 de junio de 2017

CLIMA INQUISITORIAL

     La crisis política que padecemos los españoles, a cuenta de los personajes dados a la rapiña en muy distintas instituciones del sector público, ha derivado en una constante tarea delatora, tan extendida como pintoresca, en un clima inquisitorial del que no digan dueñas. Parece increíble pero, en tiempos ya idos,  llegaron a ser sometidos a juicio inquisitorial animales, tal que una cerda,  que fue llevada a la hoguera  por no conseguir los tribunales de turno que confesara sus culpas. En España, estamos en ello.
     No es menos cierto que en la España actual,  irreverente, desenfrenada y mórbida, se ha despertado un interés desorbitado por ejercer la política pura y dura desde las más insospechadas instancias. No es de extrañar que en el paquete entren, no ya la prensa y otros instrumentos mediáticos, que es lo normal, sino los aficionados al fútbol, a los toros, a la trata sexual, al tráfico de emigrantes, a la  especulación inmobiliaria, etc. etc.  Vamos a concretar: lo mejor de cada casa.
     Bien: ya hemos inventado la "responsabilidad política" que carece de un código previsor de faltas o delitos y de su correspondiente listado de penas. Hemos inventado, también, la presunción de culpabilidad. Y también han sido juzgados eminentes cerdos, en  el más amplio sentido del término.
     Así, a la expectativa de unas nuevas elecciones, vemos pasar los años sin que llegue a despejarse nuestro cielo  de los más densos nubarrones.
     Y si entre los cuarenta y siete millones de pobladores de la España autonómica pero  irredenta hubiese cinco justos, ¿se salvaría el País? Un voz celestial respondió: SÍ.
     ¿Pero quién pone la mano en el fuego?

 
   

jueves, 1 de junio de 2017

DEMOCRACIA Y DEMAGOGIA

      Cuando me decido a iniciar una lectura o a soportar la audición de una tertulia televisada, suelo detenerme para resolver:  ¿Qué pretende el  autor del texto escrito o cada  contertulio  cuando se expresan con tanta pasión y entrega? ¿Quieren informarme o convencerme? ¿Esperan conducirme al huerto? ¿O tal vez aportan novedades precursoras de un cambio a mejor?
      Al fin, pienso, son políticos partidarios y como es lógico buscan cotas desde las que ejercer el poder. Y sobre todo, presumen de demócratas: es lo que está de moda.
      La democracia lleva implícita la tolerancia personal, las buenas maneras, el respeto mutuo;  lo cual no impide confrontar ideas, pero...
      Más que ideas hilvanan juicios de valor. La noticia que manejan con soltura, venga o no al caso, estos políticos que se tienen por demócratas modernos y progresistas, la convierten en  un análisis parcial donde lo que importa es desprestigiar al adversario. Por la vía comparativa, uno y los  suyos son los buenos y los demás los malos. El que mejor expresa sus cualidades, las bendice y maldice las del contrario, se siente demócrata; el adversario, es el "facha".
       Al poder  se llega antes por  la vía del desprestigio del  adversario, que por méritos propios.
De nada vale que la democracia, esencialmente,  induzca  al respeto de los demás para conseguir acuerdos y por esta vía  alcanzar el progreso...
      No suele suceder tal cosa. Los demócratas de pacotilla suelen ir por uvas con un lenguaje desgarrado y ofensivo; lenguaje que induce a su interlocutor a ponerse tapones en los oídos,  mientras mira para otro lado a fin de evitar un diálogo de sordos.
      Cuando uno presta atención al opinante y reflexiona, pronto distingue las diferencias  que se dan entre el  grano y la paja; entre la democracia y la demagogia.
       ¡Es lo que nos puede salvar del juego sucio!