domingo, 30 de noviembre de 2014

TODO EMPEZÓ EN LA PUERTA DEL SOL

   Me tildan algunos de pesimista. Se equivocan. Soy simplemente un hombre precavido. Normalmente,  un hombre al que antes lo han herido.
    Dicen que el padre le dijo al hijo que mas amaba: "súbete a la mesa". Y el pequeño no quería. Lo habían enseñado a no subirse a las mesas ni por las paredes. Pero tanto insistía el padre que el niño, por no defraudarlo, trepó y dio dos pasos por la encimera del mueble. No dio el tercero porque de dos bofetadas su progenitor lo derribó. Y cuando  tuvo al niño  en el suelo acongojado y lloroso, dijo: "para que no te fíes  ni de tu padre"
    Oigan: es un cuento muy viejo de  cuya moraleja nunca hicimos caso y así nos fue.
     Todo empezó en la Puerta del Sol. Eran los indignados españoles hartos de unos políticos, poco eficaces, invadidos por la molicie, la buena vida y ya saben lo que suele decirse en estos casos: "el que venga por detrás, que arree".
    Era un clamor, un río revuelto.
    Y aparecieron al fin los pescadores, seguros de sí mismos, confiados, valientes. Y se gritaron los unos a los otros: <Podemos>. No sé por qué, lo oí con <j>. Pero muy  a mi pesar, se hicieron los amos de la pesca, ante la indignación  generalizada de los partidos con casta y con caspa.
    Pero ahí los tienen ustedes a los auto elegidos (aunque ellos no lo crean) preparándose para ser ministros y cosas así.
    Les confieso que me pillaron preparado para no subirme a la mesa donde ya reinaba un ambiente hostil. (Como al niño del cuento  que le dieron dos).
    ¿Y que  hacen los posiblemente perdedores  ante esta avalancha? Tirarse los trastos a la cabeza y discutir todo el puñetero día sobre si son galgos o  podencos los que van a dar una patada en el culo a todos los más menos ya instalados en la conejera, por cierto con derecho a pensión vitalicia tras una mínima cotización.
    Éstos ya no aprenden. ¡Que bueno si hubieran tenido un padre como el del cuento! Tal vez el censo de sus respectivos cleptómanos no habría engordado tanto.




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