lunes, 31 de marzo de 2014

NEFASTA SIMBIOSIS.

Era un viejo maestro jubilado en los años del hambre. Tieso, magro y discursivo, clavaba con un diagnóstico sentencioso el juicio que le merecía una cosa, una situación, un sector de la sociedad... En cierta ocasión lo llevaron a una sala de bingo llena de panolis creyentes en soluciones milagrosas para problemas complejos. Don Atilano, el viejo maestro, se paró al entrar, quedó perplejo y sentenció: "aquí hay mucho ratón y poco queso". Dio media vuelta y se largó sin mirar para atrás.= Un amigo, le interpeló. -"Por qué dices eso?". "Muy sencillo", contestó: "En todo ser humano se advierten dos comportamientos irracionales: en ocasiones actúa como depredador, y muchas más como pastueño".= El amigo se vio desbordado. Y Don Atilano le advirtió: "no estoy para explicaciones. Al fin, también tú desciendes del homo sapiens".= Otro día indagó: "¿Cómo clasificarían a los seres humanos que viven en, o con, o de la política?". Sus interlocutores no supieron contestarle. Y Don Atilano aclaró sólo un punto: "viven de la política aquellos que, carentes de ideales, ponen todo su afán, como segundones cercanos al político que triunfa, en atontolinarlo por los procedimientos de siempre para sacar partido de esa circunstancia".= "Es un caso -dijo también- de simbiosis, aunque nefasto" Para don Atilano, estaban por contarse los españoles que viven de la política. Esto explicaría por qué los recortes no han llegado a los cargos de confianza. "No siempre, pero ahí anidan los depredadores que, como los caimanes, esperan la presa escondidos en el barro de la política más turbia", remató su discurso el buen Don Atilano.

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