martes, 4 de marzo de 2014

4 - VITORIA, SEGUN LA VEO

EL ARBOL DEL AMOR. Cuentan que en el parque de la Florida (Vitoria), que en su fase inicial se limitaba al llamado Redondel y su entorno, fue fusilado un romántico y dicen que enamorado militar: Miguel Montes de Oca. Un bien acabado muro de piedra delimitaba el parque y el huerto de las Clarisas. Ante esta tapia vino a morir Montes de Oca, -episodio recogido en la monumental obra de Benito Pérez Galdós- sublevado en favor de las pretensiones de aquella Cristina de Borbón-Dos Sicilias y Borbón, Reina y Regente, entonces en el exilio, que vino a casar en segundas y secretas nupcias con el hijo de la estanquera de Tarancón. Años más tarde se decidieron los munícipes por la ampliación de la Florida para lo que llegaron a un acuerdo con las Clarisas y se quedaron con los terrenos de su propiedad. Terrenos que,al parecer,(confieso que no he ido al Registro a comprobarlo) ocupaban el espacio existente entre el hoy Parlamento Vasco y el meritado Redondel. Desapareció la tapia y con ella el recuerdo de un hecho histórico que pudo ser un atractivo más del florido parque con pretensiones románticas. Menos mal que cerca de ese punto, en un récodo cargado de pasión, un concejal mandó plantar una conifera exótica y a su sombra hizo crecer un banco capaz para tan solo dos personas. Así nació el árbol del amor que bendijo muchos enlaces de buenos vitorianos, a Dios gracias. Claro está, estas cosas si no se recuerdan se pierden y no deja de ser una pena que bien nos la podemos ahorrar.

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