No entro ni salgo en la entraña del debate, soy muy mayor y algo cobarde, lo confieso, pero el olfato me dice que si se generaliza el derecho a la libertad de ser o no ser madre, tampoco se puede negar -así por la buenas- el derecho a la libertad de ser o no ser nieto de alguien como yo; por tanto, en son de aviso, advierto que ya tocan aquello de "prepárate abuelito que esta vez vienen por ti".
Y no es broma, porque, según me dicen, por esos mundos de Dios ya se ha levantado la veda y van a la caza y captura de los viejecitos con el pretexto de proporcionarles un final digno e incluso otorgarles el derecho al suicidio; están llamando a mi puerta los mensajeros de la muerte, que eso y no más es lo que se esconde bajo palabras tan hermosas como dignidad y derecho.
Este mundo tiene que estar muy jodido - pienso en castellano arrabalero con la lucidez de un viejo escarmentado - cuando todo cristo habla y promete derechos y ni p'a dios marca deberes.
Y no es broma, porque oigo que del derecho al suicidio, dicen lleva ya hecha alguna promesa el nuevo secretario general del PSOE, en su afán de innovar y distinguirse como miembro activo de una generación moderna y de vanguardia.
Aquí cuando no hay guerra que legitime las muertes al amanecer junto al paredón nos arrimamos a la ciencia o no conciencia, para cargarnos al personal, bien antes de nacer o cuando a uno se le cae la baba. O sea cuando más indefenso se encuentra.
NOTA P.S. - La palabra "uebos", está admitida en el diccionario de la RAE, con el significado de necesidad.
No hay comentarios:
Publicar un comentario