viernes, 5 de septiembre de 2014

LAS ELECCIONES PRÓXIMAS.

    ¡Ya suenan los tambores! Anuncian un largo período electoral: se convocarán, a medio plazo, elecciones municipales, autonómicas  y generales.
    Adversario a batir: el PP. En segundo lugar, el PSOE. Partidos ambos muy tocados por la lepra de la corrupción. Objetivo: acabar con las mayorías dominantes -con el bipartidismo-  y dar  más cancha a los partidos minoritarios y  a otros emergentes.
    ¿Pronósticos? ¡Quién  sabe!
    Se da por cierto que el  PP perderá la mayoría absoluta. Puntos débiles  sobre los que se centrarán los ataques: las cifras del paro, los recortes paralizantes de la economía, la injusticia tributaria y la corrupción.
    Se anuncia que el PSOE seguirá arrastrando el desprestigio heredado de Rodríguez Zapatero, que  padecerá, además,    las consecuencias de la corrupción generada bajo  el gobierno socialista en Andalucía.
    Se calcula que el  siguiente partido en importancia es PODEMOS al que los partidos antedichos y otros minoritarios quieren buscarle las cosquillas por sus vinculaciones con los políticos latinoamericanos que prometen mucha y luego dan poca leche.  Hoy por hoy son pura incógnita.
    Los demás partidos sufrirán lo suyo; excepto los soberanistas que aprovecharán el descontento social  para dar credibilidad a  sus promesas sobre lo bien que estarían sus gentes si su pueblo fuera soberano. Los independentistas, es su vocación,  a chingar a la marrana.
    No es un diagnóstico. ¡Dios me libre! Estoy, sencillamente,  recogiendo los síntomas externos de una nación enferma y, al mismo tiempo, de los encargados de sanarla. No tengo medios para hacer análisis de fondo; lo siento.  Pero no hay mas cera que la que arde.




con .

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