domingo, 23 de marzo de 2014

DUEÑA Y SEÑORA

Nos ha tocado vivir en una época de profundos cambios económicos; cambios influyentes en la vida de los pueblos, de las familias, de las personas. Esto ha hecho que las naciones hayan puesto en manos de los economistas la búsqueda de soluciones para los nuevos, numerosos y variados problemas que han surgido en el desarrollo de las naciones.- Es decir que la política se ha puesto al servicio de la economia, cuando la lógica manda lo contrario. La economía es muy importante, hay que contar con ella, pero no deja de ser un medio al servicio del hombre y no al revés.- Me toca, por una serie de circunstancias lógicas a mi edad, visitar con frecencia los centros hospitalarios. No soy economista, pero adivino el ingenio, esfuerzo y voluntad que gravita sobre un grupo de personas para mantener en pie dignamente un hospital.- El censo de personas de edad avanzada aumenta por días de forma insospechada, gracias a la carta de atenciones médicas que se les presta. Sólo en este capítulo referido a los ancianos, el servicio médico es cada día más costoso, hasta el punto de desbordar todas las previsiones.- Parece que esto debiera originar una respuesta cabal. Podría, por ejemplo, la política poner su empeño en idear medidas disuasorias que induzcan a los jóvenes a prescindir de ciertos hábitos que luego pasan factura a pagar entre todos. Para eso está la medicina preventiva.- No se ve a los economistas sugiriendo medidas de este tipo, que son políticas. Les va la práctica de recortes: Cortar por lo sano allí donde falló la previsión. Algo mas caro y cruento. Claro está,la sociedad afectada protesta, casi siempre con razón.- La economía dueña y señora de la situación, no conseguirá gran cosa si desplaza a la política como auténtica promotora de cambios y soluciones.

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