martes, 29 de noviembre de 2016

POBRES Y PROSTITUIDOS EN ESPAÑA

     Es decir: España y sus pobres. Según algunas estadísticas, pasan de tres millones el nùmero de sus  habitantes  que viven en la miseria; no tienen cobijo seguro,  no se alimentan debidamente ni se arropan con la dignidad deseable para cualquier ser humano; no tienen dónde caerse muertos.
     En su mayor parte -según algunos intérpretes de la realidad- esa gente empobrecida nos ha llegado de otros países; son inmigrantes. Sea cual fuere el modo de abordar este hecho, España carece de un plan general concebido para combatir la pobreza.
     La Ministra del ramo ha dicho que la única forma de remediar el problema depende de la creación de puestos de trabajo. Calcula que al año, al ritmo actual, se pueden crear quinientos mil empleos.
     Sin embargo... no se porqué, pero mucho me temo que  la señora Ministra confunde los términos. Muchos pobres son niños que no están en edad de trabajar. Otrosí digo: lo mismo sucede con ancianos a millares que bastante tarea tienen con sobrevivir.
     El examen pormenorizado del problema nos lleva  a poner la atención sobre decenas de millares
de pobres que, además, para ir tirando,  están siendo obligados a prostituirse. Casi todas las afectadas son mujeres, aunque las estadísticas, casi siempre  imprecisas,  empiezan a dar  noticia del creciente número  de varones que han optado por recurrir a este oficio.
      En los países más adelantados de Europa han roto con actitudes hipócritas y han regularizado esta realidad. Todas esas personas, inscritas en los padrones fiscales, han de cumplir ciertos requisitos garantes de la higiene, de la salud y del cumplimiento de normales exigencias tributarias puestas en vigor para ejercer cualquier actividad con fines económicos.
      Hace años en España, se calculaba que la prostitución movía unos  dieciocho mil millones de  euros, sobre los cuales,  unos seis mil más se dejaban de percibir por el Estado.
     Muchos de nuestros políticos necesitan darse un baño de realidad en la mar hispana.
     ¡Creo yo!
       





No hay comentarios:

Publicar un comentario