sábado, 29 de abril de 2017

PENSIONES EN LA CUERDA FLOJA

     Va en aumento el número de expertos  que mantienen - los números cantan- esta tesis: el sistema de pensiones español vive sobre una cuerda floja y terminará por llevar a la pobreza a la inmensa mayoría de los pensionados. Cuanto más se tarde en  dar con una solución, más  dura será la caída.
     El razonamiento lleva, como es lógico, a esta conclusión: o se cambia  el  sistema o se hunde el tinglado. Sin embargo,  hay quien piensa que esto  se arregla con la  disminución del paro, si además se retrasa la edad de jubilación de los pensionistas. Las cuentas siguen sin salir. ¿Por qué? Por la sencilla razón de que  aumenta el número de pensionistas -cada año hay más, no se mueren- y los llamados a cotizar no pueden con la carga que se les viene encima. No pueden, ni van a poder...
      Así que, dado que los políticos pierden el tiempo - los unos dedicados al birle y los otros en jugar a  guardias y ladrones- aquí no queda otro remedio que el de recurrir a la iniciativa personal. Es decir que no basta con buscar un puesto de trabajo, sino que por principio hay que inventárselo. Y ésto, lo digo por experiencia propia y ajena, es doloroso, difícil y arriesgado, pero no imposible. Es la tarea que tuvieron que abordar los españoles al término de la guerra para ganarse no una pensión, sino el pan de cada día.
      Una vez resuelto la primera parte del problema, -ganarse la vida activa- que cuesta lo suyo, podrá cada uno pensar en sus ahorros -es decir pensar en su retiro-.
      ¿Qué se puede pedir a los políticos? Que disminuyan en número,  que cobren sus servicios,  no en salarios, dietas, viajes y regalos; que cobren por objetivos conseguidos,  previo informe técnico dictado por expertos que asesoren  a un tribunal de cuentas vigilado de cerca por inspectores policíacos.
       Esta fórmula, pondría al país en condiciones de crear puestos de trabajo si, además, el sistema tributario  no se empeñara en fornicar a los que más trabajan y ahorran. Aquí todo el que suda para ganarse el pan de cada día, las pasa  canutas y,  muy al contrario, están exentos el trafico de drogas  y otros menesteres dados al vicio,  la prostitución generalizada, el uso gratuito de calles y plazas para fiestas ruidosas, para excesos  que se dicen controlados y no lo están,  para procesiones religiosas que más parecen paganas, para un turismo de mal gusto que trae más daño que beneficios, etc. etc.
      Pero si usted quiere abrir una tiendecita, ¡prepárese! Caerán como buitres sobre su persona,   una la plaga de trámites con su impuesto anexo a pagar al instante. Al trabajo, de por sí ingrato, hay que añadirle el trallazo.
     ¡Y así no hay quien funcione!
     ¿O no?






   

viernes, 28 de abril de 2017

CRISIS IDEOLÓGICA

     Si examinamos con serenidad el panorama político español y además atendemos al discurso  de sus líderes, llegamos a dos conclusiones: están, los aludidos,  atendiendo a la solución de sus propios y más urgentes problemas personales  y  dejan a un lado, o atienden con cierta pasividad los problemas de la sociedad que los mantiene en las instituciones del poder. Andan cortos de ideas.
     Ellos dirán que no, que no hay tal cosa, pero estamos en mayo y ahí está el presupuesto de la Nación en vísperas de no ser aprobado cuando viene a suceder que las partidas más  importantes están comprometidas y el porcentaje de lo disponible es escaso y nunca contentará  a todos. España va mejorando,  pero la recuperación es  lenta y las perspectivas de futuro son aleatorias, discutibles y de corto horizonte.
      Si a esto añadimos que los políticos andan a la greña, ¡ya me dirán por dónde y cómo viene el arreglo y a  qué precio!
      Los políticos con mando en plaza, que comen, visten y viajan solo gracias al cargo, tiemblan porque, si la crisis estalla, el meneo puede mandarles al paro. Están centrados en el ataque y defensa personal, en el mutuo desprestigio, pese a que la mayoría de las pacientes clases medias y bajas,que son las que sufren y colaboran,  siguen en el tajo día a día manteniendo el tipo para que la nave no se hunda. ¡Dando ejemplo!
      Pero ¿qué nos espera si esas gentes se cansan?
     
     





jueves, 27 de abril de 2017

ENDEMONIADO ESCENARIO

      No hay bicho viviente que, puesto a pensar sobre la evolución democrática de España tras cuarenta años de dictadura, se hubiera atrevido a suponer que nuestro  destino era revivir el Patio de Monipodio.
      ¿Cómo describir este escenario? ¿Quién puso en marcha esta sátira? Nada menos que Miguel de Cervantes, universalmente reconocido por su prestigio literario. Un Cervantes que no se privó de vivir en una cofradía parecida a la que conocieron Rinconete y Cortadillo. Cervantes supo como era la cárcel, condenado en dos ocasiones por irregularidades contables.
      El Patio de Monipodio, lugar de reunión de toda suerte de mangantes y maleantes, reunió a los que pretendían con sus artimañas pasar por lo que nunca fueron: por personas decentes. Y se mezclaban y arropaban con signos propios de la decencia.
      Pero ¿cómo empezó nuestra democracia  cuyo parto causó la admiración del Mundo?  Empezó desde la pobreza de los  partidos políticos comprometidos con la honradez  y el juego limpio . En las primeras elecciones  se derrochó un dinero con el  que nadie contaba semanas antes. ¿De dónde llegó? ¿Se han devuelto esos caudales? Allí empezó la cosa y la historia no desciende a estudiar esos tugurios.
      Los que estaban en el secreto del cambio  para llegar a las praderas democráticas, se callaron muchas de las dificultades que hubieron de superar y algún día se sabrá la verdad dura  y madura. Esa verdad, no la quieren digerir las nuevas generaciones, como es lógico que suceda. Generaciones que no advierten que están poniendo en candelero otras mentiras. Por ejemplo  la deificación en unos casos, la demonización en otros de episodios que avergüenzan a los bien nacidos.
      El pueblo llano sufre la que podría llamarse vergüenza colectiva. Es un pueblo desorientado. A la crisis económica está  siguiendo una crisis política. Es la hora de los falsos apóstoles de ambos sexos. De los fariseos/as  que proclaman su pureza: "no somos como esos publicanos que pecan a diario, donde nosotros/as prodigamos elocuentes virtudes".
       Consigna de pecadores: aguantar esta marea.  Siempre el futuro suele ser prometedor. Hay que cambiar  algo para que todo siga igual.
       Consigna de inocentes avisados: como esto siga así vamos a comer todos mierda. ¿Ya llegará para todos? ¡Miremos a Venezuela!
       En España hay demasiados pobres. Esto no es bueno para nadie.
       ¡Ni da derechos al Patio de Monipodio!

miércoles, 26 de abril de 2017

UNA LECCIÓN DE HISTORIA

     El profesor de Historia que llegué a conocer a mis trece años, siempre dedicaba el último cuarto de hora de docencia a ponernos al día, tanto de los conflictos mundiales como  de sus protagonistas. No faltaban a la cita Alemania e Italia, entregadas al ataque desde sus posiciones totalitarias; ni la Gran Bretaña y Francia,  en el lado opuesto y a la defensiva; ni los EE.UU., ni el Japón, ni la URSS... Nos decía y afirmaba: se anuncia una guerra convencional; la ganará el mejor dotado, el que cuente con más medios de combate, más petróleo y más carne de cañón. En una lucha de guerrillas, está  por ver que sucedería...pero la que se anuncia es de masas.
     El tiempo le daría la razón. Pero -a lo que iba-:  quería contar que,  en una de esas clases, un compañero aburrido pidió la palabra.
     - Señor Profesor: usted nunca nos habla de España. ¿Se puede saber por qué?
     Se hizo un silencio cómplice. ¿Por qué?
      El profesor se separó de la mesa desde donde impartía historia con sentido crítico y caminó hacia el pupitre ocupado por  del alumno. Le dijo a media voz ...
      - No hablo de España, porque me da vergüenza...
      Y se calló; se hizo el silencio. También acertó. Eran los tiempos del "straperlo", cuando un pariente del presidente o jefe del Gobierno de España,  Alejandro Lerroux, se vio enredado en la concesión de sendas licencias para dos ruletas instaladas en dos casinos  que -según decían- estaban  totalmente prohibidas.
      Pero... El profesor hilaba muy fino. También  podría ser un aviso. España era un desastre. Estaba a punto de que sus amados hijos, los españoles, se liaran en una guerra civil que haría memoria  histórica.
      ¡Le daba vergüenza!






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martes, 25 de abril de 2017

EL CAMBIO QUE TRAJO LA IMPRENTA

     A medida que la imprenta se fue popularizando y el papel sustituyó al pergamino, las ideas se divulgaron con más facilidad y cientos de miles de personas se vieron obligadas a  plegarse al cambio que esto supuso; un  cambio de conducta. Progresabas o conservabas;  ibas a tono con los nuevos conocimientos o te agarrabas a una tabla considerada de salvación, que en realidad no lo era; una tabla  que te permitía flotar  pero sin rumbo, siguiendo  la corriente.
      Aquella velocidad de la idea impresa se ha  multiplicado exponencialmente con la divulgación que facilita la electrónica. Millones de personas se mueven motivadas por las divulgaciones analógicas y sobrepasan  las limitaciones  digitales. El mundo vive un acelerado cambio.
      La sociedad de nuevo se divide: unos quieren progresar y otros conservar. Esto lo perciben millones de personas que no paran,  influidas por esta  circunstancia. Este movimiento origina nuevos cambios que unos los aceptan,  otros los explotan y muchos los sufren.
      El dinero que mueve voluntades está en plena combustión, porque el volcán está vivo y a muchos mortales les ha pillado cambiándose el pijama. Hemos tenido,  en cosa de meses,  tres casos inesperados como consecuencia de sendas convocatorias electorales: el de los EE.UU de América, el del Reino Unido y el de Francia. No hemos hecho sino  empezar. En el fondo, todo se universaliza. Suena la campana de la Bolsa en Londres y se mueren hambrientas las gentes en el último rincón del Mundo. Es cosa de minutos.
      Esto pasa: el capitalismo se universaliza, se lanza a existir y a luchar cada día hasta en el último rincón de la tierra habitada por el hombre. Las masas no están capacitadas para defenderse con medios normales de las garras que nos proporcionan  las nuevas técnicas. No vale estar encuadrado dentro de los límites de una nación. Un misil no reconoce fronteras; un ordenador tampoco. O los países se integran en proyectos supranacionales o se dejan llevar por la corriente. No están en juego sólo el capital y el destino de las masas proletarias. Si, lo están los supuestos derechos colectivos de las naciones, frente a los derechos humanos individuales, tal y como fueron proclamados por las Naciones Unidas hace décadas.
       Casi nadie habla de todo ello; los comentarios más jugosos se exprimen  a costa de la anécdota personal. Y lo que tenemos encima son principios  a los que amoldarse . Principios que están al caer y que pueden pillarnos entumecidos.
       Los mortales prevenidos piden un cambio de escuela.

 

lunes, 24 de abril de 2017

LA "TRAMA" Y LA "TRAMPA"

     Las aspiraciones de todo partido político se resumen en esta idea:  hacerse con el gobierno de un país para  dirigir su  futuro, es decir  el propio de los llamados a gobernar y,  en segundo término, el de sus más fieles votantes. Los demás que esperen su turno.  
     Sé que esto  que les cuento es muy prosaico  y dado que no sirve para desmontar una realidad, -la bien  llamada "trama"-   convertida por las malos políticos en  sistema perverso en favor de los más sinverguenzas,  viene a resultar que uno es también  un pervertido peligroso, un derechista de abrigo.
     Pues no. Reconozco que el grave defecto de los más influyentes personajes de ese amplio sector social de las derechas, no ha sabido plantar cara a tiempo (repito, a tiempo) para cortar por lo sano  la delincuencia surgida en su seno. El error lo pagaremos todos.
     Pero es el caso que si te pones las gafas con las que mirar mas allá de la nariz, te das cuenta de que mientras unos politiquean y roban  con la "trama", lleguen otros para tomar el poder y desplazar a sus rivales valiéndose de la "trampa". Para el "populismo" todo vale.
     ¿En qué cosiste la "trama"? ¿En qué se diferencia de la "trampa"?
      La "trama" es una combinación torticera en  virtud de la cual el poder político y el económico violan la ley en beneficio de unos pocos,  a costa de muchos.
      La "trampa" consiste en aplicar el principio de que "el fin justifica los medios", aunque fuere cargando las culpas sobre los más inocentes. Ejemplo vivo: aquellos países donde bajo el pretexto de salvar a los débiles, todo vale, incluso la pérdida de la libertad personal dispuesta a capricho; también - y esto es lo grave- a costa de sufridos inocentes.
      Tan viejo como la misma historia.
       ¡No nos engañemos!




   


sábado, 22 de abril de 2017

LA DIMISIÓN CAUSA PÁNICO.

     Si existiera la opción de sopesar la valía de los políticos sometiéndolos a un  cuestionario, cabría preguntarles hasta donde llegan en  su resistencia a dimitir por dignidad; y veríamos lo  poco que valen la mayoría.
     Y pongo lo de "su resistencia" a sabiendas de que las dimisiones,  todas, son voluntarias y por tanto de libre ejercicio. Cada uno dimite cuando le da la gana. Casi todos dimiten tarde y mal o no dimiten, y cumplen con la que podría  llamarse la "ley del mono" .
     Cuentan de una familia de monos (no todos son iguales, como pasa con el género humano) cuyos miembros se dejaban cazar arrastrados por su codicia. Su alimento preferido eran las avellanas. Los cazadores se valían de un coco hueco preparado al efecto: en uno de sus polos dejaban una apertura por donde el mono podía introducir su mano abierta, pero no podía sacarla si cerraba el puño.  Las avellanas, la tentación, estaban en el fondo del coco. El mono introducía el puño y lo cerraba, tan pronto se hacía dueño del sabroso cebo y tiraba para huir con el coco y la golosina, pero no podía: el coco estaba sujeto con una cadena y el  simio no abría el puño.
      No es concebible en una sociedad donde la libertad de expresión es la reina de todas  las virtudes, que sean multitud los que formen contubernios, sin los cuales no tendrían razón de ser  muchas tertulias que dan vida a los corrillos mediáticos: no hay nada más tentador que hablar  del prójimo, cuando además le consta al divulgador que está prestando un servicio a sus semejantes.
      Al final el desprestigio cunde y afecta a todos: a tirios y a troyanos. El tiempo no perdona.  Más tarde o más temprano los tolerantes, y los que se hacían los ignorantes, se verán desdeñados, por no haber sabido abrir el puño en tiempo y forma.
      ¡Es ley de vida!  



viernes, 21 de abril de 2017

UN FUTURO INCIERTO

     Desde una perspectiva política desapasionada, puestos a influir en el futuro que nos aguarda a los españoles a la vuelta de la esquina, podría afirmarse que las gentes de buena fe están desorientadas. Téngase en cuenta que,  para la inmensa mayoría, su única forma de influir es con su  voto.
     Si nos paramos a observar todo lo que ocurre, si lo analizamos  fríamente, si queremos sacar consecuencias, muchos terminarán por concluir: "Conmigo que no cuenten: esta vez, no voto"
     Las  buenas personas -me refiero  a las que ganan  el pan con su diario sudor- no acaban de entender, ni de digerir,  cómo justificar su voto dándoselo a unas listas donde se cuela la mangancia en proporciones exageradas.  Porque en España, los electores no eligen a la persona, sino a una extraña relación de amiguetes de cuya historia no tiene la menor idea. ¡ Así nos va!
    La que  entendemos por derecha moderada, se levanta cada mañana rascándose tras la  oreja, al mismo tiempo que se pregunta: ¿cómo se llama el buen ladrón de hoy? La izquierda tradicional está a la greña;  se quieren mucho los unos a los otros pero no se hablan ni cuando dan tierra a sus muertos. La nueva derecha no se cansa de repetir que ellos son los buenos, pero no abren brecha; por algo será. Y la nueva izquierda se entrega a la escenificación del sainete cuando estamos ante un drama.
    Y  los españoles más tiranizados, a fuerza de mal vivir porque no  tienen trabajo o no se lo remuneran dignamente, se apoyan como última esperanza en el que mejor miente. No es de extrañar que dadas estas circunstancias las minorías secesionistas aumenten su clientela.
    Esa es mi impresión.
    ¡Propia de un optimista desengañado!

jueves, 20 de abril de 2017

VICIADO, LARGO Y ABURRIDO

     No es lo malo que un país padezca la desgracia de que un alto porcentaje de nativos,  con mando en plaza, se tomen  la libertad  de disponer de lo ajeno como si fuera suyo; es peor aún ver la cara de tontos que ponen los que,  pudiendo haber evitado el saqueo, se encuentran ante la opinión de la calle sin argumentos razonables que justifiquen lo sucedido.
     Al fin todo concluye en morbosos comentarios en torno a  lo sucedido, con la colaboración vocacional de sagaces exploradores de la  noticia,  atentos,  no a que se devuelva lo sustraído por los autores de la rapiña, sino a ver si dejan un hueco en las bancadas del poder para que lo ocupen con presteza los que ya están a la cola.
      Es una tarea con  doble vertiente: una la de sanear el pudridero, que no deja de ser meritoria  y otra la de poner en marcha una política que podría llamarse de  buenas costumbres, con lo difícil que resulta no caer en el pecado cuando la tentación esta a la vista y la vigilancia se vuelve cómplice. Ocasionalmente pero cómplice.
      Y todo ello sucede, a riesgo  y ventura,  después de que los titulares del poder - unos desde el ejercicio activo y otros en la oposición- hayan jurado o prometido lealtad y limpieza  en el manejo de la confianza que el pueblo les otorga con la mejor buena fe.
      Claro, es lógico que la desconfianza cobre  cuerpo a la hora del relevo electoral.
       ¡La carne es débil!
       Lo que no deja de asombrarnos es la negligencia de sus jefes y superiores en la escala jerárquica. Las tres  llaves de los cajeros de seguridad, son más viejas que la pana.
       ¡Y no se enteran!
      

miércoles, 19 de abril de 2017

POLÍTICA Y PODER

     Desde que  el ser humano se sintió capaz de sostenerse erguido y dispuesto a subsistir y a medrar en competencia con otros de su misma especie, percibió que la llave de su futuro estaba en ese misterioso secreto llamado poder.
     Lo delicado del tema viene tras esta interrogación: ¿cómo se alcanza el poder?  Los medios son muy diversos, pero el poder, para ser útil al que lo ostenta, necesita del reconocimiento de una mayoría. Si al hombre -o mujer- lo dejas solo, su poderío le servirá para subsistir, pero no para mandar,  para ser el amo en términos vulgares, que es lo que importa.
    Las manifestaciones más claras del poder, en nuestros días,  suelen alcanzarse gracias a la política; y también por la vía del dinero. No puede olvidarse que políticos y adinerados, suelen entenderse a las mil maravillas. Los intereses materiales unen a los mayores enemigos, siempre que ambos salgan beneficiados en sus respectivas áreas de poder. Por ahí  nace la corrupción.
     Es difícil resistir las tentaciones del poder y del dinero. Ya los clásicos -antes de la doctrina cristiana partidaria del amor y el perdón para estar en la cresta de la ola- recurrieron a las virtudes cardinales -justicia, prudencia, fortaleza y templanza- para mantenerse con el poder intacto.
     Algo o algunos, muchos,  han ha fracaso en el ejercicio de ese poder en el planeta Tierra. También en España. El poder y el dinero no se han mantenido en la reserva. Todo los trapos sucios están en la puñetera calle. Las gentes no aciertan a elegir al poderoso que las guíe.
     Estos errores los pagan siempre los más pobres. Los que menos culpa tienen. Lo malo viene si se cansan.
     ¡Tienen sus razones!

 


martes, 18 de abril de 2017

LA ESPAÑA POBRE

         Las vacaciones de primavera en  España se hacen coincidir con la Semana Santa. Han sido días de jolgorio para un amplio sector de españoles. Nada tienen que ver sus traslados multitudinarios indicativos de abundancia,  con el índice de pobreza que las estadísticas atribuyen a una gran parte de nuestro pueblo.
         Si se nos juzgara por nuestras aficiones viajeras, por lo dado que somos a la contemplación ociosa y relajada del paisaje, a las complacencias gastronómicas,  al bla, bla, ruidoso y desenfrenado y al "dolce far niente", podría deducirse que somos un pueblo feliz. Pero... no.No echemos en olvido a  nuestros pobres.
          Según nos cuenta la estadística, una cuarta parte de la población española -por lo menos- está necesitada de auxilios y ayudas sociales para poder subsistir. Reconocer la necesidad,  no quiere decir que esté asistida.
          Se observa, al paso de los días, que las políticas aplicadas para mejorar los ingresos "per capita" de los españoles por la vía laboral, no son satisfactorias para esa capa de pobreza que nos rodea. Y esto tiene su respuesta. Las desigualdades exageradas tienden a convertirse en manifestaciones de muy diverso cuño en señal de.protesta.
           España está al borde de un cambio de dimensiones imprevistas. Asistimos a una doble representación: a una despreocupación alegre y  desbordada, por un lado, y no  tomamos  en cuenta la tristeza desolada y rebelde de las capas pobres que no se resignan, por otro.
            En momentos así, sobrenadando en la crisis, suelen crecer los nuevos profetas de la  política con  viejas  ideas de nuevo retocadas: los mismos  de siempre con distintos collares. Ahora se enfangan en la motejada "trama". No hay sinceridad; todo es teatro.
:          Y todo, hasta el contraste económico, tiene un límite. Cuando se pasa ese límite alguien ha de actuar, para prever y evitar un estallido generalizado.
            Tomen nota: Por primera vez,  están surgiendo grupos  de anómalos turistas que después de disfrutar del asueto, se marchan si pagar; o se detecta la aparición de bandas llegadas del exterior que montan un cirio en zonas turísticas; o donde se insulta y avasalla al despistado nativo;  o se detecta la aparición de grupos  gamberriles a quienes poco importa  forzar estampidas... En fin:  subyace, además, el miedo al atentado violento y vengativo.
            Sucede en  un país donde un cuarto de su población sufre y mal vive  en la miseria.
            Estamos hablando de unos quince millones de personas.  
            ¡No es justo!   Ni nos conviene olvidarlo.

         




lunes, 10 de abril de 2017

VACACIONES

SIETE DÍAS DE VACACIONES .

Es Semana Santa. Es primavera. Gracias.

NACIÓN DE NACIONES

        No hay nada más indefinido que una Nación de naciones. La característica propia de una Nación, políticamente hablando, es su soberanía.
       Está claro: si la soberanía corresponde a la Nación grande, las  otras jurisdicciones al no ser soberanas no  puede ser naciones; y si -de otra forma- cada una de las naciones pequeñas fueran soberanas, la Nación suma - la Nación de naciones- no podría  existir.
       Podría argüirse que esas "naciones" pequeñas, al federarse harían posible la Nación de naciones... Es algo así como deshacer lo que ya existe, para llegar a una conclusión parecida: a una nueva Nación sobre la ya existente. A no ser que las naciones federadas, se reservaran el poder de separarse cuando más les conviniere, que viene a ser lo que pretenden.
       Seamos sensatos. ¿Para qué andar con rodeos? Lo que quieren los  nacionalismos secesionistas tanto vascos, como catalanes y gallegos es que sus respectivos territorios, por decisión de sus habitantes,  puedan constituirse  como naciones soberanas e independientes. Cada nueva nación tendría su Estado para materializar esa soberanía.
      Los políticos que defienden la idea de "España, nación de naciones" quieren engañarse, o engañarnos;  o las dos cosas
    Dicho sin tapujos: el secesionismo es independentista y lo demás son castañas retóricas. Aquí y ahora, las soluciones intermedias, como la ya ensayada organización autonómica vigente, no satisfacen a los secesionistas, que no cesarán  en sus intentos hasta conseguir la independencia soberana.
    Tan  solo esperan que la demanda se generalice y que la debilidad de la Nación hoy llamada España,  en un momento crítico, se rompa del todo.
    No es el primer caso.








   







sábado, 8 de abril de 2017

UN CLIMA INESTABLE Y BELICOSO

     La lucha por el poder se complica allí donde se ventilan viejas historias y los vencidos se sienten fuertes. El caso de España es sintomático. El proceso dialogante empezó con  un acto de perfecta contrición.  Una mayoría inmensa de españoles  de amos bandos en lucha,  al cabo de cuarenta  años de miserias,  se sinceró: todos fuimos culpables, olvidemos el pasado; demos comienzo a una nueva vida a partir de una reconciliación sincera. A nadie le conviene volver a las andadas.
     Un servidor se despertó una mañana del veinte de julio de 1936, con sus trece años a cuestas,  con el toque de campanas a rebato en un pueblo rural alavés. Vivió así, con pleno conocimiento, los comienzos de lo que parecía un golpe militar de fácil desenlace y resultó ser una larga guerra entre paisanos. El  tiempo y las  crueldades con desenlaces no previstos, nos enseñó que la guerra era y es un disparate. Nunca una solución.
     ¿Volvió la paz con la democracia?
      Eso creíamos. Pero o no. Aún hoy se recuerdan las viejas historias,  se sirven  a diario con criterios belicosos las injusticias realizadas  por los unos con olvido de las responsabilidades de los otros. Y este proceder, más tarde o más temprano, tendrá su respuesta.
     Existe una izquierda centrada y una derecha del mismo signo  que han de evitar un proceso que puede admitirse como justo si se examina con templanza y equidad por personas equilibradas; pero no si se se mantiene bajo la tutela de pasiones políticas o con fines revanchistas.
     La última guerra civil española, no vino porque sí. Se fue calentando el ambiente durante décadas. El desenlace fue, tras el fracaso del diálogo, la lucha armada.  Por ahí se empieza y sigue luego con las miserias de la guerra y de la posguerra.
     ¡Nunca se sabe como termina!



     

viernes, 7 de abril de 2017

EL CAMBIO QUE VIENE

     A medida que las vanguardias informáticas avanzan, están dando la puntilla y dejando fuera de servicio a numerosos oficios superados por las nuevas tecnologías: entre ellas, la robótica que progresa  a pasos largos.    
     Las tareas más complejas se solucionan por medio de robots y los expertos en la materia pronostican una revolución, por llegar, de las rutinas laborales. En suma, los robots van a colaborar en muy distintas tareas para la producción de bienes y servicios, hasta el punto de crear más paro, en perjuicio de las personas y familias  que no  se incorporen al dominio estos avances revolucionarios.        Esta realidad recuerda a la revolución industrial activada en Inglaterra a finales del siglo XVIII. La aparición de los telares mecánicos tuvo  serios enemigos con el pretexto de que provocaban la desaparición de muchos  puestos de trabajo manuales, al tecnificarse la producción. La revolución industrial favoreció a los capitalistas y perjudicó al proletariado,  hasta que fueron borrándose diferencias que todavía no se han  superado.
     Estamos viviendo  una época donde el fenómeno se repite por causas parecidas con dimensiones insospechadas. La robotización está en sus comienzos. No podemos adivinar cuál será su progreso. Lo que ya se advierte es que algunos oficios tienden a ser menos cotizados cada día que pasa.
    Si la robotización llegara a las escuelas, sobrarían -a primera vista- miles de maestros en tanto no se actualizaran para dominar el mundo que se renueva. Lo mismo pasará en otros oficios o carreras..
    Ya se echa de menos una respuesta clara, positiva, ágil y eficaz a estas iniciativas,  por parte  del sector público. Los políticos se mueven incitados por otros objetivos. Van con retraso. Y siguen creciendo en número, pero no en talento.
     En vez de centrar las críticas y las ideas sobre los hechos que frenan positivos avances sociales, se lían en discusiones personales -con insultos por medio- cuando  lo inevitable es que todos han de arrimar el hombro si no queremos rodar por el derrumbadero.
     Hay que unirse en lo esencial.
     ¡Lo pide el sentido común!





jueves, 6 de abril de 2017

EL SISTEMA DE PENSIONES

     En España, los trabajadores por cuenta ajena cotizan para asegurarse una pensión vitalicia, que empezará a recibir en casos normales cuando llegue su hora de retiro,  por el sistema de reparto.
     A los interesados se les introduce en el sistema,  heredado de la dictadura, tan pronto cobran el primer salario.      
     Así comienza su andanza laboral el español de a pie,  sin saber dónde se mete a efectos pasivos; no conoce si existen otros medios de previsión que le aseguren un retiro modesto pero seguro y tranquilo.
     Por el sistema actual se pagan  los retiros con las cuotas aportadas  por los trabajadores en activo, aunque mediante un  artificio parezca que de estas aportaciones una parte corresponde a la empresa.,
     Si disminuyera el número de los que pagan y aumentara el número de los que cobran, el dinero recaudado no llegaría para los jubilados. Esto,  ni más ni  menos, es lo que está sucediendo en España. El déficit puede ir en aumento si no se crean más puestos ne trabajo  o si los salarios  de estos nuevos trabajadores  no mejoran respecto a los que hoy perciben.
     Hay otro sistema de pensiones, llamado de capitalización. En este caso cada trabajador aporta su cuota mensual que  se va sumando en una cuenta personal. El dinero ahorrado por cada cotizante en esta cuenta, más los intereses y otros beneficio si los hubiere, son del titular a todos los efectos. ¿Se pudo elegir este sistema por los trabajadores? No.
    Ahora, el partido en el poder está intentando que perviva este sistema de reparto,  ayudándose con créditos, a la espera de que lleguen tiempos mejores.
     O sea que el sistema puede estallar con gran repercusión en unas futuras elecciones. La oposición, quiere -o  pretende- por encima de todo,  controlar este negocio a todas luces deficitario. Mal asunto.








miércoles, 5 de abril de 2017

ESPAÑA Y GIBRALTAR

     No creo equivocarme al sostener que un paraíso fiscal es, ni más ni menos, que un  territorio donde se hace posible que los dineros y otros documentos de valor aportados por forasteros, se guarden, se custodien, se reproduzcan y se multipliquen y queden exentos del pago todo tipo de tributos. Es  la forma injusta de  favorecer a  las grandes fortunas a costa de los económicamente más débiles.
     En resumen, los depositantes de estos valores y quienes controlan  el paraíso fiscal, aumentan sus riquezas en proporciones inauditas sin merecerlo, mientras los demás han de ganarse el pan con  el sudor de su frente. Estamos ante un trato de favor en perjuicio del contribuyente normal obligado a soportar la carga de la que huye su vecino afortunado. Gibraltar y Andorra, son dos ejemplos próximos,  por añadidura elocuentes. ¡Son dos minas de oro en las que España no toca pepita!
      Ahora, en Gibraltar,  bajo la amenaza  quedar desconectado de la UE, tienen un doble problema: el de mantener su soberanía incólume y el de no perder las ventajas de un paraíso fiscal; la colonia, un tanto dislocada (en su recto sentido), sería tolerable si no se hubiera implantado allí ese paraíso fiscal que perjudica socio-económicamente a los españoles en favor los "llanitos".
       Con este motivo se ha despertado todo el interés mediático que se detiene a considerar el futuro colonial de la Roca, su soberanía que, por las circunstancias evolutivas de los tiempos, podría ser soportable. Y si embargo, les preocupa mucho menos -o nada- que en Gibraltar  funcione sin trabas un paraíso fiscal, como si esta tolerancia no tuviera efectos negativos para una zona de por sí deprimida.
      No deja de ser curioso -a la par que ilustrativo y paradójico- que los  "llanitos" vivan lujosamente, gracias a un consentido paraíso, en tanto diez mil españoles han de cruzar la raya fronteriza para ganarse con sudores mal pagados el pan de cada día.
      Cuentan que un español pidió en un bar una cerveza y al ir a tomarla, se plantó: entre la espuma flotaba una mosca. Armó la bronca, extrajo al insecto con un palillo, se  bebió la "birra" y la pagó sin más contratiempos. Días más tarde, en el mismo bar, se repitió la escena con un inglés. Éste mostró la mosca al dueño del bar  y pidió otra cerveza con buenas modales. Pagó solo la última, pero se bebió las dos.
       Así juega España la baza de Gibraltar. Es previsible que nos dejen beber hasta la  mosca, para que todo siga igual.
       ¡Estamos ante el caso del optimista bien informado!  ¿O no?
 


martes, 4 de abril de 2017

LAS GRANDES MIGRACIONES

     Si se ahondara en el contenido de algunas doctrinas políticas, advertiríamos que prometen el bienestar de los pueblos como si fuera un regalo a cambio del voto. La promesa se rodea de un halo de justicia: se trata de imponer sacrificios a los que más tienen, para cumplir con  el justo principio de la igualdad en favor de los que menos tienen.
     Si se observase, luego, el comportamiento real de estos  políticos,  veríamos cómo, pese a su pertinaz insistencia electoral, de lo prometido  llega la mitad de la mitad. Al mismo tiempo, ellos y sus conmilitones, familiares y amigos,  se ven legitimados, si triunfan,  para mejorar su propio nivel de vida. Su tarea diaria consiste en  mantener vivo el fuego sagrado que les dio el poder, en beneficio propio y del clan, dicho sea salvando las  excepciones  de rigor.
     Demos  por buenas todas las promesas, aun  cuando no se cumplan y suceda lo contrario. Miren hacia las Américas. Los políticos, cuando no pintan oros y copas, suelen aislar al paisanaje, fomentar los nacionalismos, alzar muros.... En rigor, se busca al enemigo que siempre viene de fuera; el de casa si les da el voto, es el bueno, la víctima, el mártir...
     Pero estamos ante un mundo que se internacionaliza,  ante la  aldea global -que dicen-;  y malo para todos si esta globalización prescinde de la persona o la clasifica como si fuera una cosa, dentro del  tumulto que nos arrolla.
     ¿Y qué se puede hacer con tanto emigrante? No parece estar la solución en la caridad, ni en el subsidio, para compensar a los alejados de su lugar de origen. Entre otras razones porque, allí donde recalan,  no hay para todos. La solución no llega huyendo ni levantando barreras para que  no salgan de su tierra los fugitivos. La solución llegaría si los países más pudientes invirtieran en crear escuelas y centros de producción en los lugares del origen migratorio; escuelas y centros que fueran equitativos y solidarios con los nativos para desmotivar  su fuga...  concebidos con criterios sociales. Algo  deseable también paras los países punteros.        
      Ahora bien, en el mundo que conozco se aprecia que la mayoría de los sometidos a trabajos de baja calidad, los mas  divulgados y que peor se pagan, prefieren un subsidio estable reducido en su cuantía, a una tarea penosa. Se está generalizando el recurso de la limosna oficializada. Mala solución.
     ¿Qué todo el mundo quiere un trabajo  seguro y bien remunerado? Lógico, ahora y siempre. Sería el ideal. Pero el hombre puesto a dirigir al rebaño, tiende a ser lobo para el hombre. Por esta y otras causas la mayoría de los laborantes -seamos sinceros- no disfruta con el trabajo que desempeña; la mayoría va al tajo porque es un medio ineludible para asegurarse la comida, el cobijo, la  compañía o la forma de mercadear bienes y servicios.
     En fin, la globalización es irreversible. Se anuncian  grades migraciones.
     ¡Ya aprenderemos!

lunes, 3 de abril de 2017

PARTIDOS Y FONDOS PÚBLICOS

     Mi amigo es un soñador: sostiene que los problemas han de resolverse poniendo en juego la política por delante de la economía. Puestos a pensar, es un disparate. Sin  dinero no hay solución que valga. Lo primero que abre un político sensato, cuando llega al poder,  es la caja fuerte del Estado para orientarse y elegir rumbo.
     Pero no le falta razón al amigo.
     Veamos qué pasa en Cataluña: los secesionistas están avanzando hacia el logro de sus propósitos, sin medios económicos suficientes. Hacen política y venden - casi  mejor regalan-  la esperanza del triunfo. Para el grupo político dominante en Cataluña lo que  importa  es sentirse los amos. Algo parecido al proceder de los niños cuando simulan que son adultos y juegan a ejercer profesiones diversas. Los políticos secesionistas se dedican a sentirse soberanos sin medios económicos para ser tomados en serio. El pago, piensan, se puede aplazar. Y las masas muerden el anzuelo
     Sobre este supuesto, la sociedad catalana, los  electores del montón, a la espera de un final feliz, viviendo el ensueño, llevan algún tiempo preguntándose: ¿Quién va a pagar todo esta "movida"?  ¿No van a resultar  muy caros los errores de una política separatista,  creadora de dificultades a millones de personas que no lo son y que terminarían por emigrar?
     Y si embargo, tropezando en la misma piedra, la política secesionista va por delante de la economía y se gasta el dinero que es de todos -de los separadores y de los integradores-como si se encontrara en las cunetas a  disposición del primero que llega.
     Se habla de promover la vida de un país paradisíaco, de una Cataluña próspera  para unos catalanes modélicos, con salarios dignos, empleos fijos, casa propia,  veraneo asegurado y con coches de marcas lujosas.. Como en el cine rosa. Pero, ¿cómo comerse  este plato si no hay dinero?        
     Al llegar al poder haremos cuentas, dicen los mejor dispuestos. Pero ya en  el poder,  ¿qué pasaría? ¡Nada! No sería la primera vez. Empezaría a conocerse la verdad. La lujosa vida  de unas cuantas familias que harían valer sus méritos. Y la vida mediocre de los demás.
      Y quedaría sin resolver una pregunta pendiente de respuesta: ¿cuál habría sido el destino de las familias que alcanzaron el poder gracias al separatismo empobrecedor de los demás?
      ¿Por eso se lucha?
       Es una pregunta.



                             
   



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