lunes, 10 de marzo de 2014

CONSTRUIR SIN ROMPER

Nada más triste que ver y oír a través de las pantallas de televisión cómo algunos sedicentes politólogos, propugnan la tesis de que los pueblos y sus gobernantes no pueden ir contra los designios de la historia.- Sustentan que en el Mundo está en marcha un movimiento creativo de pequeñas repúblicas independientes, dueñas de una soberanía de la que hoy carecen. Lo curioso es que,al mismo tiempo, defienden la reintegración de estas pequeñas nuevas naciones a la Unión Europea, de la que fueron desgajadas por desear su propia independencia soberana.- Esto sucede cuando esa Europa unida está pasando por serias dificultades y cuando para salvarlas va a tener que recurrir al aumento de competencias soberanas, en detrimento de la ejercida por los países que la integran.- Muy al contrario de lo que vocean los soberanistas radicales, los designios de la historia van por la vía de la agrupación, cada década que pasa más acentuada, de pequeños países en grandes organizaciones que tengan algo que decir y defender desde su importancia y tamaño en esta fase de globalización que vivimos. Para reunir, no hace falta desatar lo que ya está atado.- En momentos como los actuales lo moderno sería que dos países como España y Portugal estuvieran orillando prejuicios y estudiando la forma de unirse para tener mayor peso dentro de la Unión Europea.- No hay peor progresista que aquel que vive empeñado en adoctrinarnos –como si fueran una bendición- con teorías regresivas.

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