miércoles, 30 de noviembre de 2016

EVOLUCIÓN DEL NACIONALISMO VASCO

     Sabino de Arana Goiri, fundador del PNV dejó escrito: "Bizkaya será católica, apostólica, romana, en todas las manifestaciones de su vida interna y en todas sus relaciones con los demás pueblos" (Reglamento del "Euzkeldun-Batzokija").
     También expuso, de cara al futuro: "Siendo Bizkaya, por su raza, su lengua, su fe, su carácter y sus costumbres, hermana de Alaba, Benabarra, Guipuzkoa, Laburdi, Nabarra y Zuberoa se ligará o confederará con estos seis pueblos para formar el todo llamado Euskalerría (Euskeria) pero sin mengua de su particular autonomía".
     He aquí la evolución del PNV:  de ser un partido político que expresamente declaraba su catolicidad, ha pasado a ser un movimiento que ni pincha ni corta: es aconfesional. Y de ser un partido que respetaba y defendía la "particular autonomía" de cada territorio histórico vasco, ha pasado a constituirse en  un movimiento hegemónico,  cuya base es un inédito  centralismo vasco, copia fiel del ideario liberal decimonònico,  con capitalidad que radica en Lacua.
     Así está la cosa.  Ahora nos anuncian un cambio estatutario cuyo horizonte, respetuoso con la Ley, -según dicen- ha de conducir  a un pacto bilateral entre Euskadi (que los nacionalistas ya consideran nación, por supuesto soberana)  y España (también soberana pero de capa caída).
     Y mientras tanto, los partidos que se dicen "constitucionalistas" parecen haber venido al mundo de la política para hacer de templagaitas.
     ¡El mundo es ansí!, que titularía don Pío Baroja.








No hay comentarios:

Publicar un comentario