En el pasado año (2017), mes de mayo, en diálogo que mantuve con un amigo centro-derechista, le anuncié: "antes de la Navidad, elecciones generales".
¿Por qué este pronóstico?
A mi aldeano entender era la hora de salvar al más denostado partido político de una pseudo democracia a la española. Partido necesitado de un barrido de pistón y cuello vuelto. Limpieza que salvaría a la derecha, si ésta diera muestras verosímiles de renovación contrita, acompañada de medidas redentoras que contuviesen los efectos negativos acarreados para desdoro de toda España.
¿Renovación? No hay mejor sordo que quien no quiere oir.
¿Cándidos como palomas? No. Tontos interesados. ¡Con decirles que han mejorado el cupo vasco con quinientos millones, no por equidad sino por razones espurias, está explicado todo! Y ahora, ¿qué? La política no se compra ni se mercadea. Hay que ganársela en la puñetera calle en todo tiempo y lugar, hasta en los días de fiesta, y perdonen la expresión.
Es el principal defecto de la pródiga familia política española, tan podrida como para orillar a los que podrían dignificarla. Destaca por su mediocridad. A regalarse buena vida en un chalet de lujo, lo llaman dignidad. Cosas de la "casta". ¿O propio del que lleva una castañeta en la nuca como adorno?
Lo malo es que entre los sucesores de esta y otras "castas" poca gente es de fiar. Ya estamos viéndolo. Juegan con el naipe marcado. ¿O creen ustedes que el voto separatista en favor de un constitucionalista que quiere poder se lo regalan por la buenas?
Cuando los jubilados, en sus demandas justificadas como pocas, no piden apoyos partidistas, por algo será.
jueves, 31 de mayo de 2018
martes, 29 de mayo de 2018
VIEJAS HISTORIAS
Don Ladislao de Velasco, que había sido Alcalde y Síndico del
Ayuntamiento de Vitoria, (a finales del siglo XIX), conocía el paño. Pese a su
avanzada edad, le dio vueltas al intento. Era un vitoriano de pro. Se había
zurrado la badana en defensa de los intereses ciudadanos. Liberal fuerista,
chocó con el poder central en varias ocasiones. Aún le quedaron arrestos para
fundar una sociedad mercantil: “Traída de Aguas del Gorbea S.A.” Vitoria
contaba por los ochenta unos 18.000 habitantes. Estaban sin agua y sin tuberías
para llevarla a las casas. Carecían de conductos para el desagüe de vertidos.
Todo se resolvía con botijos, tinajas y calderos. Cada vecino se valía de la
fuente pública más cercana. Las aguas residuales se tiraban por la ventana:
“¡agua va!”.
Ladislao de Velasco y otros ciento ochenta y cinco vitorianos se
pusieron a resolver el problema. Los participantes en la “Traída de Aguas del
Gorbea”, sumaban el uno por ciento del censo vitoriano. Los preocupados por
darse un baño sin salir de casa eran muchos más. Los partidarios del grifo
crecían como los hongos del tópico. Se culminó la traída de aguas. En 1884 se
inauguró el portento. Fueron careciendo de sentido algunos muebles del siglo
XIX: los lavabos con jofaina y espejo articulado, la jarra de agua y el cubo
para recoger vertidos. Vitoria superaría el período de azacanes y aguadores.
Sus habitantes asumieron los hábitos de las ciudades modernas. Querían ser como
un pequeño París.
Lucas Sáez de Valluerca vive en una de las pocas calles de
Vitoria que aún conservan su nombre primitivo: “Camino del Alto del Prado”.
Sintió curiosidad por este texto cuando lo vio en la pantalla del ordenador.
Comentó en voz alta: - "Ya nadie se acuerda de Don Ladislao. La verdad, prestó
un buen servicio a Vitoria". - "No lo sé. Es posible que no se le diera
importancia". - "A lo mejor. Pero lo demás deberíamos de dársela. No hay recuerdo
visible que acredite su buen hacer".
¡Tantos mindundis como llenan el callejero!
Doña Elena, culta vitoriana, nos lo confirma: -" A Don Ladislao de Velasco hoy
casi nadie lo conoce. El agua corriente fue vital para Vitoria. “Una ciudad
anclada en los sembrados”, decía por aquel tiempo el poeta don Herminio
Madinaveitia"
Lo de anclada, tenía su explicación. En 1860 éramos unos 16.000
habitantes; Bilbao iba por los 18.000. Veintisiete años más tarde, 1887,
Vitoria contaba 18.218; Bilbao, 43.270. En 1900, Vitoria 26.353; Bilbao,
83.000. En 1930, Vitoria andaba por los 40.000; Bilbao por los 162.000. (En el
año 2012, Vitoria 242.223 y Bilbao 351.629). La ciudad y su pléyade se
rezagaban. Pese a todo, las aguas del Gorbea no fueron suficientes para
abastecer la población. El paso que se estimó definitivo lo dio el Ayuntamiento
de Vitoria mediada la década de los 1940. Construyó un embalse de 5,5
hectómetros cúbicos en el río Albina, cerca de Villarreal. Otro calvario,
porque las tuberías reventaban y los vitorianos de la época aprendieron a saber
algo sobre chimeneas de equilibrio y golpes de ariete, mientras abrían los
grifos para ver si por suerte manaban agua.
Y Vitoria creció y creció y en los
sesenta pasó lo que tenía que pasar: que andábamos racionados de agua Era un
hecho curioso: A pocos kilómetros del centro de la ciudad teníamos dos
magníficos embalses: el de Urrúnaga y el de Ullívarri Gamboa. “Altos Hornos de
Vizcaya” apresó las aguas con estos embalses de la cuenca del Zadorra y se las
llevó para su huerto en la vertiente del Cantábrico.
Las autoridades alavesas
arrastraban (y todavía arrastran) un complejo de inferioridad de siglos. Esto
es más patente cuando se cruzan nuestros intereses con los de Bilbao. Un día,
las autoridades locales, se armaron de valor. En un año de sequía, pusieron
este argumento sobre el tapete: “el agua es un bien público y por tanto ha de
servir a las necesidades del pueblo; no se trata de quitar nada a Bilbao, sino
de llegar a un acuerdo para que nuestro río Zadorra, resulte útil también para
Vitoria”. Pues verán: no coló. Una aguerrida alcaldesa vizcaína buscó el apoyo
de los hombres fuertes del acero y de la banca. Puso toda clase de trabas. Se
negó a dar siquiera un litro de “sus” recursos hídricos que procedían y estaban
almacenados a menos de quince kilómetros de Vitoria. Los vitorianos fueron con
el recado al ministro don Camilo, el general que se alzó en armas en Vitoria en
julio del 36. Argumentaron como si viviéramos luchas pasadas: “Estos rojazos de
Bilbao nos han robado el agua; les ganamos la guerra y ahora nos quieren
follar. Y no nos vamos a dejar. ¡A ver si se enteran de una puñetera vez!”.
A
decir verdad, las cosas no parece que llegaran a estos extremos, pero traducido
al lenguaje de la calle, el cabreo se identificaba con estas expresiones. Y
hubo acuerdo, ¡faltaría más! ¿De quién son las aguas? El problema se planteó a
los aragoneses. Querían llevarse las del Ebro y eso, la verdad, no caía bien
entre los nativos. Doña Elena insistía: - "Un elemental examen del uso que se
hace de los recursos naturales nos indica que el reparto no suele ser justo. Si
alguien ha de beneficiarse, antes que ningún otro, han de ser los habitantes de
la zona donde ese bien se produce".
En el café Moderno –en un rincón adornado
con frescos alusivos a la madre naturaleza- se reunía la tertulia más castiza de
Vitoria cuando se construían los embalses del Zadorra. Estaban de acuerdo los
contertulios. -" El mar beneficia a quienes lo tienen cerca. El litoral español
es mucho más rico y está más poblado que las zonas del interior peninsular". - "Es triste gracia que las provincias más pobres tengan que entregar sus recursos
gratuitamente, o a precio de ganga, a las más ricas. Esto sucede con la energía
hidráulica". - "Los alaveses pagan a buen precio el hierro de Vizcaya o las
sardinas de Santurce. Justo es que los bilbainos correspondan con el agua". Un
titulado técnico, dejó muestras de su sapiencia: -" Verán: hay unas reservas
acuíferas sumergidas en la cuenca del Bayas. Van a necesitarse para la
población alavesa en cosa de poco tiempo. ¡Ah!, pero estas reservas ya están
ojeadas por avispados vizcaínos. ¿Nos van a pelar de nuevo la barba por nuestra
acomplejada inferioridad?".
Como sucede en estos casos, dirán: “por esto no se
puede armar una guerra; lleguemos a un acuerdo”. - Tienen razón. Pero el
acuerdo puede alcanzarse entre un listo y un tonto, entre dos listos o entre
dos tontos. Y remató su perorata: - Debemos de pedir a los alaveses, cualquiera
que sea su filiación que, por lo menos, no vayan de tontos. Es decir, que
aspiren a vender la mercancía a quienes la quieran a su justo precio. - Ya ven:
es muy sencillo. Conviene no fiarse. A los alaveses un duro les cuesta cinco
pesetas pero los vizcaínos quieren que se los cedamos a cuatro. En asuntos de
familia siempre salen perdiendo los mismos.
(Del libro "Adiós Vitoria" (edición agotada) publicado por Pedro Morales Moya en el año 2010.
LA CODICIA COMO MOTOR
La
carencia de puestos de trabajo es una consecuencia de la crisis. Por más que
los expertos políticos traten de animar a los emprendedores para crear nuevos
puestos de trabajo, los resultados, por lo menos en España, son decepcionantes.
No es que falten medios financieros, sino más bien personas con deseos de
arriesgarse.
Los inversores no ven despejado el horizonte; podrían invertir sus ahorros en promover una empresa mercantil si vieran cercano un beneficio multiplicador de su inversión. Ante la duda, lo prudente es abstenerse.
Los inversores no ven despejado el horizonte; podrían invertir sus ahorros en promover una empresa mercantil si vieran cercano un beneficio multiplicador de su inversión. Ante la duda, lo prudente es abstenerse.
En el fondo, para movilizar a los inversores hay que excitar su
codicia. Por eso, cuando la codicia tiene abierta una puerta de escape cómoda y rentable
como es la corrupción, los aludidos se ven impulsados a ir por esa vía.
Un
Gobierno cabal y serio, y todos los políticos que lo apoyen, antes de hacer
nada han de cerrar esa salida, favorable a los codiciosos corruptos, a cal y
canto. Si sucede lo contrario y en vez de una resultan ser muchas y variadas
las puertas abiertas a la corrupción, los codiciosos se multiplicarán y activarán
su gestión por toda suerte de medios, incumpliendo las leyes.
Por corrupción
entendemos el uso de los paraísos fiscales para defraudar al erario público, el
contrabando, el blanqueo de dinero, la venalidad de funcionarios y políticos,
la falta de dinamismo de los gobernantes y demás miembros de la administración pública,
el retraso en el cumplimiento de los deberes, la deslealtad respecto a los compromisos contraídos, la fuga
de capitales etc. etc.
En consecuencia, la codicia ha de encontrar vías
propicias para sus iniciativas y negocios, sin salirse de las vías legales.
Hoy, en España sucede todo lo contrario: Es más fácil para el codicioso
prosperar con la ilegalidad por medio que dentro de la ley. Por eso pasa lo que
pasa.
lunes, 28 de mayo de 2018
CRASO ERROR DE UNA POLÍTICA VENIDA A MENOS.
Lo peor que puede pasarle al titular de un poder político es constatar que, de la noche a la mañana, su poder se ha ido al garete. ¿Cómo es posible? Muy sencillo: la caída tiene historia y el afectado no suele verla.
Dedicarse con lealtad a la política equivale a ejercer un poder muy delicado. Un poder que ha de estar dotado de "noble astucia", siguiendo el dictado de una doctrina que, cumpliendo las leyes vigentes, mejore la herencia recibida; en suma, ha de estar dispuesto a ser legal y a exigir a los demás el cumplimiento de esa legalidad, sin dejar ser útil al pueblo. Útil, sobre todo, a los más débiles, dentro de un orden aceptado y aprobado por unas mayorías.
La "noble astucia" ha de dedicarse a cambiar las leyes por otras más justas, sin que se note, o sea haciendo justicia.
Bien. ya tenemos configurado al político ideal. Sin embargo, ¿cómo fracasan tanto, y tan tontamente, tantos políticos? Muy sencillo, igualmente: carecen de "entereza moral". De puertas adentro esta carencia resulta ser fatal, para el político afectado. El fallo de tal entereza, de esta integridad que imprime carácter, es demoledor. Predicar en favor de la justicia social el derecho a una vivienda modesta pero digna y dotarse uno de un chalet de altos vuelos, valiéndose de su influyente poder político, demuestra lo que da de sí un mandamás carente de "entereza moral".
Lo poco bueno de la política española está por ver. La culpa de la situación actual es de los malos políticos españoles, que nos llevan a dividirnos, a odiarnos, a ser más pobres y desgraciados.
¡Craso error!
Dedicarse con lealtad a la política equivale a ejercer un poder muy delicado. Un poder que ha de estar dotado de "noble astucia", siguiendo el dictado de una doctrina que, cumpliendo las leyes vigentes, mejore la herencia recibida; en suma, ha de estar dispuesto a ser legal y a exigir a los demás el cumplimiento de esa legalidad, sin dejar ser útil al pueblo. Útil, sobre todo, a los más débiles, dentro de un orden aceptado y aprobado por unas mayorías.
La "noble astucia" ha de dedicarse a cambiar las leyes por otras más justas, sin que se note, o sea haciendo justicia.
Bien. ya tenemos configurado al político ideal. Sin embargo, ¿cómo fracasan tanto, y tan tontamente, tantos políticos? Muy sencillo, igualmente: carecen de "entereza moral". De puertas adentro esta carencia resulta ser fatal, para el político afectado. El fallo de tal entereza, de esta integridad que imprime carácter, es demoledor. Predicar en favor de la justicia social el derecho a una vivienda modesta pero digna y dotarse uno de un chalet de altos vuelos, valiéndose de su influyente poder político, demuestra lo que da de sí un mandamás carente de "entereza moral".
Lo poco bueno de la política española está por ver. La culpa de la situación actual es de los malos políticos españoles, que nos llevan a dividirnos, a odiarnos, a ser más pobres y desgraciados.
¡Craso error!
sábado, 26 de mayo de 2018
CRÍTICA FASE A SUPERAR POR LOS ESPAÑOLES
No hay que columpiarse: los hechos cantan. La situación por la que pasa España, es decir los españoles, es crítica y de su solución depende el futuro de los que la padecen.
Hubo un momento parecido (1976) cuando se comprobó y se admitió que el franquismo y sus Leyes Fundamentales estaban desfasados. Alguien lo vió desde dentro. Cabía enrocarse, pero no fue así. Decidieron, desde el mando, cambiar el timonel para situarse, con una gran mayoría de españoles, ante esta realidad: si no damos un cambio a la situación heredada, nos lo van a dan por la brava.
Claro está, es lo que hay, pero si usted tiene mejor proyecto, dígalo y póngalo en marcha.
El paso que ha dado el PSOE es una temeridad. La terquedad del PP es un disparate. Creer en el aliento de secesionismos y populismos, para resolver los problemas de los españoles es noble, leal y desinteresado, no deja de ser un sueño. No quiero ir más lejos en mis apreciaciones.
Alguien tiene que mojarse para encontrar el hueco por donde huir del fuego, primero; para salvar el edificio, después; y para no hundirnos en la división y la miseria más adelante, Pero a no tardar.
El cambio constitucional inmediato se ha hecho inevitable.
Por ahí hay que empezar, sin que eso impida que el País siga su marcha.
No sé por qué, pero uno piensa en la Europa unida como vehiculo colaborador. A nadie conviene el follón ibérico que tiende a ser contagioso.
Hubo un momento parecido (1976) cuando se comprobó y se admitió que el franquismo y sus Leyes Fundamentales estaban desfasados. Alguien lo vió desde dentro. Cabía enrocarse, pero no fue así. Decidieron, desde el mando, cambiar el timonel para situarse, con una gran mayoría de españoles, ante esta realidad: si no damos un cambio a la situación heredada, nos lo van a dan por la brava.
Claro está, es lo que hay, pero si usted tiene mejor proyecto, dígalo y póngalo en marcha.
El paso que ha dado el PSOE es una temeridad. La terquedad del PP es un disparate. Creer en el aliento de secesionismos y populismos, para resolver los problemas de los españoles es noble, leal y desinteresado, no deja de ser un sueño. No quiero ir más lejos en mis apreciaciones.
Alguien tiene que mojarse para encontrar el hueco por donde huir del fuego, primero; para salvar el edificio, después; y para no hundirnos en la división y la miseria más adelante, Pero a no tardar.
El cambio constitucional inmediato se ha hecho inevitable.
Por ahí hay que empezar, sin que eso impida que el País siga su marcha.
No sé por qué, pero uno piensa en la Europa unida como vehiculo colaborador. A nadie conviene el follón ibérico que tiende a ser contagioso.
sábado, 19 de mayo de 2018
PROBLEMAS Y CAMBIOS
Las fronteras son tan viejas como la vida. Dicho de otra manera: la creación de un límite es instintiva. Según parece necesitamos tapiar un recinto para asegurarnos la subsistencia. El hogar de cada familia es sagrado. Y la agrupación de hogares, implica alianzas. Todos juntos valemos mucho más que si vamos por separado. ¡Ahí está el secreto!
Toda unión, para que funcione y sea eficaz, ni más ni menos que para organizar su defensa y su desarrollo o para superar cualquier amenaza o peligro, tiende a jerarquizarse. El poder no funciona en un régimen anárquico. Se necesita un líder y jefes secundarios que mantengan el sistema siguiendo normas por lo general constructivas.
En fin , la jerarquía es necesaria para vivir en sociedad; todo un mundo al que no pudieron renunciar tirios ni troyanos, imperios ni tribus selváticas. moros ni cristianos
Ustedes comprenderán que los pueblos auto-convencidos de su manifiesta superioridad, respecto a terceros (poco sensibilizados por las comparaciones étnicas, afición morbosa si las hay, porque la
superioridad racial no es estable) quieran tener su jerarquía y sus propias leyes y costumbres.
Si esto no sucediere se darían por pueblos vencidos, dominados, humillados, irredentos.
Dicho lo cual, no hay otra solución para acabar con estos problemas étnico-culturales que contar con la colaboración de una buena y moderna escuela que eleve las aspiraciones del alumnado.
La necedad que nos asiste ha entregado la escuela a sus contrarios.
¡Dios nos libre de tanto desgobierno!
Toda unión, para que funcione y sea eficaz, ni más ni menos que para organizar su defensa y su desarrollo o para superar cualquier amenaza o peligro, tiende a jerarquizarse. El poder no funciona en un régimen anárquico. Se necesita un líder y jefes secundarios que mantengan el sistema siguiendo normas por lo general constructivas.
En fin , la jerarquía es necesaria para vivir en sociedad; todo un mundo al que no pudieron renunciar tirios ni troyanos, imperios ni tribus selváticas. moros ni cristianos
Ustedes comprenderán que los pueblos auto-convencidos de su manifiesta superioridad, respecto a terceros (poco sensibilizados por las comparaciones étnicas, afición morbosa si las hay, porque la
superioridad racial no es estable) quieran tener su jerarquía y sus propias leyes y costumbres.
Si esto no sucediere se darían por pueblos vencidos, dominados, humillados, irredentos.
Dicho lo cual, no hay otra solución para acabar con estos problemas étnico-culturales que contar con la colaboración de una buena y moderna escuela que eleve las aspiraciones del alumnado.
La necedad que nos asiste ha entregado la escuela a sus contrarios.
¡Dios nos libre de tanto desgobierno!
viernes, 18 de mayo de 2018
¿EL PODER DA DINERO?
Necesito ayuda. No puedo con todo. La vida es dura. Respondan por mí: ¿El poder da dinero o el dinero da poder?
La primera noche que pasé en el cuartel, cuando Franco movilizò cinco quintas, me sisaron la cartera y dos mantas. En ese momento pensé: soy nadie y no soy nada. Poder nulo. Y el cabo, que se hizo responsable de mis pesares, me dijo: "No te preocupes. Descontaremos el valor de las mantas, con cargo a las "sobras" semanales". Es decir que no vería un real de mi soldada en tres meses o más.
Ni política, ni pesetas. No quise comunicar mi desgracia a la familia, porque estaban pasando hambre. Ví, eso sí, que mi poderío dependía del cabo que en ratos libres estudiaba -medio analfabeto, como era- para ejercer de sargento. En suma que me ofrecí para darle clases al cabo y esta amistad me dió poder. Me hice medianamente afamado y terminé dirigiendo una pequeña clase de aspirantes al ascenso, a cambio de dinero; y mi vida tomó otro rumbo. La política me dió poder
Dinero y poder, poder y dinero, parece que van unidos, para bien o para mal. El hurto de mantas, estaba organizado desde una parte del mando, como supe después: mantas-dinero-poder-ascensos-política-poder. Como en la vida misma. El poder crea corruptos
El señor Pablo Iglesias y señora, se han comprado un edificio de lujo por 600.000 euros. ¡Ellos que lloran y protestan en público por millones de españoles que viven a salto de mata! Es política.
Por otra parte, tienen el crédito suficiente para devolver lo prestado en treinta años. Es dinero.
Usted ¿qué prefiere? ¿política o dinero?
Un país pobre tiene poco poder. Si fuera rico, seria otra cosa. Es lo malo de los políticos españoles. Les aqueja el síndrome del coco: cierran el puño tan pronto agarran las avellanas.
Pero esto aparte, decir que el dinero es sagrado porque uno porte en la mano un rosario, es propio de trileros.
¡Que Dios nos ampare!
n
La primera noche que pasé en el cuartel, cuando Franco movilizò cinco quintas, me sisaron la cartera y dos mantas. En ese momento pensé: soy nadie y no soy nada. Poder nulo. Y el cabo, que se hizo responsable de mis pesares, me dijo: "No te preocupes. Descontaremos el valor de las mantas, con cargo a las "sobras" semanales". Es decir que no vería un real de mi soldada en tres meses o más.
Ni política, ni pesetas. No quise comunicar mi desgracia a la familia, porque estaban pasando hambre. Ví, eso sí, que mi poderío dependía del cabo que en ratos libres estudiaba -medio analfabeto, como era- para ejercer de sargento. En suma que me ofrecí para darle clases al cabo y esta amistad me dió poder. Me hice medianamente afamado y terminé dirigiendo una pequeña clase de aspirantes al ascenso, a cambio de dinero; y mi vida tomó otro rumbo. La política me dió poder
Dinero y poder, poder y dinero, parece que van unidos, para bien o para mal. El hurto de mantas, estaba organizado desde una parte del mando, como supe después: mantas-dinero-poder-ascensos-política-poder. Como en la vida misma. El poder crea corruptos
El señor Pablo Iglesias y señora, se han comprado un edificio de lujo por 600.000 euros. ¡Ellos que lloran y protestan en público por millones de españoles que viven a salto de mata! Es política.
Por otra parte, tienen el crédito suficiente para devolver lo prestado en treinta años. Es dinero.
Usted ¿qué prefiere? ¿política o dinero?
Un país pobre tiene poco poder. Si fuera rico, seria otra cosa. Es lo malo de los políticos españoles. Les aqueja el síndrome del coco: cierran el puño tan pronto agarran las avellanas.
Pero esto aparte, decir que el dinero es sagrado porque uno porte en la mano un rosario, es propio de trileros.
¡Que Dios nos ampare!
n
jueves, 17 de mayo de 2018
UNA LUCHA EN VANO
Voy a provocar mi desahogo diario con una simpleza: el prestigio de España como nación, lleva años dependiendo del F.C y de sus seguidores. ¿Qué no? Vamos por partes.
Es un error pensar que la exhibición de un símbolo nacional de forma abusiva y populachera, beneficie al buen concepto que se desea para un país, tal que España, necesitado como pocos de una buena prensa.
Un error, por ejemplo, pintar de rojo y amarillo, la carpintería de una plazas de toros, o interpretar el himno nacional en un escenario futbolístico, en un estadio ocupado por una buena gente movida por la más sana afición: ver cómo unos profesionales patean a un balón para ganarse el derecho a vivir como reyes. (Dicho sea con todos mis respetos a la afición y a sus ídolos).
Quiero decir que los signos exteriores, para dar prestigio a una idea o a un símbolo representativo de la Patria, no deben prodigarse bajo ningún concepto: "No pronunciarás en vano el nombre del Señor"
Permítanme abusar de la eficacia del ejemplo: No es concebible, ni aconsejable, poner el prestigio de algo importante como es (para una mayoría) la Patria y su himno, bajo la responsabilidad de los organizadores de una contingencia, como resulta ser una prueba que se finge deportiva cuando en rigor es un saneado ejercicio económico.
Pero no se preocupen. Además de que un servidor ni su opinión pintamos un carajillo, en ningún caso, hay político capaz de disponer la colocación de una sola bandera de España por provincia,-nada más-, en el más noble y mejor protegido edificio. Así de sencillo: Pocas banderas, pero muy muy defendidas y muy respetadas y en fase de revista.
Ganaríamos en prestigio patriòtico.
Pero... ¡quién me sugiere estas garambainas en un patio ya de por sí tan revuelto!
Es un error pensar que la exhibición de un símbolo nacional de forma abusiva y populachera, beneficie al buen concepto que se desea para un país, tal que España, necesitado como pocos de una buena prensa.
Un error, por ejemplo, pintar de rojo y amarillo, la carpintería de una plazas de toros, o interpretar el himno nacional en un escenario futbolístico, en un estadio ocupado por una buena gente movida por la más sana afición: ver cómo unos profesionales patean a un balón para ganarse el derecho a vivir como reyes. (Dicho sea con todos mis respetos a la afición y a sus ídolos).
Quiero decir que los signos exteriores, para dar prestigio a una idea o a un símbolo representativo de la Patria, no deben prodigarse bajo ningún concepto: "No pronunciarás en vano el nombre del Señor"
Permítanme abusar de la eficacia del ejemplo: No es concebible, ni aconsejable, poner el prestigio de algo importante como es (para una mayoría) la Patria y su himno, bajo la responsabilidad de los organizadores de una contingencia, como resulta ser una prueba que se finge deportiva cuando en rigor es un saneado ejercicio económico.
Pero no se preocupen. Además de que un servidor ni su opinión pintamos un carajillo, en ningún caso, hay político capaz de disponer la colocación de una sola bandera de España por provincia,-nada más-, en el más noble y mejor protegido edificio. Así de sencillo: Pocas banderas, pero muy muy defendidas y muy respetadas y en fase de revista.
Ganaríamos en prestigio patriòtico.
Pero... ¡quién me sugiere estas garambainas en un patio ya de por sí tan revuelto!
miércoles, 16 de mayo de 2018
SENTIMIENTO CONTRA RACIOCINIO
No sé, quién, dijo aquello de que en el territorio foral de Vizcaya, el tradicional, el sometido a los buenos usos y costumbres, no era el primogénito el que heredaba la casa solar y tierras anejas, sino que era la casa la que recibía como herencia al santo varón elegido desde la cuna, para que no se fraccionase el patrimonio familiar.
De hecho no se dejaba la casa para el hombre, sino éste, el hombre para ´la casa.
Esta corriente unitaria del hogar -con su matriarcado reconocido de hecho- dio pie a que el resto de la familia respetara el sistema y por lógica buscase soluciones complementarias.Llegaban por la vía del matrimonio para ellas y, cuando no, por la vocacional de índole religiosa. Ellos -en su mayoría hidalgos- encontraban facilidades para alistarse en los ejércitos del Rey por mar o tierra, o seguir la carrera diplomática, o hacerse curas... todos libres pero unidos a sangre y fuego con la casa matriz. .
¿Y cómo se concilian esas vocaciones tan españolizadas, con un secesionismo que no cesa? ¿O cómo encuadrar en un marco democrático liberal toda una tradición que no contemplaba un cambio liberal hacia la modernidad y además quebraba los buenos usos de una Vizcaya señorial? ¿De que pan hacemos migas?
Desde luego, no se entiende que el nacionalismo actual pueda acogerse a los principios que regían las sesiones celebradas al amparo del Árbol de Guernica.
¿Por qué, pudiendo, no se inclinaron por actualizar el fuero?
Muy sencillo: porque quieren ser nación.Y la nación legalizada por librepensadores, es antiforal, al ser ser el fuero -para ellos- un privilegio.
Estamos ante un manantial de ideas a modernizar racionalmente. Un paño hoy en manos inútiles.
De hecho no se dejaba la casa para el hombre, sino éste, el hombre para ´la casa.
Esta corriente unitaria del hogar -con su matriarcado reconocido de hecho- dio pie a que el resto de la familia respetara el sistema y por lógica buscase soluciones complementarias.Llegaban por la vía del matrimonio para ellas y, cuando no, por la vocacional de índole religiosa. Ellos -en su mayoría hidalgos- encontraban facilidades para alistarse en los ejércitos del Rey por mar o tierra, o seguir la carrera diplomática, o hacerse curas... todos libres pero unidos a sangre y fuego con la casa matriz. .
¿Y cómo se concilian esas vocaciones tan españolizadas, con un secesionismo que no cesa? ¿O cómo encuadrar en un marco democrático liberal toda una tradición que no contemplaba un cambio liberal hacia la modernidad y además quebraba los buenos usos de una Vizcaya señorial? ¿De que pan hacemos migas?
Desde luego, no se entiende que el nacionalismo actual pueda acogerse a los principios que regían las sesiones celebradas al amparo del Árbol de Guernica.
¿Por qué, pudiendo, no se inclinaron por actualizar el fuero?
Muy sencillo: porque quieren ser nación.Y la nación legalizada por librepensadores, es antiforal, al ser ser el fuero -para ellos- un privilegio.
Estamos ante un manantial de ideas a modernizar racionalmente. Un paño hoy en manos inútiles.
martes, 15 de mayo de 2018
HORAS DE ENSUEÑO
Sí: horas de ensueño. Veo muy enrevesado el problema llamado España y termino, como el avestruz, escondiendo la cabeza en un suelo para mi desgracia lleno de basura.
Yo creía que los idiomas, tantos, tan variados y de costoso aprendizaje, son un instrumento que favorece la prosperidad de los seres humanos y sirve para facilitar la sobrevivencia en un mundo, y durante una etapa, lleno de dificultades.
Pues no: de instrumento, nada. El idioma es un ídolo. Y aquí empieza mi ensueño pese a estar el suelo cargado de basura.
Algunos monos, -y por supuesto los homínidos más evolucionados- se comunicaban desde sus orígenes, gracias al manejo de un pequeño grupo de sonidos; un invento natural, para ayudarse entre parientes. ¿Y se ayudaban? Parece que sí. Y cuando cabreados se propinaban sonidos como palabras mayores -que son las que más irritan- terminaban por volver a sus quehaceres y a vivir en paz.
Era mi ensueño. El hombre, desde su sabiduría, suele santificar su idioma materno y colocarlo en su correspondiente altar, no muy elevado, para que le puedan llegar los aromas de su incensario.
La palabra ensueño significa ser una serie de imágenes o sucesos que se perciben mientras se duerme como si fueran reales.
Fundamentar la existencia de una nación en un idioma, es un ensueño. Es olvidarse de Suiza . Y creer que un idioma une, es ignorar a la América hispana.
Un país, el nuestro, lleno de basura- es lo que nos separa.
Yo creía que los idiomas, tantos, tan variados y de costoso aprendizaje, son un instrumento que favorece la prosperidad de los seres humanos y sirve para facilitar la sobrevivencia en un mundo, y durante una etapa, lleno de dificultades.
Pues no: de instrumento, nada. El idioma es un ídolo. Y aquí empieza mi ensueño pese a estar el suelo cargado de basura.
Algunos monos, -y por supuesto los homínidos más evolucionados- se comunicaban desde sus orígenes, gracias al manejo de un pequeño grupo de sonidos; un invento natural, para ayudarse entre parientes. ¿Y se ayudaban? Parece que sí. Y cuando cabreados se propinaban sonidos como palabras mayores -que son las que más irritan- terminaban por volver a sus quehaceres y a vivir en paz.
Era mi ensueño. El hombre, desde su sabiduría, suele santificar su idioma materno y colocarlo en su correspondiente altar, no muy elevado, para que le puedan llegar los aromas de su incensario.
La palabra ensueño significa ser una serie de imágenes o sucesos que se perciben mientras se duerme como si fueran reales.
Fundamentar la existencia de una nación en un idioma, es un ensueño. Es olvidarse de Suiza . Y creer que un idioma une, es ignorar a la América hispana.
Un país, el nuestro, lleno de basura- es lo que nos separa.
lunes, 14 de mayo de 2018
LA POLÍTICA EXTRACTIVA
¿Por qué España sólo prospera a medias? La respuesta está al alcance de cualquier aficionado a la lectura y con ganas de informarse.
Para no alargar la cosa y que todos lo entiendan, la causa de esa limitación está en que las gentes de España siguen creyendo en la igualdad para todos, es decir en un mito, con un inconveniente añadido: que son los admiradores de la desigualdad hasta el punto de hacer una exhibición indecente de aquello que los destaca. Todo español que se precie -salvo excepciones que confirman la regla- moviliza los resortes prácticos de la desigualdad para distinguirse de su prójimo; para poner de relieve la desigualdad que nos une.
Por eso, millones de españoles convierten en mito, el concurso de canciones televisado en línea circense, que premia la desigualdad hasta el ridículo, ¡Un desatino! y todos tan felices. Así entra en juego la política extractiva, aquella que premia y acentúa un contrasentido, aunque a tal fin, los animadores han de dotarse de medios económicos a través de sus contribuyentes. Al final se trata de repartir el poder entre los "distintos" partidarios, compañeros, amigos y familiares, mientras millones de españoles se arruinan hasta ingresar en el lote de los "iguales" que pasan hambre..
La política extractiva es partidaria de distribuir el poder político entre pocos y muy unidos. Por eso defienden a los convencidos y de casa, para dotarlos de los mejores y mayores recursos, sin olvidar la limosna para los pobres: un castigo, a éstos últimos, que llegan de fuera; no son nuestros.
Por eso, por ejercer, o por ser dueños del poder, la lucha puede llegar (ya llegó) hasta la muerte. Dado el caso, a esas muertes hay que legitimarlas, darles un sentido noble y generoso, en perjuicio de los que no destacan, los iguales, que verán reducida a la mínima expresión esa igualdad: el derecho al voto.
En el sentido opuesto a la política extractiva, está la política inclusiva que consiste en culturizar a un pueblo para que viva civilizadamente con dignidad y sin muertos de hambre o por trato injusto.
Para no alargar la cosa y que todos lo entiendan, la causa de esa limitación está en que las gentes de España siguen creyendo en la igualdad para todos, es decir en un mito, con un inconveniente añadido: que son los admiradores de la desigualdad hasta el punto de hacer una exhibición indecente de aquello que los destaca. Todo español que se precie -salvo excepciones que confirman la regla- moviliza los resortes prácticos de la desigualdad para distinguirse de su prójimo; para poner de relieve la desigualdad que nos une.
Por eso, millones de españoles convierten en mito, el concurso de canciones televisado en línea circense, que premia la desigualdad hasta el ridículo, ¡Un desatino! y todos tan felices. Así entra en juego la política extractiva, aquella que premia y acentúa un contrasentido, aunque a tal fin, los animadores han de dotarse de medios económicos a través de sus contribuyentes. Al final se trata de repartir el poder entre los "distintos" partidarios, compañeros, amigos y familiares, mientras millones de españoles se arruinan hasta ingresar en el lote de los "iguales" que pasan hambre..
La política extractiva es partidaria de distribuir el poder político entre pocos y muy unidos. Por eso defienden a los convencidos y de casa, para dotarlos de los mejores y mayores recursos, sin olvidar la limosna para los pobres: un castigo, a éstos últimos, que llegan de fuera; no son nuestros.
Por eso, por ejercer, o por ser dueños del poder, la lucha puede llegar (ya llegó) hasta la muerte. Dado el caso, a esas muertes hay que legitimarlas, darles un sentido noble y generoso, en perjuicio de los que no destacan, los iguales, que verán reducida a la mínima expresión esa igualdad: el derecho al voto.
En el sentido opuesto a la política extractiva, está la política inclusiva que consiste en culturizar a un pueblo para que viva civilizadamente con dignidad y sin muertos de hambre o por trato injusto.
sábado, 12 de mayo de 2018
SUBE EL PRECIO DEL PETRÓLEO
Los tres países que producen más petróleo en el planeta Tierra son los EE.UU, la Arabia Saudí y la guerrera Rusia. Extraen un cuarenta por ciento del total. La Unión Europea resulta ser consumidora neta. El mejor cliente que vieron los siglos.
No vamos a entretenernos en adivinar las causas de esta carestía. Truman con sus corbatas, subido en el orgullo patrio, saben que donde hay río revuelto está la ganancia del pescador avispado.
Sube el petróleo y tras este empuje, van los precios de innumerables productos destinados al consumo diario.
Y aquí, ahora, entra en juego la evolución técnica deseada de los medios de transporte. Van hacia adelante con declarada lentitud. La energía fósil sigue vigente, no sabemos si por causas naturales o artificiales, provocadas, éstas por los intereses creados en torno al mercado petrolífero. Son muchos millones en juego y muy potentes las economías afectadas.
Los países pequeños y además desunidos, tal que España, si no reaccionan a tiempo. se quedarán parados a la espera de noticias, no sabremos si interesada o desinteresadamente.
El consumidor, inmediato y comerciante, no puede perder el tiempo a la espera de decisiones políticas y repercute el aumento en el precio de venta final.
Eso es todo. La jauría política aullará, es lo suyo, pero las penas y sacrificios irán a cargo de los más débiles.
Lo lógico sería que nuestros gobernantes y su leal (?) oposición, se pusieran a pensar -sin discutir a lo bestia- en cómo disminuir el gasto de petróleo y otras energías fósiles en el transporte y otros usos y en cómo mejorar los servicios de las energías renovables.
Pero...en España no estamos preparados para estas procesiones.
No vamos a entretenernos en adivinar las causas de esta carestía. Truman con sus corbatas, subido en el orgullo patrio, saben que donde hay río revuelto está la ganancia del pescador avispado.
Sube el petróleo y tras este empuje, van los precios de innumerables productos destinados al consumo diario.
Y aquí, ahora, entra en juego la evolución técnica deseada de los medios de transporte. Van hacia adelante con declarada lentitud. La energía fósil sigue vigente, no sabemos si por causas naturales o artificiales, provocadas, éstas por los intereses creados en torno al mercado petrolífero. Son muchos millones en juego y muy potentes las economías afectadas.
Los países pequeños y además desunidos, tal que España, si no reaccionan a tiempo. se quedarán parados a la espera de noticias, no sabremos si interesada o desinteresadamente.
El consumidor, inmediato y comerciante, no puede perder el tiempo a la espera de decisiones políticas y repercute el aumento en el precio de venta final.
Eso es todo. La jauría política aullará, es lo suyo, pero las penas y sacrificios irán a cargo de los más débiles.
Lo lógico sería que nuestros gobernantes y su leal (?) oposición, se pusieran a pensar -sin discutir a lo bestia- en cómo disminuir el gasto de petróleo y otras energías fósiles en el transporte y otros usos y en cómo mejorar los servicios de las energías renovables.
Pero...en España no estamos preparados para estas procesiones.
viernes, 11 de mayo de 2018
INJUSTO REPARTO DE LA RIQUEZA
En la nación llamada España se detecta una mejoría de su desarrollo, que no se corresponde con la justa y equitativa distribución de la riqueza creada, La tajada del león es para muy contadas firmas y el resto, a repartir, toca a poco entre los muchos que viven en la escasez de medios.
Esta realidad -los ricos más ricos y los pobres más pobres- permite a los políticos que nos gobiernan mostrarse satisfechos, en tanto, en la calle, las multitudes protestan porque cada día que pasa se les hace más dura la subsistencia.
Es muy posible que este fenómeno, estudiado por los expertos, tenga su explicación. Y también que pueda ser resuelto en favor de los más necesitados; pero la solución no parece posible si no cambia algo que tapona el progreso de los que más sufren por tan injusto reparto.
Cuanto sucede, nos da motivo para pensar que la pléyade abundantísima de políticos -que nos cuestan un ojo de la cara- está más despistada que la burra de Balam.
Parece demostrado que el desarrollo equilibrado de los pueblos, se basa, también, en la equilibrada distribución del bienestar. Y este avance progresista, sólo es posible si se funciona bajo unos principios de solidaridad justa, equitativa y saludable, que se decía otrora,
En el fondo la forma de funcionar de un país está influida por la preparación y conocimientos de sus ciudadanos, de donde proceden sus políticos.
No me atrevo a decirlo muy alto, pero creo que una mayoría de españoles está mejor dispuesta para gastar sus escasas reservas en fiestas que para invertirlas en estudios científicos.
Esta tendencia festiva nos hace felices. Ta, vez por eso, tal vez, vivimos más tiempo. Pero no se olviden: se está legalizando la muerte dulce.
¡Será para que sufran menos los más débiles!
Esta realidad -los ricos más ricos y los pobres más pobres- permite a los políticos que nos gobiernan mostrarse satisfechos, en tanto, en la calle, las multitudes protestan porque cada día que pasa se les hace más dura la subsistencia.
Es muy posible que este fenómeno, estudiado por los expertos, tenga su explicación. Y también que pueda ser resuelto en favor de los más necesitados; pero la solución no parece posible si no cambia algo que tapona el progreso de los que más sufren por tan injusto reparto.
Cuanto sucede, nos da motivo para pensar que la pléyade abundantísima de políticos -que nos cuestan un ojo de la cara- está más despistada que la burra de Balam.
Parece demostrado que el desarrollo equilibrado de los pueblos, se basa, también, en la equilibrada distribución del bienestar. Y este avance progresista, sólo es posible si se funciona bajo unos principios de solidaridad justa, equitativa y saludable, que se decía otrora,
En el fondo la forma de funcionar de un país está influida por la preparación y conocimientos de sus ciudadanos, de donde proceden sus políticos.
No me atrevo a decirlo muy alto, pero creo que una mayoría de españoles está mejor dispuesta para gastar sus escasas reservas en fiestas que para invertirlas en estudios científicos.
Esta tendencia festiva nos hace felices. Ta, vez por eso, tal vez, vivimos más tiempo. Pero no se olviden: se está legalizando la muerte dulce.
¡Será para que sufran menos los más débiles!
jueves, 10 de mayo de 2018
EL SÍ Y EL NO DE LOS POLÍTICOS.
Cuando en un país los ciudadanos padecen a muchos leguleyos (que interpretan o aplican el derecho sin rigor o con desenfado), es señal de que sobran leyes o de que los índices culturales de la población vuelan bajo; o bien ambas cosas.
En España, entre unionistas y separatistas hemos montado un equipo compuesto por diecisiete parlamentos (uno por cada comunidad autónoma) que entienden de todo mientras no se demuestre lo contrario y a fuerza de leyes, sus efectos resultan ser negativos. Entre una mayoría de patriotas están, quieranlo o no, los emprendedores que no tienen cabida entre tanto leguleyo como prospera en virtud del dicho que reza: "La moneda mala siempre desplaza a la buena".
En suma, entre unos y otros hemos conseguido que el montaje de cualquier chiringuito empresarial se convierta en un calvario y se alcance el efecto no buscado: disuadir toda iniciativa y paralizar su espíritu empresarial.
Al final se montan soluciones familiares o amistosas a cambio de propinas: "Te dejo los niños abuelo a tu cuidado y no te preocupes que comerás con nosotros". Hasta que alguien descubra que tal acto es un contrato laboral encubierto y lo denuncie.
No es un invento. El repartidor de comidas a domicilio, valiéndose de una bicicleta en la que pedalea para mover un carrito, se ha intentado legalizar como empresa propia para un trabajador autónomo. No es posible. Solo se admite como trabajo por cuenta ajena. Y esto no interesa porque encarece el envío.
Así es España. Es más fácil prostituirse en plena calle libre de impuestos y permisos, que llevar en bicicleta a domicilio la merienda-cena de un grupo de amigos.
En España, entre unionistas y separatistas hemos montado un equipo compuesto por diecisiete parlamentos (uno por cada comunidad autónoma) que entienden de todo mientras no se demuestre lo contrario y a fuerza de leyes, sus efectos resultan ser negativos. Entre una mayoría de patriotas están, quieranlo o no, los emprendedores que no tienen cabida entre tanto leguleyo como prospera en virtud del dicho que reza: "La moneda mala siempre desplaza a la buena".
En suma, entre unos y otros hemos conseguido que el montaje de cualquier chiringuito empresarial se convierta en un calvario y se alcance el efecto no buscado: disuadir toda iniciativa y paralizar su espíritu empresarial.
Al final se montan soluciones familiares o amistosas a cambio de propinas: "Te dejo los niños abuelo a tu cuidado y no te preocupes que comerás con nosotros". Hasta que alguien descubra que tal acto es un contrato laboral encubierto y lo denuncie.
No es un invento. El repartidor de comidas a domicilio, valiéndose de una bicicleta en la que pedalea para mover un carrito, se ha intentado legalizar como empresa propia para un trabajador autónomo. No es posible. Solo se admite como trabajo por cuenta ajena. Y esto no interesa porque encarece el envío.
Así es España. Es más fácil prostituirse en plena calle libre de impuestos y permisos, que llevar en bicicleta a domicilio la merienda-cena de un grupo de amigos.
miércoles, 9 de mayo de 2018
EVOLUCIÓN DE LOS PARTIDOS POLÍTICOS
El primero y más socorrido vocablo utilizado por los políticos en los años treinta del pasado siglo era el de revolución. Para unos la revolución aún "pendiente", para otros la revolución del proletariado, El caso es que los revolucionarios no se pusieron de acuerdo y fuimos a la guerra con todas sus consecuencias en gran parte irremediables.
¿Por qué las revoluciones? Porque los pueblos, sus gentes, no quieren evolucionar. No quieren reconocer que el género humano, desde que arribó a este mundo, no ha hecho otra cosa para poder subsistir. Cuando no evoluciona, revoluciona.
No hace falta herniar el intelecto para admitir que los revolucionarios tenían sus razones y los conservadores también, El intringulis de la cuestión estaba en llegar a un acuerdo y pasar de la revolución a la evolución.
En España, somos así: todo o nada. El caso es que la guerra del 36 nos hundió en la miseria y hubo que recurrir a la evolución con cuarenta años de retraso, cuando los unos dejaron de ser fascistas y los otros marxistas.
Esta es la verdad y el mérito del cambio y su éxito estuvo en la calle que recordaba los horrores de la guerra. De ahí vino el triunfo de la moderación, que ha de ser evolucionista,
La alianza pendiente para que España avance, dicho sin tapujos, está en manos de PSOE y del PP. Los dos irán a pique -más o menos tarde y están en el preludio- si no llegan a un acuerdo.
La otra solución la vienen ensayando en una parte de la América hispana. Y menos mal que estamos en la Europa nórdica.
¿Por qué las revoluciones? Porque los pueblos, sus gentes, no quieren evolucionar. No quieren reconocer que el género humano, desde que arribó a este mundo, no ha hecho otra cosa para poder subsistir. Cuando no evoluciona, revoluciona.
No hace falta herniar el intelecto para admitir que los revolucionarios tenían sus razones y los conservadores también, El intringulis de la cuestión estaba en llegar a un acuerdo y pasar de la revolución a la evolución.
En España, somos así: todo o nada. El caso es que la guerra del 36 nos hundió en la miseria y hubo que recurrir a la evolución con cuarenta años de retraso, cuando los unos dejaron de ser fascistas y los otros marxistas.
Esta es la verdad y el mérito del cambio y su éxito estuvo en la calle que recordaba los horrores de la guerra. De ahí vino el triunfo de la moderación, que ha de ser evolucionista,
La alianza pendiente para que España avance, dicho sin tapujos, está en manos de PSOE y del PP. Los dos irán a pique -más o menos tarde y están en el preludio- si no llegan a un acuerdo.
La otra solución la vienen ensayando en una parte de la América hispana. Y menos mal que estamos en la Europa nórdica.
martes, 8 de mayo de 2018
GOBERNANTES Y GOBERNADOS
Es muy difícil pronosticar cuál será el destino de los españoles de nivel bajo y medio, si salen
algún día del mediocre presente en el que estamos encharcados. El filón inevitable de políticos (?) que viven con holgura, ha conseguido que España de muestras de estar saliendo a flote sin que los remeros de la nave -asalariados y autónomos en general - puedan mejorar sus condiciones de vida.
Llenos de razón y cargados de esperanza se manifiestan en las calles de España de "motu propio" los jubilados de estos sectores, confiados en el éxito de su tenacidad. ¡Está por ver! Porque, lo cierto es -y no es necesario ser político para sentirlo - que la ciudadanía de medio pelo, la asalariada y la que acoge a sus compadres bajo la condición de "autónomos", es la que arriesga hasta su salud, sus reservas y su ánimo para que esto no se hunda del todo.
Son muchos los españoles que llenos de optimismo están a la espera de que un puñado de políticos, aunque fueran pocos, se pongan de acuerdo. Que tres partidos, al menos, lleguen a una inteligente alianza pensando, de verdad, en sacar a los españoles que pagan, de la pobreza que sufren.
No hay otro camino que el de enfrentarse a la verdad. No somos ricos. No podemos llevar un tono de vida como si lo fuéramos.
Ese ejercicio, esa política que aborde los hechos sin falsos optimismos, esa lucha por la verdad, no es posible entre partidos que andan a degüello los unos contra los otros. Han de ayudarse. Han de ser leales. Han de ser honestos. Han de ser propicios a que prospere la justicia.
¿Es pedir peras al olmo?
Por eso me acuerdo siempre de la escuela. Lo explicaré porque si algo está claro es que la generalidad de los políticos, puestos al aire libre, insisto, no dan la talla.
algún día del mediocre presente en el que estamos encharcados. El filón inevitable de políticos (?) que viven con holgura, ha conseguido que España de muestras de estar saliendo a flote sin que los remeros de la nave -asalariados y autónomos en general - puedan mejorar sus condiciones de vida.
Llenos de razón y cargados de esperanza se manifiestan en las calles de España de "motu propio" los jubilados de estos sectores, confiados en el éxito de su tenacidad. ¡Está por ver! Porque, lo cierto es -y no es necesario ser político para sentirlo - que la ciudadanía de medio pelo, la asalariada y la que acoge a sus compadres bajo la condición de "autónomos", es la que arriesga hasta su salud, sus reservas y su ánimo para que esto no se hunda del todo.
Son muchos los españoles que llenos de optimismo están a la espera de que un puñado de políticos, aunque fueran pocos, se pongan de acuerdo. Que tres partidos, al menos, lleguen a una inteligente alianza pensando, de verdad, en sacar a los españoles que pagan, de la pobreza que sufren.
No hay otro camino que el de enfrentarse a la verdad. No somos ricos. No podemos llevar un tono de vida como si lo fuéramos.
Ese ejercicio, esa política que aborde los hechos sin falsos optimismos, esa lucha por la verdad, no es posible entre partidos que andan a degüello los unos contra los otros. Han de ayudarse. Han de ser leales. Han de ser honestos. Han de ser propicios a que prospere la justicia.
¿Es pedir peras al olmo?
Por eso me acuerdo siempre de la escuela. Lo explicaré porque si algo está claro es que la generalidad de los políticos, puestos al aire libre, insisto, no dan la talla.
lunes, 7 de mayo de 2018
EL DESENCANTO DE UNA CIUDAD
Si nos detenemos a contemplar (con interés, atención, sentimiento) la existencia (cómo funcionan, viven, luchan) de diversos países, comarcas o villas y ciudades para sobrevivir dignamente, llegaremos a esta conclusión: los hay ricos, de medio pelo y pobres.
¿Por qué sucede así? Por mil causas. Pero al fin los que hacen que los núcleos de población respondan al organizarse a uno u otro modelo, dependen de sus habitantes y éstos, a su vez, de su educación, de su cultura, de su capacidad económíca y formación social (o religiosa) y de otros factores que nos predisponen para actuar conformes a una u otra disciplina.
Es triste decirlo pero cuando una colectividad humana decae, no se le puede echar la culpa al maestro armero. Todos queremos ser iguales por encima de la media, pero los pueblos sometidos a la teoría del caudillaje encomendado a un apóstol de la igualdad, terminan siendo iguales pero pobres.
Nosotros los españoles no tenemos por qué ser pobres. Al fin yal cabo somos demòcratas.
Pero no nos engañemos. Somos muy desiguales. Ahí están los turolenses clamando al cielo para superar el desencanto de una democracia (del pueblo y para el pueblo) que los tiene enterrados en el desamparo y en el olvido; en una ciudad que se hunde contra reloj.
¿Pero sólo sucede en Teruel? Sería una deslealtad pensarlo. La España decadente propensa a la desertización, está demasiado extendida y como da poco de sí, es decir poco poder, ¡ahí se pudran!
Los partidos políticos vigentes nos hacen creer (lo siento) que ellos tienen la solución. No es cierto.
Por citar un caso, y no de una zona pobre, en el País Vasco (que tiene sus singularidades)
un amplio sector de sus habitantes lleva décadas perdiendo poder y medios económicos. Este fenómeno mal controlado produce la decadencia de gran número de familias.¡Y lo quieren arreglar con subvenciones!
Personalmente -y reconozco que puedo estar equivocado- pienso que el ritmo creador del pueblo llano, suele empezar en la escuela. Al día de hoy, hasta la escuela ha entrado en un período de rutina igualitaria: todos tenemos derecho al cielo. Pero ahí se acaba la igualdad, más o menos.
Y la igualdad, como sucede con el cielo, hay que ganársela.
¿Por qué sucede así? Por mil causas. Pero al fin los que hacen que los núcleos de población respondan al organizarse a uno u otro modelo, dependen de sus habitantes y éstos, a su vez, de su educación, de su cultura, de su capacidad económíca y formación social (o religiosa) y de otros factores que nos predisponen para actuar conformes a una u otra disciplina.
Es triste decirlo pero cuando una colectividad humana decae, no se le puede echar la culpa al maestro armero. Todos queremos ser iguales por encima de la media, pero los pueblos sometidos a la teoría del caudillaje encomendado a un apóstol de la igualdad, terminan siendo iguales pero pobres.
Nosotros los españoles no tenemos por qué ser pobres. Al fin yal cabo somos demòcratas.
Pero no nos engañemos. Somos muy desiguales. Ahí están los turolenses clamando al cielo para superar el desencanto de una democracia (del pueblo y para el pueblo) que los tiene enterrados en el desamparo y en el olvido; en una ciudad que se hunde contra reloj.
¿Pero sólo sucede en Teruel? Sería una deslealtad pensarlo. La España decadente propensa a la desertización, está demasiado extendida y como da poco de sí, es decir poco poder, ¡ahí se pudran!
Los partidos políticos vigentes nos hacen creer (lo siento) que ellos tienen la solución. No es cierto.
Por citar un caso, y no de una zona pobre, en el País Vasco (que tiene sus singularidades)
un amplio sector de sus habitantes lleva décadas perdiendo poder y medios económicos. Este fenómeno mal controlado produce la decadencia de gran número de familias.¡Y lo quieren arreglar con subvenciones!
Personalmente -y reconozco que puedo estar equivocado- pienso que el ritmo creador del pueblo llano, suele empezar en la escuela. Al día de hoy, hasta la escuela ha entrado en un período de rutina igualitaria: todos tenemos derecho al cielo. Pero ahí se acaba la igualdad, más o menos.
Y la igualdad, como sucede con el cielo, hay que ganársela.
sábado, 5 de mayo de 2018
UNA LÓGICA DESNORTADA
Un país es rico cuando mayoritariamente sus habitantes gozan de un nivel de vida confortable. Si la riqueza la controlan unos pocos y los demás no tienen medios suficientes para llevar una vida digna, estamos ante un pobre y desnortado pueblo que mal vive .
España, según los datos estadísticos, mejora su situación económica. Pero un importante número de sus ciudadanos de ambos sexos, trabajadores del pueblo llano, se tienen que arreglar para, vivir, con salarios tercermundistas.
Por otra parte en España, según los expertos, prosperan los negocios especulativos y disminuyen las inversiones de carácter productivo. La especulación financiera demanda personal especializado, en número reducido, frente a lo que sucede con el desarrollo de las empresas productivas, que, además de la ayuda de expertos, precisan la colaboración de mano de obra, no tan especializada y en número capaz de reducir las cifras del paro.
Hemos llegado a esta situación: el trabajo manual no da prestigio ni dinero y para cubrir las ineludibles necesidades del quehacer diario de pueblos y naciones, se pagan salarios míseros e inseguros. Esta situación la soportan millones de españoles -también catalanes y vascos- y otro tantos emigrantes que huyen de la pobreza más intensa de sus países de origen.
Esto que digo es público y notorio. En España, hemos creado un clima muy favorable para la trampa; y un terreno de muy difícil recorrido para la gente honesta y trabajadora, mal pagada y, para mayor escarnio, condenada a buscar en la basura productos caducados para comer..
¿Lo saben los políticos? ¿Por qué gastan tanto dinero y saliva para tan poco como resuelven?.
España, según los datos estadísticos, mejora su situación económica. Pero un importante número de sus ciudadanos de ambos sexos, trabajadores del pueblo llano, se tienen que arreglar para, vivir, con salarios tercermundistas.
Por otra parte en España, según los expertos, prosperan los negocios especulativos y disminuyen las inversiones de carácter productivo. La especulación financiera demanda personal especializado, en número reducido, frente a lo que sucede con el desarrollo de las empresas productivas, que, además de la ayuda de expertos, precisan la colaboración de mano de obra, no tan especializada y en número capaz de reducir las cifras del paro.
Hemos llegado a esta situación: el trabajo manual no da prestigio ni dinero y para cubrir las ineludibles necesidades del quehacer diario de pueblos y naciones, se pagan salarios míseros e inseguros. Esta situación la soportan millones de españoles -también catalanes y vascos- y otro tantos emigrantes que huyen de la pobreza más intensa de sus países de origen.
Esto que digo es público y notorio. En España, hemos creado un clima muy favorable para la trampa; y un terreno de muy difícil recorrido para la gente honesta y trabajadora, mal pagada y, para mayor escarnio, condenada a buscar en la basura productos caducados para comer..
¿Lo saben los políticos? ¿Por qué gastan tanto dinero y saliva para tan poco como resuelven?.
viernes, 4 de mayo de 2018
POLÍTICA CON NÚMEROS
Estamos viviendo en España las inquietudes de un período pre-electoral. Se presiente un cambio. Los políticos en plena autocrítica, sopesan sus méritos. Urge saber si superarán el primer obstáculo:
ir en las listas. Hay que cuidar como nunca a los elegibles. El pueblo está escarmentado.
Desde luego cada partido tiene sus normas, cada maestrillo su librillo. Todos los afectados por el proceso electoral, presumirán de juego limpio; todos -nos lo hacen creer- postergan sus ambiciones personales, para ponerse al servicio del bien común. Pero, si es posible, que no falte el coche oficial.
Es muy prosaico esto que digo; pero la realidad, la descomposición de un buen número de políticos con mando en plaza, está, a la vista. El porcentaje de los que se salvan de la quema, se ignora. No quiere decir que no existan.
Los efectos de esta descomposición son inevitables para los más débiles. Es más fácil recaudar cinco euros por persona a cinco millones de habitantes, en suma veinticinco millones, que sonsacar cinco millones "per cápita" a cinco plutócratas. De ahí deriva muchas corrupciones. Las propuestas son tentadoras.
Los votantes sólo disfrutan de un voto por persona a no ser que...los especialistas del ramo, sepan convencer al prójimo: todo esto te daré si me votas tú y me votan los tuyos y con esos votos me alzo con con el poder y la limosna. Trabaja a la clientela y serás alguien.
No lo olviden: las esperanzas incumplidas que serán muchas, crean decepciones y resabios. Si esta realidad se inflama, se vuelven las desgracias también contra los más indefensos. Es más fácil llevar la guerra a cinco mil débiles que a cinco plutócratas.
También la democracia tiene sus puntos débiles.
jueves, 3 de mayo de 2018
MENUDEO DE POLÍTICOS IMPULSIVOS
La historia no suele recrearse en la búsqueda de responsables de una guerra, cuando -como es notorio- llega precedida de errores y desaciertos. Es el caso de la guerra civil del 36, que se la trabajaron impulsivamente los políticos que decían condenarla. Luego la pagamos todos. No vayan a creer los "impulsivos" de siempre, que entre los vencidos solo estaban ellos.
Como pasaba hace ochenta años, otros políticos con parecidos collares, intentan revolver el cotarro, como si las cosas y el medio donde nos movemos no hubieran cambiado. Esto es grave y puede que lleguemos a reventar el invento de la paz, tan viejo como la vida misma.
Hay dos fuerzas desde las que se ejerce y maneja ese cotarro: la de muchedumbres en marcha y la de leyes ajustadas a derechos universales. Es la lucha entre el cálido "impulso" procesional y la "reflexión" meditada en frío por la jurispericia.
Ya es casualidad que los impulsivos requieran a las muchedumbres para imponer sus criterios -todo o nada- y repudien la interpretación de unas leyes vigentes ante una mesa constituida para el diálogo. Mesa a la que no se puede llevar el todo o nada como argumento de fuerza.
Pero, una vez explicado el tema ¿qué les falta a nuestros políticos para recurrir al diálogo? Les falta madurez, ser reflexivos, ordenar las ideas, redactar un plan, convencer...
Nos hace falta un buen equipo de políticos expertos y reflexivos, poco doctrinales a priori y capaces de tomar el pulso a la realidad de España.
Un equipo del que carecemos. Por eso brotan los apóstoles de ,la picardía impulsiva.
Como pasaba hace ochenta años, otros políticos con parecidos collares, intentan revolver el cotarro, como si las cosas y el medio donde nos movemos no hubieran cambiado. Esto es grave y puede que lleguemos a reventar el invento de la paz, tan viejo como la vida misma.
Hay dos fuerzas desde las que se ejerce y maneja ese cotarro: la de muchedumbres en marcha y la de leyes ajustadas a derechos universales. Es la lucha entre el cálido "impulso" procesional y la "reflexión" meditada en frío por la jurispericia.
Ya es casualidad que los impulsivos requieran a las muchedumbres para imponer sus criterios -todo o nada- y repudien la interpretación de unas leyes vigentes ante una mesa constituida para el diálogo. Mesa a la que no se puede llevar el todo o nada como argumento de fuerza.
Pero, una vez explicado el tema ¿qué les falta a nuestros políticos para recurrir al diálogo? Les falta madurez, ser reflexivos, ordenar las ideas, redactar un plan, convencer...
Nos hace falta un buen equipo de políticos expertos y reflexivos, poco doctrinales a priori y capaces de tomar el pulso a la realidad de España.
Un equipo del que carecemos. Por eso brotan los apóstoles de ,la picardía impulsiva.
miércoles, 2 de mayo de 2018
MUDANZA EN EL PAÍS VASCO
En el Paìs Vasco peninsular, los partidos políticos nacionalistas -tanto de izquierdas como de derechas- se han fortalecido en los últimos años y, por tanto, se les da por ganadores en las futuras convocatorias electorales.
Como perdedores parecen destacar los partidos constitucionalistas clásicos, PP y PSE sin que nadie se haga responsable de estos resultados.
El partido de "CIUDADANOS", de reciente implantación en Vasconia, no parece interesado en presentarse con atractivos suficientes, imprescindibles para atraer al voto vasco-español en esta tierra.
PODEMOS, por su parte, parece estar en otra onda, pero esto no excluye que tenga sus seguidores capaces de otorgarle cierta eficacia participativa.
Con esta somera percepción -sujeta a error, como puede suponerse- no hago otra cosa que poner de manifiesto que tanto la derecha como la izquierda constitucionalistas y moderadas, estás perdiendo influencia a paletadas y que sus simpatizantes, después de pasar por una fase abstencionista, pueden dar su voto a los partidos nacionalistas.
Y esto ¿por qué?
Muy sencillo de entender. Supongamos que usted, votante del PP, considera en conciencia, que no es justo ni equitativo congelar las pensiones de jubilación de millones de personas necesitadas. Entonces piensa: "Nada más lógico que pedir a los míos, que no cometan esa torpeza, porque perderían votos en oleadas". Y los líderes de su cuerda, haciéndose los sordos, siguen perjudicando a millones de sus votantes.
Entonces, un partido nacionalista a la espera, sabe que los "derechosos" necesitan de sus votos para no perder el poder. ¿Y qué hacen los tales "derechosos" en el poder? Pedir árnica. Y los nacionalistas, a cambio, solicitan que se concedan mejoras a los jubilados. Y lo consiguen.
¿Que sienten los "derechosos" cuando los adversarios consiguen lo que no pueden lograr ellos??
¡Es para comer cerillas! Llevan el voto al otro bando.
Como perdedores parecen destacar los partidos constitucionalistas clásicos, PP y PSE sin que nadie se haga responsable de estos resultados.
El partido de "CIUDADANOS", de reciente implantación en Vasconia, no parece interesado en presentarse con atractivos suficientes, imprescindibles para atraer al voto vasco-español en esta tierra.
PODEMOS, por su parte, parece estar en otra onda, pero esto no excluye que tenga sus seguidores capaces de otorgarle cierta eficacia participativa.
Con esta somera percepción -sujeta a error, como puede suponerse- no hago otra cosa que poner de manifiesto que tanto la derecha como la izquierda constitucionalistas y moderadas, estás perdiendo influencia a paletadas y que sus simpatizantes, después de pasar por una fase abstencionista, pueden dar su voto a los partidos nacionalistas.
Y esto ¿por qué?
Muy sencillo de entender. Supongamos que usted, votante del PP, considera en conciencia, que no es justo ni equitativo congelar las pensiones de jubilación de millones de personas necesitadas. Entonces piensa: "Nada más lógico que pedir a los míos, que no cometan esa torpeza, porque perderían votos en oleadas". Y los líderes de su cuerda, haciéndose los sordos, siguen perjudicando a millones de sus votantes.
Entonces, un partido nacionalista a la espera, sabe que los "derechosos" necesitan de sus votos para no perder el poder. ¿Y qué hacen los tales "derechosos" en el poder? Pedir árnica. Y los nacionalistas, a cambio, solicitan que se concedan mejoras a los jubilados. Y lo consiguen.
¿Que sienten los "derechosos" cuando los adversarios consiguen lo que no pueden lograr ellos??
¡Es para comer cerillas! Llevan el voto al otro bando.
martes, 1 de mayo de 2018
MI PUNTO DE VISTA
Al evocar escenas y motivaciones de tiempos pasados, me pregunto: ¿cómo fue posible aquella escena, qué sentido tenía? Al paso de los años vas viendo que la historia se repite, que tropezamos en las mismas piedras, que estamos sometidos a las mismas servidumbres, que funcionan los mismos odios...
Suelo ejercitar la memoria para dar sentido a secuencias que más parecen entresacadas de una página novelesca que de un hecho real.
Un compañero de clase, en el año de la guerra, 1936, interno en un colegio de pago, con quince años decidió fugarse e ir como voluntario al frente de Aragón. Y pidió mi auxilio
Le ayudé a escapar. Lo acompañé hasta la estación del ferrocarril donde tomó un tren militar que lo llevaría hasta Zaragoza. No he vuelto a tener noticias de aquella aventura.
¿Lo haría hoy? Me horroriza pensarlo. La guerra es para olvidarla y no puedo.
Al paso de los días, en el mismo año de 1936, por la Navidad, conocí de cerca a un mutilado, hermano de un compañero de estudios, que perdió una pierna a los dieciocho años, en el frente de Somosierra, camino de Madrid, cuya rendición se suponía lograda antes de acabar el mes de julio del que llamarían "primer año triunfal".
Mis entusiasmos bélicos, se fueron a pique al ver sufrir al hermano de mi amigo. Me hice pacifista, no por atrición, sino contrito.
Leo que se ha montado un cirio a cuenta del abuso de poder con violencia de unos animales de dos patas, haciendo víctima de sus desmanes a una joven inexperta de dieciocho años.
¿A una violación sádica de grupo llama usted abuso de poder con violencia?
¡Me sobra si se hace justicia!
Suelo ejercitar la memoria para dar sentido a secuencias que más parecen entresacadas de una página novelesca que de un hecho real.
Un compañero de clase, en el año de la guerra, 1936, interno en un colegio de pago, con quince años decidió fugarse e ir como voluntario al frente de Aragón. Y pidió mi auxilio
Le ayudé a escapar. Lo acompañé hasta la estación del ferrocarril donde tomó un tren militar que lo llevaría hasta Zaragoza. No he vuelto a tener noticias de aquella aventura.
¿Lo haría hoy? Me horroriza pensarlo. La guerra es para olvidarla y no puedo.
Al paso de los días, en el mismo año de 1936, por la Navidad, conocí de cerca a un mutilado, hermano de un compañero de estudios, que perdió una pierna a los dieciocho años, en el frente de Somosierra, camino de Madrid, cuya rendición se suponía lograda antes de acabar el mes de julio del que llamarían "primer año triunfal".
Mis entusiasmos bélicos, se fueron a pique al ver sufrir al hermano de mi amigo. Me hice pacifista, no por atrición, sino contrito.
Leo que se ha montado un cirio a cuenta del abuso de poder con violencia de unos animales de dos patas, haciendo víctima de sus desmanes a una joven inexperta de dieciocho años.
¿A una violación sádica de grupo llama usted abuso de poder con violencia?
¡Me sobra si se hace justicia!
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