miércoles, 23 de julio de 2014

LA POLITICA DEL EQUILIBRIO.

   ¿De dónde sacarían los dineros las haciendas públicas si no existiera el chollo de la iniciativa que crea la empresa privada? Bien sabe el fisco que los currantes, que invierten sus ahorros en el sector privado al por menor (que son los más), se las ingenian,  lo sudan y sufren  lo suyo para que la cosa marche. La mayoría da ejemplo de lo que es guardar el equilibrio.
   Los Gobiernos, ante esta evidencia. después de haber estrujado al sector con cargas, gabelas y normas, muchas, demasiadas -hasta para vender cacahuetes necesitas permisos mil que nunca son gratuitos- simulan arrepentimiento y se sientan a idear la forma de ayudar al sector privado, cuando lo mejor que podían hacer es "no estorbar". Al parecer este undécimo mandamiento se lo dejó Moisés en las nubes.
    Llegados hasta aquí, ahora nos llegan los defensores a ultranza del sector público. Todo viene a cuento del tópico forjado con la mejor intención: La puesta punto de  lo que se  ha llamado el "Estado del bienestar". Y ese "Estado" -- creen ellos -- solo lo puede forjar el "sector público", chingando antes -- esto no se contempla ni se dice, pero es así --al sector privado.
    ¿Dónde está el punto débil del  "Estado de Bienestar? Muy sencillo: en cuanto lo organizas se llena de pobres, que también tienen derecho a una vida digna. Y entonces, -- como el  dinero no llega  -- todo se va al carajo y vuelta a empezar.
    La vida es como es y si alguna igualdad se merecen los humanos, hay que trabajársela. Y esto irrita, porque  cuesta reconocerlo y hasta decirlo.
   No hay otra solución que una política de equilibrio, donde nadie olvide que los impuestos son necesarios pero no han de  ser paralizantes. Y eso sólo pueden hacerlo unos políticos que no sean sectarios. Lo cual es por demás otro milagro.



.

No hay comentarios:

Publicar un comentario