martes, 1 de noviembre de 2016

EL PP VASCO ANTE UN RETO

    
          El PP del País Vasco va a menos y esto es lo alarmante para quienes con su voto quieren defender unas ideas emparejadas a principios  positivos: paz, justicia, patria, familia, cultura, trabajo…
            No es mi propósito hacer un análisis de las causas que motivan esta lenta caída del PP, pero intuyo que el voto joven no se siente cautivado por este partido; y  el voto de siempre, el de los mayores, decae por razones naturales: nos vamos haciendo viejos,  cunde un cierto desinterés por los negocios de tejas abajo y, también, nos morimos poco a poco. Y digo poco a poco, consciente de que la muerte no es cosa de un día.  ¿Y que puede hacer el PP del País Vasco para frenar esta caída e incluso remontarla y colocarse en vanguardia en próximas confrontaciones electorales?
           Es cierto que luchar por el voto  a favor del PP, aquí en el País Vasco, es  mucho más difícil que en otras zonas de España. Esto  obliga a tener presente y bien expuesto, un programa con propuestas atractivas en favor del votante y un equipo muy entrenado en la tarea divulgadora de los objetivos a cumplir. 
       De puertas afuera las ideas a transmitir han de ser muy simples. De puertas adentro los programas han de estar adecuados a los medios materiales y personales que se pueden movilizar para alcanzar esas metas,  y luego trabajar, trabajar  y  trabajar.
            ¿Dónde están los votos que el PP puede conquistar?
         Están ahí, en la calle, en las áreas del trabajo, del estudio, del deporte, incluso del reposo, del ocio…;  están allí donde todos llegan. Eso es lo problemático de este asunto: que hay que competir y vender ideas que cautiven.
          Y, la verdad por delante,  no se vé al PP metido en los tres sectores - el cultural, el social y el autonómico - activos en todo el País Vasco, con iniciativas propias, bien pensadas, capaces de satisfacer los deseos de amplias mayorías. 
          El PP y el mundo cultural vasco están divorciados. Hay que examinar fríamente esa realidad. ¿Por qué este divorcio? 
         En el campo económico-social, si el PP  quiere ganar votos, ha de presentarse con ideas propias; su línea de acción comienza entre aquellos que se animan a trabajar con cierta autonomía; es un sector muy castigado, pese a unos últimos  intentos por aliviar a los empresarios autónomos de cargas inútiles. 
         Y en el sector autonómico, el PP no sabe por dónde empezar desde que olvidó algo básico: que la Constitución ampara y respeta los derechos históricos de los territorios forales.         
         En pocas palabras: el PP tiene que dejar en el perchero la vitola señoritinga, por la que lo califican (o se califica) ante las masas, y salir a la calle para meterse hasta el corvejón en el mundo de la realidad vasca.        
          Sobre estos temas todo lo que se insista es poco. Claro que, previamente haría  falta que los líderes del PP  lo entendieran y empezaran por dar nuevo sentido a sus congresos, en los que por cierto sobran rigidez, retórica y textos cargados de tópicos, y falta una oleada de aire democrático.
            En fin, a buen entendedor…

No hay comentarios:

Publicar un comentario