jueves, 3 de enero de 2019

MACHISMO INVETERADO

     Por antiguo y arraigado, por inveterado, al machismo lo defienden con orgullo muchos hombres admirados de su virilidad. Torpe actitud. Entre mamíferos la perdurabilidad de la especie está en manos de las madres. Al macho lo sustituye una jeringa cargada con semen fecundo y no se nota. A la hembra la puedes suplir con biberones, pero nunca le darás a la criatura la calidez y la calidad  de la teta.
     Dicho lo cual todo político que se precie tiene que dominarse y antes de marcar un ideal, antes de idear disparates, ha de pensar que una doctrina no puede estar condicionada por el sexo, ni por demandas parentales. Si una persona tiene  derecho -por ejemplo- a comer caliente, no es justo que muera de hambre, con independencia de cuál es su sexo o quienes son sus parientes.
     Creer que el poder político -por definición partidario de la equidad, (reconocer la valía de cada uno según sus méritos) - debe repartirse por mitades conforme al sexo de los aspirantes, es una simpleza que no puede dar buen resultado, porque el número de listos o de tontos no está compartido entre hombres y mujeres a partes iguales.
     Unos políticos que olvidan la lógica por convenir a sus intereses o en la creencia de que el voto es manipulable hasta poder gobernar con minorías minoritarias  y pactar contra natura, son unos títeres dispuestos a  ciscarse en lo más barrido con la capa puesta, sean hombres o mujeres.
     ¡Dios te ampare!, hermano.

No hay comentarios:

Publicar un comentario