miércoles, 16 de noviembre de 2016

CONSTITUCIONALISTAS Y... TODO LO DEMÁS

     Cualquier observador del recorrido iniciado por los distintos partidos políticos de la España de hoy, advirtió al pronto que  se podían clasificar en dos grandes familias: los constitucionalistas (inclinados hacia  una reforma del texto actual) y los partidarios del borrón y  cuenta nueva y de abrir un nuevo período constituyente.
      Entre los primeros estaban el PP, el PSOE y C´s y algún otro de ámbito regionalista. En el segundo bando estaban todos los demás.
      Cuando el PP proponía, tras ver el  resultado de las primears elecciones en diciembre del 2015, la formación de un gobierno tripartito, el PSOE  dió el primer "NO, TRES VECES  NO" y forzó la segundas elecciones de las que saliò trasquilado. Todo dirigido por el equipo del exitoso, hasta entonces, Pedro Sánchez:  ignoró que la credibilidad del "cambio" estaba patentada, para estas convocatorias electorales,  por las huestes de Pablo Iglesias. Claro está, el PSOE patinò y dió con  la cabeza en el pesebre.
      Adviertan, por favor, el desenlace posible: el PSOE puede situarse en el espectro político de  España, como el único partido constitucional reformista de izquierdas. A muchos del equipo,  en vías de extinción de Sánchez,  y al propio interesado no  les convence este encuadre. Les gusta más -aunque no lo confiesen- la izquierda populista,  sin darse cuenta de que esa plaza está ya colmada y, además, dividida.
      Un gobierno tripartito podría encauzar la solución de muchos problemas si las fuerzas constitucionalistas -mayoritarias- saben consensuar las soluciones que necesita España. El consenso nunca supuso la pérdida de las características de cada partido.  Eso  pasó en 1977. Si la UCD desapareció fue por egoísmos personales incontrolados por los llamados "barones".
     ¿No será que la epìdemia ha hincado el diente en el socialismo obrero español?
     Si así fuera, ¡pobres obreros!







No hay comentarios:

Publicar un comentario