¿Qué se puede esperar de un político que descalifica al de otra generación por entender que ser joven equivale a tener talento? ¿Qué pretende Pedro Sánchez vendiendo como novedosa y hábil una fementida solución federal para frenar un nuevo intento independentista del separatismo catalán?
Vamos a valernos del juicio que mereció ocurrencia similar a Don José Ortega y Gasset, en su breve discurso pronunciado durante la noche del 25 al 26 de septiembre de 1931, ante las Cortes republicanas.
Dijo Don José, que nunca mezcló el mundo de las ideas con los dislates generacionales:
"El autonomismo es un principio político que supone ya un Estado sobre cuya soberanía indivisa no se discute, porque no es cuestión".
"Por tanto el autonomismo no habla una palabra sobre el problema de soberanía, lo da por supuesto y reclama para esos poderes secundarios la descentralización mayor posible de funciones políticas y administrativas".
"El federalismo, en cambio, no supone el Estado, sino que al revés, aspira a crear un nuevo Estado, con otros Estados preexistentes, y lo específico de su idea se reduce exclusivamente al problema de la soberanía. Propone que Estados independientes y soberanos, cedan una porción de su soberanía a un Estado nuevo integral...."
"Un Estado federal es un conjunto de pueblos que caminan hacia su unidad"
"Un Estado unitario que se federaliza, es un organismo de pueblos que retrograda y camina hacia su dispersión".
Ir vendiendo suficiencia generacional, creyendo que el buen juicio y el arte de gobernar está reservado a los jóvenes, da la talla del que presume. Acuérdense del joven y simpático Sr. Rodríguez Zapatero: empezó muy satisfecho con su sapiencia y nos dejó en la puñetera calle y con el culo al aire. Salvo excepciones, como la suya.
No hay comentarios:
Publicar un comentario