lunes, 30 de abril de 2018

LA ESPAÑA QUE ViENE

     La democracia, para funcionar con  eficacia, necesita mucho dinero y, por añadidura, estabilidad económica para que el numerario no se devalue.
     Como la más sencilla de las familias, toda nación tiene limitados sus ingresos y el arte de la política obliga a no gastar por encima de ese límite;  si lo desborda, se crea la inquietud y la zozobra hasta llegar al miedo. Acto seguido, lo que llega es el desmadre y la pobreza generalizada entre los gobernados más débiles.
     Esto supone que los gobiernos y  toda la parafernalia de los rodea, han de ser honestos y no prometer imposibles. Si así no  fuere, el crecimiento de la presión tributaria  subiría por el ascensor, mientras los salarios lo harían por la escalera.
     Pagarían una vez más el entuerto, los de siempre. Y si así no sucediere, el fracaso del gobierno sería inmediato y,  para encubrirlo, aumentaría su deuda.  Eso es, en resumen, lo hecho por los Gobiernos de  España  que se  sucedieron en los  diez últimos años.
     Estamos llegando al final de un ciclo cargado de corruptos y cómplices compañeros de cama. Estamos rodeados de gobernantes en potencia con nuevas promesas que incluyen mayores gastos. Estamos expuestos al cambio de algo malo, por otro algo probablemente peor y más costoso. Sólo se entrevén  promesas electorales inseguras, no sometidas  a un análisis previo.
      Serán  Gobiernos  proyectados para la España que viene por  futuros regidores, -del Gobierno central y de los autonómicos-  cargados de ideas, que se ofrecen al elector votante como si fueran a atar perros con las longanizas del cuento.
      ¡Ya veredes, a   tardar!

sábado, 28 de abril de 2018

HAY QUE BARRER EL ESCENARIO

     Cuando uno mira el camino recorrido, como un tal Cirineo, en ayuda de un líder  político que se dirige al  Calvario, es para temblar. Más de uno, en el PP cortesano,  está pasando ese trago.  Con una diferencia: no hay, después,  resurrección que valga.
     Estos episodios, son muy útiles si se miran a larga distancia y no te pillan al doblar la esquina. Son útiles, pero inducen a pensar que no  queda otro remedio que votar a un nuevo partido  capaz de prometer nuevas mentiras en un nuevo escenario.
     Si los políticos constitucionalistas actuaran con sentido común, empezarían por analizar a fondo el problema autonómico que  desune a los españoles. Y digo "estudiar" para no improvisar y dejar demasiados cabos sueltos, como se hizo en  los años de la transición.
     ¿Hay problemas? Sin duda. Pero todos están pendientes del mismo clavo. El adoctrinamiento localista  que impide la solidaridad de una supra-nación europea.
      Partimos de un error. Partimos de un principio  falso: la igualdad de todos y cada uno de los territorios que integran el proyecto.autonómico. No es lo mismo vivir en Teruel que en Pontevedra, ni en Álava que en Alicante. Podemos igualarnos en ciertos derechos y en ciertas obligaciones básicas, pero no en todo.
      Entonces, ¿qué procede hacer? ¿Estudiar estas diferencias a fondo? ¿Buscar la equidad  y la justa solidaridad como remedios? ¿Entenderse pacíficamente con lealtad mutua?   
      Para esto es  recomendable el juego limpio. Hay que empezar por barrer el escenario.


                             ,

viernes, 27 de abril de 2018

ESCUELA Y FAMILIA

     La reforma laboral y social que un país como España necesita para dar un empuje y alzar su nivel de vida, ha de empezar en la escuela con un propósito: aprender más y mejor.
     Ustedes me pueden contradecir y yo no sabría  argumentar en defensa de una enseñanza donde también participe la familia: en suma, que el alumno, el maestro y los miembros familiares se vean directamente implicados en el futuro de cada escolar.
      No sabría defender la valía  de esta tesis  con datos experimentales aportados con rigor científico. Tendría que recurrir en su defensa al sentido común,  que nos indica cómo allí donde la familia sigue de cerca la enseñanza de sus hijos,  comprueba cómo su dedicación y empeño va en beneficio de éstos. Los países que gozan de buena enseñanza y mantienen vivo el contacto familiar entre docentes y discentes, han podido alcanzar niveles de vida mejores y más dignos que quienes sufren por esta carencia.
      Pueden contrariarme, comparar y argüir que hay territorios  con niveles de vida muy superiores a la media; que hay paraísos donde funcionan con personas cultas.  Son países que seleccionan  las corrientes migratorias. Son excepciones. Son  aportaciones prestadas desde  sectores culturalmente avanzados. Es el bienestar exportado desde territorios mal gobernados.
      España, en el sector educativo, es un país notoriamente mejorable; es un paìs adoctrinado desde escuelas donde los padres no tocan pelota. No están en  su mayoría unidos. Mayoritariamente, no saben exigir sus derechos.
     En este medio, el alumno bien preparado, se marcha. Es una política invertida en dos planos: el educativo y el migratorio. Se van los buenos. Vienen los necesitados.
     No quiero que me den la razón. Quiero que reflexionen.
     ¡Qué hemos hecho para merecer ésto!

jueves, 26 de abril de 2018

EL MIEDO AL CAMBIO

    Los nativos de la España de los cincuenta (siglo pasado), los que pisaban calle y palpaban su pobreza -puro realismo- eran, sin embargo, pesimistas: nuestro último adelanto lo simbolizaban con la hoz y el martillo unos, con el yugo y las flechas otros.
    No sé quién, desde una Caja de Ahorros, organizó en Vitoria la exposición de un tractor agrícola seguido de una demostración práctica ante un grupo, -un centenar de labradores- que estaban anclados en el arado de vertedera y en el trillo de arrastre para consumar la cosecha.
    Aquellos labradores coincidieron al descalificar al tractor por inútil, dado el tipo de labranza que se gastaba en las tierras de Álava. En el fondo estaban declarando su miedo al cambio. Al paso de una década, el campo alavés se  llenó de tractores. Y empezaron a sobrar en las zonas rurales eso que  entonces se llamaba mano de  obra y hoy llena las estadísticas del paro. 
     España necesitó un tiempo y asumió el cambio pero, para cuando nos dimos cuenta, llegó otra oleada que se nos echó encima -la globalización- de la que no queremos hacernos cargo. 
     Una de las ventajas (tengo mis dudas, porque pueden ser un inconveniente), radica en la creación de un gran mundo de pensionistas. ¡Viva la vida!  Pero, sería un mundo vacío de cotizantes.   El mundo actual se llenará de mecanismos,  se robotizará. El campo se podrá cultivar a distancia.
     El cambio está a la vuelta de la esquina y los políticos jugando  a debate limpio, para saber si somos galgos o podencos, sin salirnos -eso nunca- de unas normas que dicen  ser democráticas y no violentas. Pero los pobres se  nos mueren de hambre.
    ¡Santo cielo! En el hambre puede estar la solución. ¡Claro que es para tener miedo!

miércoles, 25 de abril de 2018

UNAS GOTAS DE POLÍTICA

     Me atrae la política, pero  no me apasiona. Es decir, trato de ver y apreciar los aciertos -según mi criterio- y  no negar (o disfrazar que es peor) los errores que nos toca padecer con la sonrisa en los labios.
     Hoy, el insomnio matutino que me seduce ha traído a colación el futuro de la derecha centrada vasca. Digo de antemano, que no me gusta una nomenclatura que me retrotrae  al siglo XVIII, al diferenciarnos según la bancada que ocupen los leguleyos;  ni tampoco me seduce  "centrarme". Quiero referirme a los que practican  la "moderación" con visión universal y democrática aplicada  a
un territorio singular, como es el País Vasco.
    El insomnio me dice, para empezar, que los moderados vascos están viviendo la soledad más globalizada que han conocido los siglos. Carecen.  de un líder significado que empiece a construir la casa por los cimientos. Es decir, por la escuela.
    Me dirán que una escuela no se instituye en una tarde  de primavera. Cierto. Pero no es tan difícil para un auténtico y decidido líder el intentarlo. Una escuela sin  paredes, cierto también. Una escuela con ideas.
    ¿Una escuela para  moderados  vascos? ¿Sabe lo que dice y propone? ¿Moderarse en el País Vasco? ¡Ni lo curas!
    Pues sí, los hay. Y muy moderados. Tanto que la mayoría están callados o han cambiado de residencia. Tampoco  es necesario  el grito.
     Importa más el hacer y el convencer. Es decir, la escuela.




martes, 24 de abril de 2018

LA LIBERTAD DE EXPRESIÓN CONTAMINADA

     El ser humano es por principio, entre los vivos, el que mejor defiende su libertad. Es, instintivo. Pero uno es libre en  tanto sus vecinos se sometan a sus mandatos.
     Eso no es verdad, me dirá desde una posición razonable cualquiera que lo lea: "Cada uno es libre, porque Dios lo hizo libre. Tiene derecho a ejercer su libertad". Y, naturalmente, derecho a utilizar  esto que llamamos  "libertad de expresión".
     Pero los humanos no quieren darse cuenta, no les conviene reconocer, que tan pronto como publican un derecho cualquiera, lo están limitando. Todo lo que existe, para el ser humano,  tiene un límite. Al mismo Creador, al hacerlo nosotro infinito, le hemos puesto un límite. Y para más  claridad lo hemos pintado con barbas.
     Tenemos derecho a la libertad de expresión, pero... esta libertad va a depender de muy variados y diversos factores. Va depender del poder de cada uno.
      Si usted es rico tiene más libertad de expresión que un pobre. Otro tanto sucede con las personas cultas y muy formadas, respecto a los incultos o zoquetes,, que los hay ejerciendo como tales y no callan.
      En suma, cada vez que alguno afirma o defiende la libertad de expresión, pone el dedo en la llaga: libertad, sí y siempre, pero más libres unos que otros.
      Recién terminada a Guerra, un concejal ex-combatiente y chulesco se puso a mear en el centro de la plaza más barrida y limpia de la ciudad. Un agente de la autoridad novato y mal informado,  le dijo al infractor:
    - "Aquí no se puede orinar".
    - "¿Y qué estoy haciendo yo?"
    - "Mear. Pero bajo multa de cinco pesetas".
    - "Cierto; pero se puede..."
     He ahí un ejemplo de la libertad de expresión contaminada.
     Eso es lo que hay.



lunes, 23 de abril de 2018

ALGO NO FUNCIONA

     El discurrir de los pueblos varía cada cierto tiempo y en este cambio influyen factores inesperados por la mayoría de  las personas afectadas.
     En tiempos de la II República española, la corriente anticlerical tenía alertado a un amplio sector de la población que palpaba la proximidad de un desenlace violento. La guerra civil se vió afectada
por un trágico contenido religioso.
     Curiosamente un profesor de historia repetía a sus alumnos de secundaria que el enemigo más eficaz de la Iglesia era la indiferencia religiosa, dando a entender que el poder de todo  personaje y de sus ideas,  depende de la atención que se les presta y del caso que se les hace.
     Ciertos hechos extraordinarios, tal que los milagros, dieron popularidad a la fe religiosa. Pero... las multitudes dudan... En los países que se sienten avanzados puede más el dinero que la oración.  Los que se van tras los políticos materialistas, que prometen igualar a ricos y pobres, son más poderosos que quienes confían en el cielo.  Es más  fácil prometer la igualdad terrenal, que llevarnos de la mano a la gloria celeste. ¡Pobres de  nosotros! Lo imposible es hacer un mundo terrenal de ricos. La igualdad es la madre de la pobreza. Los países ricos son muy desiguales y causa de muchos suicidios.
      Los profetas -falsos o auténticos- suelen  hacerse los amos de las predicaderas (antiguos púlpitos, hoy emisoras digitalizadas)  y de la  enseñanza (ayer centros religiosos, hoy escuelas públicas).Sí;  suelen hacerse los amos del motor que impulsa y del timonel  que guía. Si no hay energía. sobra el timonel. Y si no hay timonel, sobra la energía.
     Entonces suele surgir  la indiferencia porque ¡lo mismo da!. Cuando algo no funciona, Es la hora de los tontos espabilados.
     Y en España, algo no funciona. Sólo constato hechos.

sábado, 21 de abril de 2018

MISERIAS QUE NOS HUNDEN

   Resulta ser cierto que los ingresos salariales -una vez  superados los mínimos exentos- tributan, en proporción,  bastante más que los beneficios contabilizados por las grandes empresas en general; y mucho más, aún,  si éstas son multinacionales.
   En suma, el modesto contribuyente es el llamado a tirar del carro y, de paso, a soportar una presión fiscal que está llevando  al País a una inmerecida pobreza.  Para colmo de infortunios, mientras el contribuyente de medio pelo funciona como individuo indefenso, los fuertes van unidos  en sendos regímenes corporativos y. sin salirse de la ley, pueden clasificar  los resultados económicos para cotizar el mínimo posible.
   Este es el pan de cada día: Los asalariados y los pequeños empresarios, -sota. caballo y rey-  no pueden llegar muy lejos y al final su debilidad financiera  les arrastra  al fracaso. No se les admite otra filigrana fiscal que no sea fraude; algo que, al final, no  compensa. La búsqueda de soluciones conduce  al pago de míseros salarios, o al cierre del negocio. A la precariedad social. A la pobreza de las clases medias.
    Un contribuyente bien intencionado, metido entre  impuestos y reglamentaciones copiosas (dictadas para justificar la existencia  de docena y media de "parlamentos legislativos"  que cuestan un carajal), es un ser humano (chico o chica) llamado en España a sufrir y a desaparecer sufriendo.
    ¿Y que se puede hacer?
     Primero: saber la verdad desinteresada y cuánto cuestan los excesos burocráticos a los españoles de la clases media y baja; saber cuánto se pierde en gastos superfluos;  cuánto en fraudes y componendas  corruptas; cuánto en iniciativas y empresas inútiles y cosas por este estilo...
      Segundo: convocar acto seguido unas elecciones generales.
       Un pueblo bien informado no toleraría a tanto cantamañanas.

viernes, 20 de abril de 2018

EL ARTE DE LA POLÍTICA

     Hay varias formas de ejercer el arte de la política. Voy a dedicar unas líneas a dos de ellas- Son dos y son básicas en todo sistema que quiera funcionar con éxito: saber y querer.
     En una reunión pre-electoral del centro  derecha vasco, País en el que los nacionalistas eran los amos, alguien propuso: "hay que salir los domingos y días festivos por pueblos y ciudades, para conocer y escuchar a nuestros votantes". La respuesta inmediata fue: "Los domingos y fiestas de guardar, son días  de descanso por mandato del Señor". Eran tiempos de lucha, cuando los nacionalistas vascos  aprovechaban las fiestas para organizar su presencia con banderas, danzas, música y discursos. La calle era suya. Me sentí defraudado y vencido por la fe del holgazán derechoso.
      Claro está: tampoco tenían ideas que comunicar y -pese a todo-  los resultados no fueron peores
allí donde el terreno era propicio a perder por goleada. Pero el tiempo pasa  y la pereza, en compañía de la escasez de ideas, no hace sino conducirnos a pobres resultados.
      Me decía convencido: "Hace falta un <ideario>". Por ejemplo el que se propone defender los derechos de las personas y de las familias. Insisto: derechos de los seres humanos, anteponiéndolos a los derechos colectivos en tres sectores básicos; el social, el cultural, el autonómico.
      ¿Cuál es el objetivo?
       Mejorar las condiciones de vida de ese ser humano con una  mutua colaboración, en esos tres sectores básicos. ¿Vía? El trabajo. ¿Cómo? Premiandolo. No como ahora que se castiga como si fuera un vicio.
       Pero ¿cómo se crea el trabajo? Ayúdate y te ayudaré. Es el arte de la política. Se alcanza por  la vía del saber: hay que renovar la escuela. Y del querer:hay que formar la voluntad: más escuela. renovada.
       En fin: tengo muchos  años, edad impropia para meterse en esos cañaverales.

jueves, 19 de abril de 2018

UNA DERECHA DIVIDIDA

     Me refiero a una derecha democrática, capacitada para defender unos valores éticos en un ambiente hostil: en las elecciones de 1933 la CEDA (Confederación Española de Derechas Autónomas) se presentó, sin poner  objeciones a la resaca republicana, y las ganó, favorecida por el voto femenino puesto en juego por primera vez en España. La CEDA era una alianza de partidos forjada al calor de una  idea de signo democristiano.Vino la guerra, y la CEDA  se apagó.
      El régimen franquista  impuso la unión de las derechas bajo un signo totalitario que se acató pero no convenció. La FET  de las JONS, resultó ser una  amalgama dentro de un  Estado confesional católico, no elegido, sino impuesto. El catolicismo totalitario dominó -aunque otra cosa pudiere parecer- al  fascismo absolutista solapadamente. El ir a la iglesia con  frecuencia tenía sus compensaciones terrenales. El ir a las sedes políticas, también, pero menos.
      Y vino, tras una espera de treinta y pico años, la democracia. Y, con ella,  unas derechas descolocadas que se unieron:  ¿para qué? en la UCD.  El Estado dejó de ser confesional. La  asistencia a las ceremonias eclesiásticas se anuló. Las vocaciones religiosas, entraron  en caída pìcada. El cambio no lo dieron los políticos, aferrados a sus ideas, con cincuenta años de retraso. El cambio lo había dado la calle. Ahora bien, arrimarse a la política, suponía prosperidad.
      No se podían  reproducir los viejos vicios de la política pasada. Eso creíamos. La derecha moderada  quiso situarse en el centro. Saltó a la cancha con ímpetu renovador. Y fracasó. Vuelta a empezar cada uno por su lado
      ¿Y las izquierdas? Siempre estuvieron divididas, salvo un paréntesis: el Frente  Popular. Perdieron la guerra por no saber unirse, pero nadie buscó  a los responsables de las derrotas.  Y siguen divididos.  Es lo suyo. 
       Ahora vemos: la derecha, que se tiene por culta y organizadora, ¿por qué se divide?
       Tema para pensar sin salir de la cueva de  Alí Babá. Ahí está el misterio.                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                     

miércoles, 18 de abril de 2018

PODERES EN LUCHA

     Primera idea: Los europeistas españoles han  tomado conciencia de un hecho importante: cobran  fuerza los  movimientos nacionalistas y ya no se discute que puedan controlar el poder, en
las naciones punteras, los  partidarios  de divisiones fronterizas.
    Segunda idea: Los  movimientos nacionalistas se ven secundados por los electores arraigados en cada demarcación, y no admiten, por principio, la invasión de gentes originarias de países pobres. Piensan que si se mantiene esa invasión  es en beneficio del gran capital, que necesita mano de obra a bajo precio para las tareas más serviles, y en perjuicio de los nativos que se sienten desarmados para ganar esa lucha.
    Tercera idea: Los políticos -cualquiera que sea su doctrina (salvo excepciones)- tienen que velar por ellos mismos (primum vivere) y son capaces de vestir a la mona de seda (es decir acogerse a una ideología facilona)  para presentarse en sociedad y ganar votos.
     Cuarta idea: el poder más seguro lo da el dinero y desde el diluvio bíblico hasta nuestros días, todos los ensalzados por el voto popular que llegaron a la cumbre, se  retiraron con el riñón bien cubierto. Las nuevas generaciones de votantes siguen picando en el mismo anzuelo.
     Quinta idea: Los pueblos solo se redimen con el esfuerzo y sacrificios orientados hacia una superior capacidad intelectual. Pero a propios y a extraños -en general- les seduce la pasividad rentable. Eso ya lo saben los políticos y de ahí vienen  las grandes promesas, mucho más eficaces si se ayudan con la justicia social y con el amor a  la patria chica,. De ahí viene   el éxito de "España nos roba".
      Naturalmente están autorizados a llevarse la contraria.
      P.D- Cuando escribo de nacionalismos a secas, me refiero al francés, al alemán, al español, etc.




martes, 17 de abril de 2018

HISTORIA VISTA DE CERCA

     Quede claro -y lo proclamaré a los cuatro vientos para evitar interpretaciones dudosas- que no  soy historiador. Pero nadie me impide poner de relieve algunas situaciones que despiertan el interés general a nada que  acierte a  narrarlas. Claro que, también lo siento,  soy un narrador sin título, ¡Así,  usted lo pase bien, puede llevarme la contraria!
     También soy alavés, del Valle de Valdegovía: un pequeña comarca en lenta decadencia, sita al oeste sureño del País Vasco, allí donde se fue alterando, junto con gentes de tierras vecinas,  el uso del latín para que surgiera el idioma castellano, hoy llamado español.
     Esto, en el fondo historia poco divulgada,  no despierta el interés de las mayorías, ¡alguien sabrá el porqué! (Les remito al Cartulario de Valpuesta y estudios subsiguientes del tema).
     A Valdegovía, en lenta aunque  evitable decadencia, la están dejando morir,  pese a  tener a mano, junto con sus colindantes vecinos,  el escenario auténtico y los testimonios más que sobrados para llamar la atención del  mundo globalizado, del mundo entero. Llamar la atención, despertar la curiosidad entre los  que conocen o estudian el idioma español;  un idioma que ha dejado huella.
     Estamos ante el escenario, bastante bien conservado, donde se generó la aparición y desarrollo de este idioma  y de cuanto esencialmente lo rodeó. Escenario que merece la pena preservarlo y  recomponerlo a bajo costo,  a nada que un equipo de historiadores, conocedores del tema y con sentido estético,  fueran a dignificar lo ya heredado.
     En fin, algo se podría hacer en este sentido, para apoyar a los pocos que, con su dedicación generosa, ayudan a mantener viva esta  inquietud.                                                    ,

lunes, 16 de abril de 2018

NUEVOS Y GRANDES TERRITORIOS UNIDOS

     En  todo tiempo y en todo espacio de este planeta llamado Tierra, los seres humanos advirtieron que para sobrevivir estaban llamados (o condenados) a funcionar en grupo y así empezaron a formarse las familias, los clanes, las tribus, los pueblos, los países, las naciones... los territorios  supranacionales.
      Hoy, ahora, se han constituido y abren camino para  ser poderosos, -siguiendo el ejemplo de los  precursores EE.UU- viejos  territorios poblados por cientos de millones de personas, que se preparan para ser hegemónicos: China, Rusia, la India, la Unión Europea y tal vez los aún diversificados pueblos  árabes, las Américas hispano parlantes, los laboriosos  países asiáticos, los sufridos subsaharianos...
      Por ahí parece que avanza el cambio y los intentos globalizadores -con sus aciertos y sus fracasos (nadie es perfecto)- que nos afectarán a todos; a unos para enriquecerse, en el más amplio sentido del término, y a otros para empobrecerse  dominados por los más fuertes.  Es un cambio a domesticar.
     No hace falta ser muy listos para entrever que los afanes  entre países para ir unidos,  cuando antes  mantuvieron  guerras cruentas, obedecen  a razonamientos fríos y calculados que se anteponen a puros y duros sentimientos patrióticos destinados a narcotizar a la concurrencia. Patria y bienestar pueden ser términos contrapuestos. Lo bueno, en exceso, también puede ser malo, aunque aproveche a unos pocos
     En fin: se aprecia que la Unión Europea pasa por días de crisis. Esto  nos aleja de unos  propósitos que favorecen el bienestar y nos orillan de las guerras.
     Pero... el hombre suele tropezar muchas veces en  la misma piedra.

sábado, 14 de abril de 2018

LA VIOLENCIA Y EL PODER

     Nos quieren imponer sus  normas inspiradas en los más "nobles" principios. Por ejemplo: yo puedo robarle a usted siempre y cuando,  para conseguir mi objetivo no recurra a medios violentos y mucho más si coincido con el deseo de las masas. Es la tesis de algún secesionista que otro.
     En el caso que nos ocupa, quieren los tales hacerse con el poder político de una región sirviéndose de una panoplia de recursos que califican de pacíficos, cívicos y democráticos. Por ejemplo, reiterando una idea que cala hondo y de sencilla formulación: "Toda propaganda debe ser popular"(Goebbels). Pero a veces se equivocan: cuando se proclaman "no violentos".
      Es muy fácil: el término "violencia" se asocia con la idea de "fuerza". "Violencia", "violento", "violar" son términos que tienen a misma raíz. "Violentar una ley" quiere decir  que  no se cumple. No hace falta sacar el  hacha de guerra.  "Interrumpir por la fuerza el uso normal de una calle, de un camino, del paso por una vía pública" es violencia.
     Claro está: no es terrorismo. Pero tocan a vísperas.
      También está claro  que valerse de una tolerancia legal,  constitucional y democrática, (el libre pensamiento, la libertad de expresión) no da derecho a promover un cambio al margen o contra la ,ley que  nos dimos.  Eso es violentar una ley que  puede cambiarse por vías legales.
      Leo un texto, con ánimo de aprender, de la "Asociación Pro-Derechos Humanos":  "La violencia siempre es una forma de ejercicio del poder mediante el ejercicio de la fuerza e implica un <arriba> y un <abajo>".





    En el fondo de su corazón, los primeros se crecen   y muestran su orgullo de marca,la se pertenecer a un pueblo elegido. Los segundos, e mayoría, contemplan el escenario fríamente y tienen que, para convivir con normalidad, integrarse como lo haría un extranjero para no desentonar.
     No vamos a  fijarnos en las leyes  ni en el aparente respeto con que se mantienen las diferencias casi siempre solapadas. Esto permite mantener una tendencia favorable al pueblo elegido, Hay un tendencia que no satisface a los autóctonos de raíz. Se mantiene una regla de oro que marca distancias, Hay leyes que se acatan pero  no se cumplen. No pasa nada. Así ha sucedido y sigue sucediendo. Por lo demás es una solución.
     Hay un aspecto positivo en el desarrollo de ese "casticismo": la indiferencia como respuesta, a tal  estado de cosas.
     Está demostrado que las diferencias insalvables son las que se dan y no se resuelven entre pobres y  ricos. De ahí viene las guerras


viernes, 13 de abril de 2018

GRUPOS DE PRESIÓN


     En días pasados hube de referirme a los <lobbies> que funcionan en otros países para defender, ante los políticos, los intereses de empresas o entidades que funcionan bajo la iniciativa privada. Estas gestiones, que en  España se ejercen por los "listos" sin estar reguladas, en otras naciones si lo están y además resultan de fácil prueba y divulgación públicas.
     Dadas estas circunstancias   ¿puede decirse que   se acabó la corrupción? No. Pero sí puede combatirse  mejor. Nada es perfecto en este mundo lleno de cabritos.
     En España, por ejemplo, tenemos unas tarifas que regulan el pago de la energía eléctrica consumida por empresas y familias. Unas tarifas endemoniadas ya que para entenderlas hay que saber  latín. Las compañías, productoras de la energía dicha, han sabido defender sus intereses. Para ello tienen su < lobby> y han conseguido, en plena crisis, cerrar sus ejercicios con  sustanciosos beneficios.
     ¿Que hemos hecho los pacientes consumidores? Pagar y callar. No hay quién defienda con argumentos públicos  justos, equitativos y realizables ese desafuero. ¿Por qué?
      Nuestros políticos están encantados cuando discuten banalidades -el nombre  de una calle, o el uso de banderas- y se olvidan de los súbditos -antes que ciudadanos- que las pasan canutas para comer, vestir y reposar, perseguidos como están por tributos y tarifas sin nadie que los defienda eficazmente.
      La única fuerza que tienen los contribuyentes es el voto. En época de elecciones, todo son  promesas. Y el votante nunca advierte que promesa que se cumple, dinero  cuesta. ¿Y de dónde sale? Del postergado votante.
      Este votante, creyente como pocos, echa la papeleta con buena fe porque quiere prosperar.  Pero carece de garantías que sí tienen, por ejemplo los productores de electricidad.
      No pierdan de vista este hecho: los electores necesitan grupos de presión, <lobbies>, con los que cobrar el valor del voto que hoy regalan.
      Eso es lo que quería decir. Otro día hablaremos de los  medicamentos. Cosa fina, si las hay.














jueves, 12 de abril de 2018

GOBERNANTES Y GOBERNADOS

    Me veo obligado a recurrir a mi experiencia personal para comprender -al menos lo intento- por qué. en España,  los gobernantes se crean un mundo  aparte y terminan por ser aborrecidos por los mismos que antes les dieron  confianza y votos. ¿Por qué?
    "No exageremos", dirá más de uno."No sólo pasa en España". En efecto: no soy quién para quitarles la razón.  Este viraje de los votantes es casi automático, pasa en muchos países, en toda tierra de garbanzos. Está pasando en Europa, en América, en Asia...Es algo que da motivos para pensar y para  sacar conclusiones.
     Nací en un pequeño pueblo alavés del valle de Valdegovía, en la Vasconia sureña con vistas a Castilla la Vieja, que contaba más de tres mil habitantes. Hoy no llegan a mil.
     Fuí  uno de los que allí no tenía porvenir y me marché. Como yo, en ochenta años, lo hicieron más de dos mil paisanos.  Buscaban lo mismo: un mejor nivel de vida. Esto ha pasado en muchas comarcas de toda España. Los pueblos y aldeas que antes se arracimaban para convivir con cierta protección, no cumplen su cometido: facilitar la convivencia. Y para no perecer se masifican en las ciudades.
     Esta reflexión me lleva a formular una pregunta: Y estas gentes, ahora en las ciudades donde se concentran, ¿están satisfechas? Pues no. Ese no, de seres humanos antes diluído es espacios  abiertos y mal comunicados,  no podía formar multitudes. Hoy, concentrado en las ciudades, si puede hacerlo. Y lo hacen  porque saben que las  muchedumbres mueven  montañas.
     Los políticos, como sumos sacerdotes de esas masificaciones, son capaces de "dejarse la piel" - que diría el, Sr.Iglesias-  para ganar adictos con soluciones que luego, poder en mano, se las pasan por el forro. Mientras tanto, los demás -también llamados demócratas- estamos jugando a la taba, eso sí, con mucha legislación por medio.
     Los americanos del Norte fomentaron los "lobyys", también llamados grupos de presión para domesticar a la política. Algo que en España -y en otros países- solo se resuelve con la fuga.
     ¡Ya aprenderemos!


miércoles, 11 de abril de 2018

A NUEVAS NECESIDADES MÁS IMPUESTOS

     Nuevas necesidades: me refiero a la creciente demanda de jubilados con derecho a una pensión por la que abonaron la correspondiente cuota durante su vida laboral. Han estado sometidos sus haberes pasivos  a una congelación draconiana,  a todas luces injusta. Y algunos políticos  quieren suplir con nuevas promesas estas carencias para ir ganando voluntades y, con ellas, votos que dan poder a los elegidos; una forma de castigar el erario público. Esta es la cera que arde; no hay más..
     Gastamos tanto en frivolidades con las que pasar el tiempo, que luego no  llega para atender a las necesidades.
      Nos dicen que el remedio llegará con la aplicación de nuevos impuestos con cargo a la Banca privada, para que no repercuta la carga en los ingresos de las clases medias, ya muy castigadas por obligaciones y tributos.
      Esta idea, o más bien ocurrencia, no tiene en cuenta que la Banca, por principio, se nutre de sacar partido al  dinero ajeno; fue ideada para cuidar los bienes en metálico o papel  moneda de su clientela y para sacar rendimiento a los servicios que presta. Cualquier impuesto de los que la Banca abona de su peculio lo recupera con cargo a su clientela, entre las que se incluye esa clase media de nuestras desdichas. 
      Antes de idear los políticos soluciones injustas contando con los dineros del pueblo llano, -como sucede con el IVA que machaca a los más débiles- tendrían  que  empezar por disminuir  la carga creciente de gastos inútiles. Disciplinar ese gasto  es más fructífero que pagar a "listos" que trepan a costa de la ruina ajena.
      España  -y los españoles, que son los que cuentan- necesita una reforma, con un objetivo básico. Limpiar la casa, anular el gasto inútil y abrir caminos a la iniciativa privada para triplicar las exportaciones.
       Y mientras se atiendan las iniciativas de los granujas y  los  golfos lleguen  hasta ocupar puestos incontrolados  en la enseñanza superior,  ¡ya nos dirán!

martes, 10 de abril de 2018

VIOLENCIA: PRINCIPIO Y FIN.

     En esta realidad democrática que vivimos -dotados de unas leyes  calificadas como "garantistas-, a unos les tocan casi siempre -aún teniendo razón- las de  perder y  a otros las de ganar,  porque estos últimos son más bravos, eso sí, aparentando,  sin perder las maneras, que la bravura no es violencia.
     Para los "mayores" -que en la realidad y en castellano es como ser viejos- por violencia se entiende el simple gusto  de privarnos -¡qué se yo- del teléfono,  para tenernos incomunicados y manejarnos a su antojo. Pues no: no hay violencia mientras no haya leña. (Es un ejemplo; por fortuna gozo de libertad).
      Y digo esto porque los separatistas catalanes que se conducen con liberalidad manifiesta para imponer sus criterios y conductas, no se conforman y se acogen -apoyados en una interpretación garantista de las leyes- en  su  "derecho a decidir" porque lo hacen "sin violencia" y "es legítimo" aunque no sea legal.
       Pero ¿dónde empieza y dónde termina la violencia?
       Consulto y leo: "La Organización Mundial de la Salud"  explica que la VIOLENCIA "consiste en el uso INTENCIONAL de la fuerza o poder físico, de HECHO o como AMENAZA, contra uno mismo, otra persona o un grupo o comunidad, que cause o tenga muchas probabilidades de causar lesiones, muertes,  daños psicológicos, trastornos del desarrollo o privaciones".
       Esto significa que la violencia puede ser implícita, es decir en grado de amenaza, o explícita, convertida en dura realidad.
        ¿Cuál es el objetivo final? El mismo. Está en disputa el poder. ¿Quién va mandar? No cabe duda: el más fuerte.
       Dónde está la fuerza, ¿en la dialéctica? ¿en las armas? Ahí está la respuesta.
       Los inteligentes dialogan. El diálogo es un  fruto escaso en España. Por eso hablamos a gritos. 
Lo pueden  comprobar en casi todos los coloquios  de TV.   

lunes, 9 de abril de 2018

SOLO LES QUEDA UN CAMINO

     Veo en la TV-SEXTA una sesión de coba y loa a caño libre, dedicada a un líder de la izquierda española.  Es un buen intérprete de sus inquietudes, de sus dudas, de sus errores que contrapone a sus aciertos  tras una autocrítica calculada. Así cobra relieve su actitud dialéctica.
      Veo en la TVE a una señora, líder de la derecha, que quiere sincerarse con sus votantes y clama para predicar la defensa a cara descubierta de los suyos;  defensa puesta en riesgo tras una oleada de basura que cae en cascada  y ¡a qué precio!
        Pero ¿quiénes son los suyos? ¿Los que tiran del carro o los que viven del carro, los que  suben y se apoltronan  en berlina para ir más cómodos,  o los que  pagan para que funcione y no se pare?
      ¿A esto llamamos democracia? Salvo unos pocos que sufren,  callan y laboran honradamente en los despachos oficiales, los demás nos brindan una democracia podrida, indolente y muy costosa.
      ¿Los episodios registrados en Cataluña? Un lujo que tiene su precio. ¿Los de Valencia, Andalucía, Madrid... y suma y sigue?  Se pagarán a no tardar por los más débiles. ¿O nos vamos a creer que, de verdad,  mejorarán las pensiones de los jubilados?
       ¡Defender a los nuestros... ¡Vaya forma de recolectar votos para unas próximas elecciones! ¡Qué falta de sensibilidad! Un listillo diría que eso hace, pero no se dice. ¨Lo que procede es dar a cada uno lo suyo, lo que le corresponde por méritos propios
        ¡Qué diferencia entre el sutil actor de la izquierda y la tosca reacción de la dama que se deja influir por un instinto maternizado! Son las clases medias, a fuerza de pagar impuestos,  las que mantienen esta farsa democrática. Sólo les queda un camino.
         Están llamadas a asociarse, sin contar con los partidos políticos,   A defenderse desde  la honestidad y con juego limpio. A controlar el voto.
          Sólo así podrán defenderse de la rapiña. Si no, acabaremos por perecer en el intento, obligados a  vivir  entre el estiércol.

viernes, 6 de abril de 2018

POLÍTICOS PROFESIONALES

     ¿Qué ser vivo se cobija en España bajo el apelativo de "político  profesional"? O dicho de otra forma, ¿en qué consiste el desempeño de la política como oficio  pagado con el dinero de los sufridos contribuyentes?
      Veamos la teoría: "Político profesional" es aquel dotado de una facultad u oficio, por el que
percibe  una retribución,  que  ejerce  su cargo en beneficio de los integrantes de un país o  de una nación.
       Ahora,  veamos la realidad patria: "Político profesional" es aquel que, ofreciéndose como modelo de ciudadano honesto y partidario de toda regeneración, contribuye con sus familiares, amigos y camaradas, a sacar provecho para todo su grupo,  sin límites que impidan, si se tercia,  el derecho de pernada.
       ¡No diga eso! -me pueden interpelar- . En efecto,  no todos son asi.  Pero otro gallo cantaría si el dedo acusador surgiera de los compañeros o correligionarios del corrupto.
       Dicen que en España hay unos 450.000 políticos profesionales. Cuentan en este número, además de los cargos  elegidos por votación, la pléyade de escoltas, personal de confianza,  asesores, amigos, etc. que también cobran del erario público.
      Dicen que en Alemania, donde casi nos doblan en población y nos  superan en calidad de vida, se las apañan con 100.000 políticos  que se distinguen por su juego limpio.
      La primera reforma constitucional,  que necesita el País, se concreta en   una reducción del personal político de plantilla y cargos anejos, cuyo propósito exige una revisión  profunda del sistema vigente. Lo demás es literatura que lleva a las clases medias a vivir en la  pobreza y a las bajas a sudar en la miseria. 
       La estampa más verídica de esto que digo, la muestran los millones de jubilados que se manifiestan para que no se prolongue su ruina.
   
     

jueves, 5 de abril de 2018

UNA MALA DEMOCRACIA

      Tomo los datos a vuela pluma de una revista  y copio: la recuperación económica de España, es un hecho.  De cada 100 euros que ingresamos, 29 van a parar a las rentas altas, y 8 a las rentas bajas. Las clases altas -los ricos- rondan el 25% de la población española; las clases muy bajas -los pobres- el 33%.
     Un pueblo es rico cuando  goza de buena posición económica la mayoría de sus habitantes. Aparte las estadísticas, los plutócratas de verdad son un lote reducido de paisanos y si, hecho el recuento,  los que  tienen  un  buen pasar llegan al 25%,   puede decirse que estamos viviendo en un territorio donde domina por número -que  no por riqueza- una clase media que, -camino de la pobreza- la pulen a impuestos  de toda clase y condición.
     ¿Funciona, como es debido, una sólida y extensa  clase media en España? Pues no. ¿Y por qué? Porque en España podrán sus residentes tirar cohetes y vivir de fiesta, pero estamos regidos por un "selecto grupo de políticos", -gobierno por un lado, oposición por el otro- que, tras cuarenta años  perdidos en el intento,  llevan a esa clase media a fuerza de chingarla hacia  una cantada miseria.
     No defienden - "como valores superiores de su ordenamiento jurídico,  la libertad, la justicia, la igualdad,  y el pluralismo político"-, cumpliendo  el mandato constitucional en favor de "la dignidad de la persona, los derechos inviolables que le son inherentes, el libre desarrollo de la personalidad, el respeto a la ley y a los derechos de los demás",  que son el "fundamento del orden público y la paz social". (Constitución española, artículo 1º.-1 y  10º.-1).
      Dije ¿"selecto grupo de políticos"? 
      Los partidos "expresan el pluralismo político, concurren a la formación y manifestación de la voluntad popular y son instrumento fundamental para la participación política. Su creación y el ejercicio de su actividad son libres dentro del respeto a la Constitución y a la Ley. Su estructura interna y funcionamiento deberán ser democráticos." (Constitución española, Artº. 6º.)
      Pues ahí andan: no cumplen con lo pactado. Lo vemos a diario: salvo excepciones, cada uno a lo suyo. ¡A chupar de la goma!
      ¡Ojalá me equivoque!

miércoles, 4 de abril de 2018

PREDICADORES DE LA IGUALDAD

     La política al uso suele manejar palabras e ideas tópicas, engañosas y vacías, con las que tapar realidades que son, y siempre fueron, inevitables entre personas, aunque si  remediables en parte.
     La igualdad, por ejemplo, está presente en todas las  ofertas políticas. Pero sale uno de casa, extiende su mirada y no hay forma de encontrar esa igualdad, aunque ponga en ello el mejor  de sus intentos.
     La naturaleza es así  y los políticos en vez de garantizar un trato deseable para todo  ser  humano, 
(un trato digno, equitativo y por ende justo),  hablan de igualdad poniendo en marcha una promesa con la que inevitablemente ofrecen  a los  pobres equipararse con los ricos. 
     Quiero decir, al referirme a "un  trato deseable" -no confundirse- al hecho de que también  existe la equidad.  Equidad significa  dar a cada uno  lo que le corresponde en relación a sus méritos,  sin olvidar las necesidades básicas de todo bien  o mal nacido.
     Este es el caso. Hoy, cuando se habla de justicia social, hay millones de españoles que trabajaron en y para España y están sumidos en la pobreza.
     No se entiende que este malestar coincida con gastos excesivos -cuando no inútiles- provocados desde la política para el provecho relativo de unos pocos..
.    No se entiende que a los extranjeros que huyen de sus países se les atienda, con mayor dedicación y medios económicos,  que al  nativo tan desamparado o más que el forastero. 
     No se entiende a los predicadores de la igualdad, que promueven fiestas, cohetes, derroches y otros gastos superfluos  con cargo al erario público, cuando tantos seres humanos sufren carencias ineludibles.
    El cumplimiento de los  derechos humanos se esfuma  allí donde los políticos  no administran. Este derroche,  va contra la equidad. Y va, aunque otra cosa se diga, contra la prosperidad del pueblo llano.
    Los políticos  deberían limitarse a garantizar una buena administración para distribuir  lo que tenemos, sea poco o mucho, con equidad, sin  olvido de  las primeras necesidades para los que nada tienen ni de la conveniencia de formalizar inversiones productivas.
    Por contentos nos  daríamos con esa política de mínimos. Hoy  hay quienes, al menor descuido se alzan con el santo y la limosna.
    Han pillado a dos docenas, pero siguen existiendo a miles. 

martes, 3 de abril de 2018

CÓMO SE PIERDE PODER Y PRESTIGIO

     No es broma. Aquella frase hecha: "La política ha de ir por delante de la economía", tiene su punto de razón. No confundirse: los problemas económicos no se pueden orillar, pero si se aplica para resolverlos una mala política, apaga y vámonos.
     No hay duda de que las ansias de independencia de una región o país, surgen con  fuerza cuando el poder central  se debilita. Combatir al secesionismo puede hacerse con ideas bien hilvanadas sin salirse del ideario democrático. A  eso se le llama política. Pero si el triunfo del secesionismo  cobra cuerpo es  porque  el sector unionista pierde poder y prestigio. O a la inversa; prestigio y poder.
      ¿Por qué y cómo se debilita el poder central unificado?
       Esta es la clave de la política. Su examen  bien merece  una atención extensa y profunda. No puede hacerse en cuatro líneas, pero sí se puede recurrir a un ejemplo. 
       El Gobierno de un país pierde fuerza, poder,  eficacia, prestigio  si, entre sus empoderados,  se generaliza la corrupción, el desmadre y la indolencia. No es una frase hecha: Es la dura realidad. De la corrupción deriva el desprestigio. Luego viene la ruina. El edificio se cae solo;  y se avanza en la caída si, además,  alguien lo empuja.
       Si a esto se añade la poca formación de muchos oficiosos ejecutantes de la política que,  a la buena de Dios, actúan sin ideal, sin  programa, sin  disciplina, estamos llamando al acabose. Son víctimas de su forma de proceder. En democracia cuando mandan los tontos, malo; cuando los blandos toman la batuta, peor: confunden la tolerancia con la indisciplina, el cumplimiento de las leyes sin  concesiones particularizadas, con el descuido  generalizado.
        Es el caso de Cataluña, del País Vasco. y de alguna tolerancia a ciertos sectores privilegiados. Y al revés.  Ahí tenemos a la Guardia Civil, en lucha para igualarse en salarios y dotaciones con los cuerpos de seguridad  de Vasconia y Cataluña! ¡¡Qué vergüenza!! 
       Si la economía irresuelta es mala, las  particularizadas concesiones son peores.
       Así estamos al borde de un estallido.


domingo, 1 de abril de 2018

LA EFICIENCIA DEL FÚTBOL

    Me refiero  al fútbol de los Clubs punteros. Observen por favor, liberándose a tal fin de todo tipo de pasiones y prejuicios, cómo las  masas futboleras,  cuando eligen un club como favorito, se fijan  en los triunfantes; en aquellos que carecen de espacios libres para exponer sus trofeos con holgura.
    Y no sólo estas masas generan fanáticos seguidores de un club ganador, sino que llegan a identificarse con él, y cuentan los goles como propios: "hemos  ganado por tres a cero". El "hemos" los define.
    Observen también este pormenor: los profesionales del fútbol cobran  relieve cuando  el club  los contrata por cantidades ingentes de dinero libres de impuestos (también los paga el club)  y dándoles libertad para recolectar ingresos marginales vendiendo su popularidad para publicidades mercantiles, en este caso con impuestos a su cargo..
      En suma, la opinión pública toma en consideración y aprueba que la eficacia y valía de un futbolista se pague muy bien y con cifras astronómicas. O sea que, por toda una mayoría de aficionados y espectadores,  está admitido el  derecho de los futbolistas a cobrar sumas de dinero muy elevadas,  sin establecer límites. Nunca he visto una huelga ni protestas sonadas porque en el fútbol los varones  ganen mucho más que las damas; ni porque los destacados de una alineación  cobren, también mucho  más que otros menos  eficientes.
      A los ciudadanos  votantes nos interesa  el bienestar de todos y, para conseguirlo,  nos  haría falta fichar talentos entre los mejor preparados, -primeras firmas políticas que haberlas hay-  que sustituyan a los  ineficaces,  mediocres e insulsos,  que son mayoría entre los profesionales y aficionados del ramo, sin olvidar a los fácilmente corrompibles; son muchos más que los ya descubiertos..
      A los políticos hay que pagarles bien para exigirles, a reglón seguido,  limpieza ética, rebaja del número existente y, sobre todo, eficiencia probada para golear a los contrarios en  bien de la mayoría.         No como ahora, que no se sabe, por muchos,  a quién votar.