miércoles, 31 de enero de 2018

EL CAMBIO QUE VIENE

     He vivido muchas veces el inconveniente de no darme a entender. Naturalmente , esto conduce al fracaso. El "no entenderse" es un mal generalizado que  termina por llevar, a toda una sociedad,  al callejón sin salida del cuento. Esto está sucediendo  con el conflicto de Cataluña. No se entienden. Claro está, el fallo puede ser intencionado. ¡El acabose! No hay forma de llegar a un acuerdo.
      Aunque no lo parezca, en esta barahúnda tiene su influencia el cambio que viene;  es decir que ya llueve y mucha gente no  quiere reconocerlo. La señal es infalible:  y nos espera lo peor cuando se llega a la desfachatez de mirar sólo al pasado.
      Vean la realidad. Cuando necesitamos un dato histórico, científico, sociológico, etc., ya no tenemos que recurrir a una costosa biblioteca,  propia o pública. Salimos  del paso con un pequeño equipo digital. Es  una palanca mágica que otorga poder al que sabe manejarla.
       Esta chorradita que cuento -pasar datos, referencias,  músicas, investigaciones, imágenes, inventos, dineros, insultos, aplausos, odios, amores, etc.etc.- de uno  a otro continente , está ya generando cambios contra los que no pueden las armas que se han quedado antiguas. ¿Ustedes creen (por poner un ejemplo) que las fabulosas migraciones, ya grandes pero "in crescendo", no están relacionadas con esa facilidad comunicativa tan inevitable como eficaz de nuestros días?
      Como éste, los problemas (y posibles soluciones), con nuevas dimensiones y nuevas palancas,  tienen un cariz universalizado. Los periódicos locales seguirán existiendo, pero las  comunicaciones influyentes vienen de  otras latitudes. ¿Quién  nos iba a decir que desde Bélgica se está dirigiendo, en tiempos simultáneos, una orquesta política que actúa en Barcelona?
      Hay mucha tela que cortar  y para poco valen las inquietudes al uso. Hemos de aprender nuevas técnicas con nuevo instrumental, para nuevos y viejos  problemas. La cosa ha de empezarse en la escuela.
       Malo. La mayoría no lo entiende.

lunes, 29 de enero de 2018

EL DOGMA NACIONALISTA

       He de poner en claro  que las deducciones referidas a  los "nacionalismos" que yo expongo, se refieren a su doctrina,  no a su dimensión. Son iguales.  a estos efectos para mí, el nacionalismo catalán que el español.
       Y dicho ésto me atrevo a sostener que estamos, en España,  perdiendo el tiempo y el dinero al enfrentarnos a problemas con métodos anacrónicos, cuando este conflicto hoy en día está globalizado; no es un problema de Cataluña  o de España, por citar un caso, sino que tal y como está planteado  afecta a colectividades de otras dimensiones. En nuestro caso a la Unión Europea.
      ¿Qué nos pasa? Estamos confundiendo el "sentimiento" patriótico, con el nacionalismo, que es un "concepto" dogmático. El "sentimiento" Patria se percibe y tiene sus límites: si se convierte en una imposición ineludible, deriva en guerra. Por el contrario, el "concepto" Nación es una "doctrina" con base sentimental. Sobre un imaginario patriótico, termina por erigirse el mandamiento nacionalista, el dogma.
     A los naturales del País Vasco peninsular, -por ejemplo- sede de un pueblo complejo  pero sensible, les costó lo suyo pero, al final, abrazaron la fe católica. La vida -dura y sacrificada para una mayoría- tenía una compensación eterna: el cielo.
     Llegó Sabino de Arana, apóstol nacionalista vasco, y le dió al catolicismo un giro patriótico (pese a ser universal su doctrina); consiguió impregnarlo de fe patriótica religiosa y consagrar la santidad de la Nación vasca.
     Podrán decir que existe un nacionalismo ateo, pero tiene poco porvenir asociativo. Lo domina el materialismo, que ahora confunden con el "estado del bienestar;  suelen, poco a poco, ganar terreno pero no con el nacionalismo  politizado, sino con dos corrientes políticas al uso: el totalitarismo jerarquizado o el capitalismo globalizado. (Ver China  o los EE.UU.)
     Al nacionalismo catalán lo esta frenando la Europa globalizable.
   
   
   

viernes, 26 de enero de 2018

TEORÍAS DOCTRINALES

     La democracia es un anuncio que pregonan y dicen aplicar por sistema, casi todos los que se dedican a la política en el mundo civilizado.
     Después de estar de acuerdo en  la defensa de ciertos principios, tal que la libertad de enseñanza, en la práctica se hace imposible el ejercicio de este derecho y en las escuelas se uniforma la docencia siguiendo los criterios del poder dominante.
     Puede advertirse que los nacionalismos, desde que se hicieron notar - y hablo del impuesto de los grandes países- se sintieron llamados a fortalecerse,  a mantenerse dominantes  y a monopolizar su grandeza por todos los medios a su alcance.
     Convencidos los rectores de cada país nacionalista de la importancia que tiene,  a la hora de convencer y ganar adeptos, exaltar  el idioma hablado por  una mayoría, no dudaron en declararlo oficial e imponer su enseñanza desde una óptica  que tampoco dudó en exaltar  las virtudes patrias aunque no pudiera probarse su existencia, Se pasaron la libertad  de enseñanza por el forro y en ello estamos: libertad de enseñanza sí, de acuerdo, pero según convenga, no al bienestar de cada uno sino al ídolo de turno, en muchos  casos a la idolatrada patria.
      Es que lo quiere  el pueblo. Lo ha pedido en las urnas y en manifestaciones multitudinarias. La democracia es del pueblo y para el pueblo y las minorías ¡ya se sabe!  tienen que admitir y plegarse a la ley de los fuertes.
      El más fuerte impone sus criterios bajo auspicios totalitarios, que no democráticos. Por eso, para evitar abusos, para dignificar a las personas,  las Naciones Unidas decidieron aprobar la Carta de los Derechos Humanos individuales y prioritarios respecto a los derechos colectivos.
      Por eso, en España, la democracia está aherrojada. Es decir hecha una caca. Lo vemos a diario.

jueves, 25 de enero de 2018

CANTÓ LA GALLINA

     El clima mediterráneo se presta como pocos a la ficción. Todos los días amanece. Nuestro despertar soleado, propio de estas latitudes, nos induce al optimismo. El optimismo casa bien
con la mentira. ¡Buenos días! ¿Qué gano yo, ni nadie, con el pesimismo a cuestas?
     El político siente la injusticia que padecen los débiles. ¿Por qué sufren? y ¿por qué sufro yo? Por ahí se empieza.
     Claro está: Ahí nace el optimista. Tiene facilidad de palabra, es expresivo en el gesto, interpreta y se ofrece. Y convence.
     Convencer es una forma de vencer; una versión  facilona del futuro. Puro optimismo. Y para alimentarlo, hay que hacer promesas. Tarea fácil. Lo difícil es darles realidad. Además, los hechos prueban que el triunfo auténtico, el que resiste la prueba del sacrificio, hasta del dolor, es personal. Hay que ganárselo en el quehacer diario  con perdurable voluntad. He ahí el sentido de la educación. No son las leyes las que obligan: son los valores personales.
     La versión política del sacrificio superficial se resume en una frase histórica llena de contenido: "París bien vale una misa".
     En Valencia ha surgido una  muestra de arrepentimiento de la que es protagonista un político que pasará a la historia. Ha cantado  como gallina la puesta del huevo. ¿Se le puede creer?. A mi entender, no. ¿Por qué? Por su desparpajo. Antes fingió inocencia; ahora arrepentimiento. Y tal virtud, sólo se alcanza con el cumplimiento de la quinta condición: satisfacción de obra, Esto es devolver el dinero estafado a sus legítimos dueños.
     Que conste: no prometo nada. A cada palo, su vela.

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miércoles, 24 de enero de 2018

PALABRAS HUECAS Y RESULTADOS COSTOSOS

     Las tareas propias de la vida moderna son complicadas; incluso para salvar dificultades frecuentes y sencillas, como puede ser, por citar un  caso,  la apertura de un envase dotado de cierre hermético. Es mi punto de vista y lo tengo en cuenta. Se necesita un cursillo de aprendizaje. No digamos si lo que se pretende es que un personaje político  no diga ni haga chorradas. 
     Esto me lleva a pensar que pocas veces reconocemos nuestras limitaciones. Esta conclusión me acompleja; o llego a deducir que son los demás quienes disimulan sus fracasos: no los reconocen o no quieren reconocerlos como propios.
     No voy a citar casos personales que podrían considerarse injuriosos; casos tan expresivos o más que el telegrama  cursado entre dos amigos,  compañeros de estudios, para anunciar el éxito de un tercero que era un botarate. El mensaje resumía una sorpresa: "Te juro por mi madre que a Cirilo lo han hecho Ministro". Y contestaba el destinatario: "No me lo puedo creer".
     De estos "Cirilos" hemos visto muchos,  y no echemos la culpa a la democracia: los errores de algunos políticos -sin hacer cuentas mal intencionadas-  nos están costando a los españoles una millonada. Han dejado pequeña la maldición del "más se perdió  en Cuba".
      El "Estado del bienestar" que tanto nos prometen, se aleja de España -y de los españoles más necesitados, que son los que importan- por la sencilla razón de que nuestras estructuras políticas y sociales, además de muy costosas, no pueden estar más contraindicadas. ¡Con la carga que ya, sin más adornos  hay que soportar!
      Por eso, por los excesivos y tantos inútiles gastos del sistema, nos endeudamos sin raya roja que haga de freno.
     ¿O creen ustedes que las figuras catalanas que andan por Bélgica  pagan viajes, estancias y aprovisionamientos de su bolsillo?

martes, 23 de enero de 2018

EVOLUCIÓN DE UN PUEBLO

     A Sabino de Arana hay que agradecerle su claridad, su expresión sincera y sin tapujos. 
     Sentía curiosidad y deseaba saber a quién debiera de aplicarse, y a quién no, la condición de vasco. Quién es, y quién no, vasco con abolengo, vasco de origen: el que de verdad resulta ser auténtico.
      Sabino de Arana nos ilustra y nos precisa el concepto de nación:
       "Empleo aquí el término nación –nos dice- en su sentido más estricto de conjunto de familias procedentes de un origen físico común y próximo,  análogas entre sí y distintas de las demás por sus caracteres morales y físicos. Es un término etnológico, no político, como es el de estado. La nación es producto de la naturaleza, el "estado" es  obra de los hombres. Ningún hombre puede cambiar de nación aunque quiera. A ningún vasco puede hacérsele de nación española o francesa, ni a tiros de cañón: como ningún español o francés podrá jamás ser vasco. ¿Por qué? Porque España y Francia
son naciones latinas, y el vasco no es latino; sino... vasco".
      Sabino de Arana reaccionaba así, ante la masiva llegada de emigrantes a la zona minera de Vizcaya que, a su entender,  contaminaban los “buenos usos y costumbres” del Pueblo Vasco.
     Al paso de los años, la emigración se generalizó y han sido los propios nacionalistas, seguidores de Sabino Arana, quienes han ido modificando su criterio, por la sencilla razón de que se fueron humanizando en bien de todos. La nacionalización ya es posible para los forasteros.
      Por otra parte, los vascos con pureza de sangre -sin mezclas- son minoritarios. Los nacionalismos 
se salvan gracias a por los votos favorables depositados en las urnas por millares de personas étnicamente consideradas  “latinas” en los textos sabinianos.
      A estos neo-vascos se les ha facilitado su integración  en Euskadi, por medio  del euskera,  y  a que la mayoría no se siente discriminada por características raciales.  Han cambiado, algunos, eso sí,  la ortografía de sus apellidos y los más el nombre de pila, ahora  "euskarizado".
       El cambio ha dado sus frutos.
       Con todos los respetos, constato hechos.









lunes, 22 de enero de 2018

UN DESACIERTO POLÍTICO

     En cualquier planteamiento o debate político suele filtrarse, como normal,  el discurso vengativo  que consiste en divulgar, atacar y despreciar  los defectos y errores del adversario o enemigo, aún sin pruebas.
     No confundirse: algunos políticos españoles llevan años  poniendo las cosas en su sitio cuando, . hasta  los más destacados miembros de ciertos  grupos políticos caen en la tentación de sisar. Esta conducta no prestigia a los protagonistas sin escrúpulos. En consecuencia, pierden poder,  si la crítica, publicada a los cuatro vientos, responde a la verdad y despierta la atención de las masas votantes..
     En buena lógica, cada partido político vigila por sistema la conducta  de  sus adversarios y  si abusan por codicia, aprovechan la ocasión para actuar  como  voceros, en línea con sus justos deseos de que los demás pierdan votos.   
     Así está la cosa: el partido que gobierna España no ha querido o no ha  sabido (o las dos cosas)  reconocer sus fallos delictivos publicados con expresiva claridad; no ha sabido darlos por existentes, buscar a los culpables,  echarlos fuera con un buen barrido, arrepentirse, pedir perdón y reparar daños y perjuicios.
      Disraeli, político británico bien curtido del siglo XIX, nos dejó esta  frase digna de ser recordada: "Piensa antes de hacer; pero no te pases tanto tiempo pensando,  que no  llegues a  empezar". Y su complementaria que sigue inédita:"Cuando los hombres son puros, las leyes son inútiles; cuando son corruptos, las leyes se rompen".
     La Constitución española concede a los Gobiernos medios para combatir excesos,  aún  siendo sus autores parlamentarios con fuero propio.
     ¿No quisieron o no pudieron? No quisieron por un mal entendido compañerismo.
      Ahora  hay que pagar la factura. Y no  vale la fórmula italiana de "tápate la nariz y vota a la Democracia Cristiana". También fracasó en Italia.

sábado, 20 de enero de 2018

VIOLENCIA Y VILEZA

     El trajín de la política es tan enrevesado como posible. En buena ley, dedicarse a la política, en teoría, equivale a ser virtuoso, leal, honesto y ejemplar. Pero la vida enseña. Y la vida política está llena de basura: como si tal comportamiento - segregar vilezas y contaminar los  espacios libres -  fuera una virtud.
     No hace mucho, un personaje de la palestra catalanista, afirmaba sus cualidades, su autenticidad,  su conducta modélica dando a entender: "no soy violento,  porque soy creyente". Algo así como sostener "soy católico, porque no creo en Dios". Téngase en cuenta que las  creencias cuanto más firmes son más rigurosas, menos tolerantes, más dispuestas a la imposición por la fuerza  de criterios  y conductas y a penalizar  con violencia al discrepante, también  considerado pecador.
      Estos políticos se prestan  voluntariamente a ser elegidos, para cargos de responsabilidad,  amparándose en unas normas  que la mayoría votante se dió para funcionar sin violencias. Henos aquí que estos "honestos"  doctrinarios no  están de acuerdo con esas normas. Entonces, en un alarde virtuoso, anuncian que van  para ser desleales, es decir, juran o prometen de forma explícita que, al conducirse  así por "imperativo legal", están libres  "en conciencia" para hacer lo que más les convenga, lo que les dé la gana.
      La violencia tiene muchas vías para manifestarse, algunas indoloras; y la vileza también, algunas con apariencia de virtuosas. El abolengo celtibérico de los españoles, sufridos y creyentes, no sirve para vivir en paz. Y para más ciscarnos, tomamos por virtud lo que en otros pueblos consideran vicio.
      La política, así no hay quién la entienda. Moriremos de asco por  imperativo legal.

viernes, 19 de enero de 2018

ESTADO DEL BIENESTAR

     La razón de ser del "estado del bienestar" no es otra que la de eliminar los efectos de la pobreza dentro de cada país.
     Para que esto suceda con normalidad y eficiencia, hay que organizarse; se ha de mantener  un conjunto de actividades económicas productoras de bienes y servicios de alta rentabilidad. Han de ser muy rentables para el que  ejerce y dirige el cotarro y, por tanto,  susceptibles de soportar una elevada presión fiscal  proveedora de fondos para  el bienestar de los necesitados.  
    Es probable que para cumplir estas condiciones básicas y que el sistema funcione, hayan de  introducirse reformas y cambios que chocan con algunos hábitos y costumbres,  muy extendidos entre españoles de todas sus nacionalidades y regiones. Por ejemplo una reforma fiscal que reduzca  a mínimos la defraudación tributaria.
    Hablemos de España:  sería imprescindible  satisfacer la necesidad que se siente de saber con exactitud el importe de los dineros que escapan del control fiscal, para acabar con la epidemia. Y no nos engañemos: haría falta, además, darle un meneo radical al sector de la enseñanza,  para formar muy buenos profesionales y competir con ventaja en la palestra de la aldea mundial. En el fondo el bienestar va parejo a los estímulos renovadores y a cualquiera se le alcanza que la investigación pujante está (y estará) en manos de los mejores científicos.  
     Usted lector comprenderá que una iniciativa de este estilo, bien explicada y puesta en marcha por unos buenos y honestos políticos,  sería beneficiosa para una  inmensa mayoría de ciudadanos españoles de ambos sexos, y no originaría ni gastos inútiles, ni pérdidas de tiempo,  ni cabreos odiosos, ni  fricciones fronterizas.
     Es decir que estamos perdiendo el tiempo y el dinero en lo que en mi pueblo llamaban chorradas del sacristán.
     ¡Así que pintan bastos!
    

miércoles, 17 de enero de 2018

ELECTORES Y ELEGIDOS

     Si España quisiera dividirse de veras, podría trazar una línea roja entre administrados y administradores; entre ciudadanos electores embridados por sus obligaciones y  magnates  dominantes elegidos para enseñarnos civismo con su limpia conducta. .
    Todos- unos con buena intención y otros por el bien  parecer- estamos preocupados con la trayectoria que nos espera: endeudarnos  hasta las cachas para reunir el total necesario con que pagar a los pensionistas, sin grandes mermas, su merecido retiro. No hay fondos suficientes para reunir el total de millones de euros, necesarios para atender este compromiso.
    Existe una costumbre muy española -y no digo que sea corrupción- que permite a los políticos designados para desempeñar un cargo oficial,  llevar consigo como personal de confianza y poner en nómina a un buen número de conmilitones que van a funcionar como asesores y cargos por el estilo.  En otros países, se valen del personal oficial ya en nómina, para evitar gastos fácilmente eludibles
     En esas tareas, entre políticos y compromisos anejos, se colocan en España unas 500.000  personas, repartidas entre las dependencias del Gobierno central, de las Comunidades Autónomas, de los Ayuntamientos y otras entidades oficiales. En Alemania no llegan a 100.000 los  elegidos para estos menesteres, cifras que me aporta una publicación que  parece verosímil y siempre salvo error u omisión.
     Es decir: no se pueden pasar por alto ni quitar importancia a estas que parecen fruslerías implantadas bajo consignas de apariencia sagrada, como servirse de la frase "personal de confianza" para enchufar a un pariente, a un amiguete o cosa  parecida.
     ¡Veremos como salen los políticos de esta encrucijada! Sospecho que con alguna chapuza.

martes, 16 de enero de 2018

FEDERAR, UNA FORMA DE UNIR

       Quiere decirse, por principio, que la federación de países tiene sentido cuando  se trata de unirlos en beneficio mutuo. Podrían federarse España y Portugal,  si convencida una mayoría de portugueses y de españoles. preconizasen bendiciones para ambas partes. No sucede así y todo sigue igual
       No es el caso de España sola, nación ya unida; claro que algunos -no pocos-  quieren separarse.           Este es el conflicto y si queremos superarlo no podemos caer en el absurdo ni en el ridículo de hacer de la realidad un caricatura.
       Hay que reconocer que a fuerza de machacar, se abre paso el que llaman "derecho a decidir" en beneficio de pueblos y países. Este "derecho" -es verdad- no parece bien definido, pero es justo, equitativo y razonable reconocer que algo cuenta la  historia de cada territorio.  Cataluña tiene historia, y  lo mismo sucede con Granada, o  Murcia; y con Andalucía  o León o Castilla; y con la provincia de  Álava, con tantas o más razones que las esgrimidas  por los inconformes separatistas de Cataluña para darle independencia.
       Veamos: literalmente, la Constitución española "ampara y respeta  los derechos históricos de los territorios forales" y Álava es un territorio foral, por cierto separado de Guipúzcoa y de Vizcaya  y de las demás tierras vascas calificadas como hermanas pero,  eso sí, cada una con su propia casa donde mandar. Y con su propia historia
       Entonces, ¿cuál es la clave del problema? El mayor número de partidarios de la separación, frente al al que optaría por una federación de Cataluña y Euskadi con España.  Federar es una forma de unir y los secesionistas no están para hacer buena esa labor.
        La mayoría de los  políticos partidarios de la secesión, como buenos machacadores,  cuentan con todo tipo de facilidades, -incluida la escuela-  para convencer a sus coetáneos de que si divides vencerás.
         Y los políticos "unionistas", ¿qué? Pues mirándose el ombligo durante décadas para extasiarse con su belleza.
          Este es el problema, aquí y en el quinto pino. Problema que tiene responsables, puesto que la secesión se veía venir mientras se fraguaba la Constitución. Por no decir desde siempre.
          En democracia el que pierde votos, pierde poder. Pero no se enteran. Creen que todo tiene arreglo en Madrid.
         Pues no; esa es la cuestión. ¡No acaban de irse!

lunes, 15 de enero de 2018

EL AUTÉNTICO PROBLEMA

    Hablar de España a estas alturas es una prueba de optimismo. ¿Y por qué? Por una sencilla razón. Porque viene siendo gobernada -llamémoslo así- desde hace siglos,  por una colección de españoles que -salvo casos aislados-   no supo administrar sus reducidos recursos.
    Los que han seguido de cerca la evolución de las aspiraciones nacionalistas de Cataluña y del País Vasco peninsular, no negarán que siempre hubo secesionistas. Querían gozar, y  siguen queriéndolo, cada uno de ellos, de un Estado independiente.  Sabían de sobra que vascos y catalanes, eran distintos,  de otra raza,  con su propio idioma,  sus dotes y virtudes, su sensibilidad para el arte, sus costumbres... ¿A qué insistir? Había que votar que sí, aún a sabiendas de que los antecesores  de la mayoría eran y son charnegos o maquetos. No fue un acto de valor. Era un arrepentimiento tardío para acabar con la vergüenza de descender de una raza inferior.
     Expresarse así es duro, lo comprendo,  y la que se llamó judaización en tiempos  idos, es muy actual y no solo española.
      No es que personalmente me sienta  contrario a un  proceso autonómico  ni a que los naturales de un país quieran administrar la vida de una región, de una comarca, de una ciudad o un pueblo... Todos nos necesitamos porque estamos hechos de la misma madera y lo que llegue a valer una  colectividad, depende de cada uno de los habitantes que la integran. No es un problema de raza, de idioma, de pigmentos o colores... Es un problema individual, de cada persona... de su voluntad... Un país es rico si lo son sus habitantes. No puede serlo si sus habitantes se empobrecen.
     Ahora, cuarenta años de experiencia, nos demuestran que España es un vivero de falsas naciones emergentes, capaces cada una, de  que los españoles -vascos y catalanes  incluídos- , seamos  cada día  más pobres, o menos ricos.
      ¿Saben  los que llevan las riendas de España y de las  CC.AA. -todos-  lo que nos cuesta a los españoles las discordias entre políticos con aspiraciones insolidarias? ¿Qué no?
      No me hagan caso. Lean a los más enterados y neutrales politólogos, que no politicastros.
      Y miren hacia la escuela. Ahí está el problema.
   
   
     

sábado, 13 de enero de 2018

COMARCAS RURALES OLVIDADAS

     Entre los vocablos dominantes al uso,  propio de  los apóstoles del bienestar generalizado, hay dos que  se aplican como si salieran del tarro de los milagros: igualdad y democracia.
     Claro está: la democracia tiene mil intérpretes y la igualdad es una entelequia, es decir un ideal, un sueño.
    Nací y vivo en el territorio foral de Alava. Soy de una comarca  -Valdegovía-.que se pobló en el medievo a su manera  en circunstancias difíciles,  asumiendo  usos y costumbres que al paso del tiempo  se hicieron ley, para vivir de la agricultura y la ganadería. Este desarrollo se extendió en las zonas limítrofes y al cambiar el escenario, el clima y la fertilidad de la tierra,  también lo hicieron los usos y costumbres. Los pueblos eran parecidos pero nunca iguales.
      Estas comarcas hoy están despobladas, como otras muchas del resto España, pese a que,  en la actualidad, el paro que se concentra en las ciudades es una plaga. Este desequilibrio, unido a otros de distinto corte, nos conduce a fomentar la pobreza de las  clases medias y bajas de la España actual.  En cada comarca despoblada baja el nivel de vida.  La desigualdad que se quiere suprimir, crece. Y crece el desánimo y la pérdida de valores entre los pocos que se quedan en su lugar de orígen. Serían muy distintos  estos pueblos si tuvieran vida.
       ¿Y qué hacen las autoridades competentes?  Teorizar y disputar.
        Aquí, en este territorio foral alavés, -como en tantos otros que no tienen esa ventaja- hay un estudio muy completo sobre este problema y ofrece soluciones. Teoría. No hay quien ponga la primera piedra. ¿Democracia? ¿Del pueblo y para el pueblo? ¿Igualdad? ¿No será para los que vienen de fuera?
       

viernes, 12 de enero de 2018

PERSONAS, PAÍSES, POLÍTICOS

     Adviertan esta realidad: a los políticos les preocupan los países y en sus programas de futuro incluyen con preferencia cambios que, se entiende,  dignifican al género humano organizado como nación o ente parecido.
     Quiero decir que su proceder es genérico y se concentra en  problemas o  males colectivos. Por ejemplo: prometen la enseñanza gratuita, la reducción de impuestos, el arreglo  de la red de caminos.  etc., etc.  para multitudes, pero no bajan  a ver cómo vive el individuo, cada persona. 
      Mejor dicho: la persona no suele ser objetivo directo que preocupe a  los políticos, salvo aquellos casos que afectan a sus particulares intereses. Al fin y al cabo, como cualquier hijo de vecino, el político está rodeado de familiares, camaradas, amigos... o prójimos cercanos e influyentes personajes  a los que no olvidar: hoy por tí, mañana por mí.
     Para ser  más exactos,  los políticos, por lo general, proyectan sobre las masas sus grandes y generosas ambiciones y reservan para los elegidos las inmediatas satisfacciones.
     Y así vamos tirando...
      Por ejemplo los españoles somos los europeos que más caro estamos pagando el consumo de energía eléctrica. Es una tarifa doble de la vigente entre los suecos, siendo como son ellos en su mayoría ricos y nosotros pobres o medio pensionistas.
      ¿Por qué sufrimos esta injusticia?
       Porque los españoles, de uno en uno, somos capaces de crear masas para llenar calles y parajes  diversos con criterios procesionales y nos resignamos a que nos condenen a ser pobres en masa, castigando a la persona con iniciativas, a retirarse en su austero domicilio, al calor de unas pocas y pobres ascuas que no interesan a la voracidad política.
       Son mayoría los políticos que buscan la puerta giratoria con la que satisfacer sus ansias personales. La corrupción sigue en marcha. Mientras  la mayoría cede lo poco que tiene para pasar el invierno, una sociedad productora de energía eléctrica  anuncia el pago de un 10%  de intereses al capital invertido por en este negocio.
       No es demagogia. Es la puñetera realidad:  Asistimos  a una merma del poder adquisitivo de los mortales ya empobrecidos en beneficio de unos pocos privilegiados. Los alfa de nuestra generación.



jueves, 11 de enero de 2018

DOS PARTIDOS EN FASE CRÍTICA

    La guerra civil española de 1936,  dentro de un clima político desgarrador, fue letal y destructiva. El estallido se produjo sin que nadie -entre los bien informados- pudiera anticipar el resultado, ni mucho menos, las consecuencias que padecerían mas tarde millones de españoles, ajenos a los episodios bélicos que nunca pudieron imaginar.
    Casi cuarenta años de dictadura, no se explican si no se recrean  las circunstancias que hubieron de superar millones de nacidos en la España desnortada,  sufridores de una larga posguerra a la que llegaron desde la ignorancia propia de los que han de sudar la camiseta para ganarse el pan de cada día.
     Todo podría haberse evitado si los socialistas que se decían demócratas y los católicos  que se sentían cristianos, hubiesen decidido hermanarse sin traicionar sus principios, para por vías pacíficas evitar el arribo de dos tendencias totalitarias: la roja y la azul, dispuestas a hacerse con el poder al precio que fuera.
     Cuando, más tarde,  llegó la democracia, estaba vivo  el recuerdo de la guerra. Las angustias y estrecheces sufridas seguían en la memoria de muchos españoles.  Se produjo el milagro.
      ¿Y ahora qué?
       El caldo de cultivo está propicio para volver a las andadas. Perdidos los malos recuerdos del pasado, abiertas las cicatrices de la pos guerra, ni unos ni otros  -salvo excepciones por cierto muy valiosas-  perciben que hay barreras que no conviene romper. Pero algunos políticos, muchos, están dispuestos a repetir  la historia.
        Ahora, cuando ya han crecido los enanos, la cosa se complica: La vieja y griposa derecha y la no menos débil consabida  izquierda, han perdido votos a montones y no saben  innovar para recuperarlos. Están en fase crítica.
        Momentos poco propicios para encandilar  a los votantes.
   

miércoles, 10 de enero de 2018

PROBLEMAS QUE NO SE PALPAN

     Por ejemplo el de las limitaciones energéticas. Aumenta la demanda y se encarece el suministro. Y lo que es peor: muchas de estas fuentes de energía -me refiero a las de origen fósil- se agotan. Menos mal, que avanzamos en el desarrollo de las renovables, aunque no con la celeridad debida a las necesidades futuras.
     El dinero que sale de España para costearse esa energía fósil (carbón, petróleos, gases) es ignorado por la mayoría de sus consumidores. La energía que importamos, ronda el 75% del total  energético consumido. En euros -un pastón- superamos los 120 millones diarios en traer de fuera la  energía fósil. (Cifra de referencia variable,  meramente indicativa).  Al año, unos 45 mil millones de euros (s.e.u.o.).
    Naturalmente se impone el cambio por agotamiento. En un número limitado de años se impondrá el uso de las energías renovables y se limitará  -por falta de espacio- el gasto de vehículos de cuatro o más ruedas salvo aquellos que se destinen a usos colectivos.
    En fin, que si los seres humanos pensáramos en lo que nos espera a lo mejor tendríamos superado el pleito de Cataluña y otros de más enjundia, como son las pensiones de los mayores.
    Pero España se divierte pisando los callos del vecino y dígase lo que se quiera no está constituida por una pluralidad de naciones, sino por una amalgama de cantones donde alimentar la codicia de unos pocos que se sienten superiores. ¡Y esto no  hay quien lo arregle!
    Hemos tenido que ver cómo los más listos se las ingenian para idear las empresas multinacionales sin fronteras que,  gracias a las peleas de los enanos los pueden dominar  y succionarles euros y otras monedas con sanguijuelas anestésicas. Es decir que te chupan la sangre pero ni se nota.








 
 

martes, 9 de enero de 2018

EL CARGO Y LA CARGA.

     Cargo: me refiero a los políticos y a la persona designada para desempeñarlo. Carga: ha de ser entendida como obligación aneja a un cargo u oficio. Concretado el tema, vaya por delante una  afirmación -discutible, por supuesto- : los políticos, al ser designados para  ejercer un  cargo de relieve, rara vez lo rechazan y menos reconocen que no están preparados para asumir esa responsabilidad, para asumir la carga que conlleva.
      Hace unos días, con ocasión de una nevada, se atascó la circulación de automóviles en una autopista muy concurrida y los conductores y sus familias se vieron obligados a sufrir una espera impropia de un país europeo donde se supone nos acochinan a fuerza de impuestos.
      De inmediato, los periodistas de turno empezaron a sobar el tema y a buscar responsables políticos, y entre ellos algún que otro Ministro. Me recordaban el episodio del inspector de enseñanza  interrogando a un alumno ante su maestro:
      - ¿Quién escribió el Quijote?
      -  Yo no he sido -respondió el escolar compungido.
       El inspector miró al maestro con actitud indagadora y éste respondió:
      - Si el chico dice que él no ha sido, dice la verdad; es de fiar. No ha sido.
       Al ministro le sucedió lo de siempre: encariñado con el  cargo, no aceptó la carga que -como casi siempre sucede- se la adjudicó al maestro armero.
       ¡Oh sorpresa! Nada nuevo bajo el sol.

lunes, 8 de enero de 2018

CLASES DESCAPITALIZADAS NACIONALES

     No es difícil entenderlo: hay países que saben situarse en vanguardia,  capaces de prosperar donde otros, -los más- no  aciertan a dar una  en el clavo y se pasan la vida obligados a machacar a la herradura; nada que sirva de provecho al que tira del carro, aunque  favorezca a quienes van encima y llevan el mando. Consecuencia: hay muchos. países retrasados.
     Tampoco cabe asombrase porque en un mismo país  convivan pobres y ricos, entre los cuales las grandes diferencias  van en  aumento y por barrios. Los residentes en las zonas pobres soportan unas condiciones de vida harto exigentes y difíciles de superar; los otros sufren menos.
     Pese a todo, estos países de medio pelo admiten las migraciones masivas. Las admiten por razones a veces justas y otras perversas; unas generosas y otras egoistas.
     En los países, donde el paro hace estragos y sobra la oferta de mano de obra, trabajas barato o no trabajas, salvo que seas un fuera de serie en tu oficio o profesión o te dediques a la política remunerada y clientelar.  Los políticos de buena fe suelen tener resuelta su vida, pero de esta clase quedan pocos; los demás, a lo suyo, se localizan y generan corrupción.
    España pasa por ese trance: los salarios no medran o lo hacen en dosis ridículas. El resultado está ala vista: hay demasiados pobres que lo pasan mal en beneficio de unos pocos que viven muy bien.
      ¿Es la Constitución la que ha de modificarse? Primero habría que cumplirla y pasada la  experiencia ya veríamos.
       Deberíamos dar menos importancia al retrovisor, y con la vista al frente, seguir el norte que ya han descubierto en otras latitudes: innovar. Pero innovar no supone romper con lo antiguo si es bueno. Innovar es promover puestos de trabajo (donde se trabaje de verdad) dignamente remunerados y gastar menos en subvenciones politizadas, empleos  inútiles también politizados y otras  monsergas.
       Lo malo es que hay leyes a toneladas que son disuasivas y con efectos de llamada.
     

sábado, 6 de enero de 2018

CLASES CAPITALISTAS TRANSNACIONALES

     Nunca pensé que llegaría a cumplir años en el siglo XXI. Y aquí estoy devanándome los sesos para entender la importancia que tienen las tendencias globales en la prosperidad futura en bien de los seres humanos.
     He llegado tan tarde a esta suma de ideas, está tan limitado mi lenguaje, es tan complicado el mundo de siglas, que me pierdo. Pero no cesa mi curiosidad y esto me martiriza.
     Parece ser que el futuro de los pueblos está unido al futuro de los mercados. El que más chifle, capador, que se decía en las zonas rurales. El que más y mejor venda, será el amo. Y vender o no  vender o vender mal o bien, no es cuestión de masas, sino de personajes que huelen el beneficio a distancia.
     Así parece, a mi  modesto entender, que se está  organizado la feria y a nosotros, como a otros tantos pueblos -catalanes y vascos  incluidos-,  nos pilla el montaje del tinglado discutiendo como en la fábula, si los feriantes son galgos o podencos o si deben ser varones magos o damas mágicas los  personajes principales de una cabalgata infantil sacrosanta, montada para vender lo que fuere incluso  en nombre del Dios niño. ¡Todo está inventado!
     Me encuentro con que ya están organizadas las "Clases Capitalistas Transnacionales", que siendo de ámbito universal, lo primero que buscan es qué vender y a quién vender, con  beneficio, claro está: armas de fuego, por ejemplo ya que no hay mejor comprador que el pueblo mandado por unos jerifes que odian al vecino; o la droga que desean los maniatados por el tóxico; o los veraneos, también llamados turismo cultural gastronómico (el ciscarse con la capa puesta) y cosas así.
     Nada nuevo bajo el sol.
      Con los políticos -salvo excepciones, menos mal-, metidos en el basurero .

viernes, 5 de enero de 2018

IGUALDAD Y LIBERTAD

     No es cierto al cien por cien, pero las artes de la política están  muy relacionadas con esta doble oferta,  defendida por los aspirantes al poder para hacerse con el mando: igualdad y libertad para todos los seres humanos.Luego está la fraternidad, -la solidaridad en lenguaje puesto al día- algo difícil, casi impracticable: una pintura optimista muy de desear pero también  muy olvidada.
     Usted, lector, está en su derecho  de llevarme la contraria pero si toma conciencia de cómo esta organizada la vida de los seres humanos, de sus congéneres, verá cómo son víctimas,  en muchas ocasiones,  de la libertad ajena -por encima de la propia- y no digamos de la desigualdad organizada para que un mindundi cualquiera trabaje a las órdenes de un superior por cuatro miserables reales.
     Naturalmente, todo político mal criado en ese clima, se siente llamado a corregir la doble anomalía, doble deficiencia, y se va encontrar con que su ocurrencia no es nueva: las religiones monoteístas, con la promesa de un  cielo y un infierno (y no confundir: la fe religiosa tiene, además, otros horizontes) no hacen sino consolarnos: todos somos iguales ante Dios y gozamos del libre albedrío del cual somos responsables.
     Pero el desalmado dinero que todo lo puede en este mundo traidor, no hace otra cosa que comprar libertades y establecer desigualdades. Al fin, en ese  vil trajín  con papel estampado,  con tarjetas de crédito y con un sobre valorado metal, es donde anida el tinglado de la política y, usted, con dos dedos de frente discurre: aquí si no  te haces rico terminas mordiendo polvo.
     Claro está: una de las formas de enriquecerse obliga a una mayoría a seguir por el camino de la política. Puedes empezar sin tener donde caerte muerto y terminar forrado tú y los tuyos. Hay excepciones.  Lo demás está podrido.
      ¡Menos mal!
   

jueves, 4 de enero de 2018

UN AIRE PODRIDO NOS ASFIXIA

     No es mi deseo generalizar, pero si fuera cierto que la excepción  confirma la regla, llegaríamos a esta conclusión: la democracia española está podrida. Todos los partidos que han ejercido el poder absoluto en sus múltiples versiones, tienen en su historial  manchas de las que avergonzarse.
     Y esta España nuestra,  que pierde el tiempo discutiendo si es lícito  o no que participen damas  fingiendo que son  reinas en una cabalgata para niños, se cae de culo  y de ahí no pasa, aunque les informen que el sector energético pega una subida de Dios te ampare hermano,  en este mes de enero del 2018..
     Sube el gas, sube el petróleo, el carbón, la electricidad, hasta la leña y todo transcurre dentro de una linea de resignación mientras el mundo de la política  se dedica a montarnos números de circo a, cara de perro y a organizar muchas elecciones.
     Veamos: en las ciudades no se respira el aire puro, mueren mensualmente decenas de personas en carreteras  y autopistas, pasan frío millones de necesitados, los mares contaminados no pueden asimilar toda la mierda que les llega, la atmósfera está recalentada, el curso de los ríos alterados se queda sin peces, los ricos son más ricos y los pobres más pobres...
     ¡Ajo y agua!, diría mi abuelo.
      Y, como es lógico, las escuelas de España a la cola entre las que participan en pruebas periódicas internacionales para saber cómo respira la docencia patria
      No echen en olvido que la gran crisis es mundial. Que mandan  las grandes multinacionales por encima de las naciones y paga la plebe. Y los políticos, casi todos -salvaremos a unos pocos- en lo más frondoso de la higuera haciendo colección de brevas y organizando el desfile de "reinas mágicas"
     

miércoles, 3 de enero de 2018

ESPAÑA Y LA EUROPA UNIDA

     Toda nación que se precie, si es miembro de la UE,  ha de estar regida y gestionada por un equipo de políticos capaz de organizarse para ser influyentes en la Unión.
     Lo cual, dicho así, en frío, puede parecer una desiderata: un relato de nobles deseos insatisfechos de difícil logro.  España está en ello. Y gracias a esa influencia se  ha podido controlar, por ahora,  la crisis de Cataluña.
     Pero si los gobiernos no aciertan a gestionar su propio país en beneficio de sus ciudadanos (no de sus políticos),   es indudable que  esa influencia decae y el problema adquiere dimensiones inabordables para una nación que no acierta a superar del todo su otra crisis: la económico-social.
     Por esta razón es ineludible mirar por dónde y cómo se anuncia la llegada del futuro y tomar conciencia veraz de la  qué nos espera: lo que nos sobra y lo que nos falta para estar en forma, para  llevar la iniciativa y  dominar los movimientos secesionistas en bien de la gran mayoría de españoles, sin perjudicar -todo lo contrario- a los que no quieren seguir en España. Todo sin quebrantar  un deseado equilibrio democrático.
     Después de conocido el resultado electoral autonómico, pueden formar gobierno en Cataluña los  mismos causantes de  la crisis regional.. Esto induce a pensar que vamos a volver a las andadas. Con la particularidad de que  el Gobierno central ha perdido votos, está tocado.
    La tendencia de los políticos españoles  frente a  los secesionistas, solo parece tener una salida: el diálogo en el que los españoles conceden y sus adversarios ganan. Lo dicen ellos mismos: Se trata de ganar treinta o cuarenta años  de paz. Es un engaño; su meta es la independencia.
    Y el único camino para vencer son los votos. Los votos llegan y se mantienen allí donde están. No en Madrid ni desde Madrid.
     Así se ha demostrado. Ganen votos en Cataluña y se acabará la crisis. Entonces seguiremos siendo influyentes en Europa.

martes, 2 de enero de 2018

ERROR IRREPARABLE

      Voy a servirme de un símil, un simulacro, para deducir una respuesta que me sirva de guía  ante un futuro cargado de peligros.
      Imaginemos un ente, una Nación asociada a una organización Continental,  tal  que España y la Unión  Europea. Esto se materializó cuando los teóricos se hicieron comprender y convencieron a las dos partes del beneficio que derivaría, para  ambas, si llegaran a unirse.
      Los beneficios, muy diversos, se materializaron en una idea capaz de interesar a todo pichicato: todos seremos más ricos, o menos pobres.
      Como casi siempre sucede en estos casos, más de uno pregunta: ¿Y cuántos somos todos?
      Rebuscada pesquisición  porque demuestra que  muchos desean  ser ricos, siempre que el vecino siga de pobre.
      En el fondo, cuando se habla de riqueza se está defendiendo el poder. No un poder simbólico, un poder jerarquizado en virtud de viejas herencias (fueros) que en tiempos idos dieron fortunas: se trata, hoy día,  de un poder económico, materializado en monedas, de cuyo reparto ¡ya hablaremos!
     Entonces, llegados a esta fase discriminatoria, surgen los políticos avispados: "Me uno como europeo que soy, pero lo hago en mi condición de catalán. que no es moco de pavo"."¿Dónde está mi poder? En las multitudes que dirijo. Y me apoyo en su legitimidad: seguir siendo catalán; y en la legalidad:  mi derecho a marcar fronteras".
     ¿Usted sabe que el progreso arrasa a las tribus débiles y las manda a  perecer en la soledad donde el poder no cuenta?
     No importa. La vida es así. Queremos el cielo,  donde ese poder jerarquizado sí cuenta.

lunes, 1 de enero de 2018

PROBLEMA NO RESUELTO

     El problema está en fase evolutiva; o sea a  medio plantearse. Es mi punto de vista y reconozco que puedo estar equivocado. Pero verán: la tendencia de los electores de nuestros días a  diversificar el voto, puede someterse a varios análisis. Para unos el bipartidismo se ha roto porque los electores piensan y adivinan que ese reparto del poder entre dos,  corrompe a los políticos que lo ejercen..
     Puede ser cierto, pero en Cataluña con el abanico electoral extendido aunque dominado por un  sector social, la corrupción funcionó (y puede que siga funcionando) a las mil maravillas.
     Por otra parte, el resultado de las últimas elecciones, al final, porque las urnas así lo han querido, está forzando a los partidos más votados, a buscar alianzas, entre afines, si quieren gobernar. Es decir que estamos ante un  nuevo  bipartidismo superpuesto al tradicional: los secesionistas por un lado y los constitucionalistas por el otro.
     Sin embargo, hemos de reconocer que, en esta ocasión, nos colocan  ante una novedad. El índice de votantes ha subido de forma sorprendente. La política está en la calle. Coincide con algo que se palpa en las tertulias televisadas,  donde tirios y troyanos se oponen tibios hasta el aburrimiento. Y en las bancadas legislativas se inventan teorías legitimistas para sobrepasar los límites legales.
      ¡La casa sin barrer y la depuradora  no funciona! La corrupción toma otra deriva.
      Hay algo que los políticos olvidan. Pese al progreso económico, que según dicen mantiene  a  España  entre los países con estimable crecimiento productivo, sucede que la capacidad adquisitiva de una creciente mayoría de españoles, va cuesta abajo. Crece la cifra de pobres, aunque nos quieran convencer de lo contrario. Nos  aplican la estadística del medio pollo.
     Es un problema a medio resolver, es decir no resuelto; si  no se soluciona tendrá su estallido. Y claro está:  tal estallido se va a relacionar con la corrupción que, al estar pendiente de trámites judiciales seguirá viva. Seguirá en candelero, haciendo mella y causando estragos. Algún partido político está en fase residual.
     Y muchos políticos soñando con una federación de naciones. ¡Vamos listos!