jueves, 6 de marzo de 2014

5 - VITORIA, SEGUN LA VEO

LA PLAZA VIEJA. He intentado recrear la colina sobre la que surgieron las primeras construcciones defensivas de la que sería la ciudad de Vitoria; una colina, de no mucha altura, en medio de una llanada fértil sobre la que varó, como si fuera una nave, una aldea con su proa mirando al norte; la vieja Gasteiz.- Así veía a su ciudad Herminio Madinaveitia, un poeta que fue alcalde: "Vitoria: una ciudad anclada en los sembrados". A este alcalde, otros ediles con mejor voluntad que acierto, le dedicaron una calle vitoriana, estrecha, apartada y deslucida, no por culpa de sus moradores, sino por la pobreza de espíritu, insensibilidad, dejadez o desidia, que todo pudo ser, de quienes quisieron honrar su memoria.- Las calles de la ciudad antigua, un núcleo urbano gremial, se escalonaron y rodearon la colina. La población se fue forjando entre murallas y cercas defensivas, compatibles con el alojamiento y el ejercicio de la actividad diaria de los vecinos.- Tres de esas calles se abrían con anchos portones a una explanada protegida de los vientos norteños, que se vió convertida en plaza por el ejercicio de la convivencia humana en paz y en gracia de Dios. Era la Plaza Vieja, luego de la Virgen Blanca.

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