Han pasado años -ya vemos- pero una mayoría de personajes de la política -sin detenernos en comparaciones- siguen encaramada en la onda donde se va el dinero con nobles propósitos, porque... al fin y al cabo, algo ha de cambiarse, algo, para que todo siga igual.
Vamos a ser sinceros: aquí el que roba, hurta o defrauda, si lo hace bien, se forra. Algunos pagan el pato en la sombra pero, al fin, se les respeta. Todo menos robar gallinas, ¡que te empapelan!
Aquí se castiga al "payo" y al "quinqui"si lo pillan. Y otros pocos van a la cárcel. Cuentan con ello. Les compensa.
¿Y qué solución tiene el caso?
Nadie lo sabe. Habría que empezar por rendir cuentas, Cuentas de verdad,-para empezar- de todo el colectivo.Un ajuste de cuentas a todo el grupo, bien sea un gobierno, una corporación municipal, un partido político, una comunidad autónoma, una diócesis, etc., etc.
¡Yo no lo veré!
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