sábado, 31 de enero de 2015

ENTRA Y VERÁS

     Me decía un "experto" que para aproximarse al comportamiento o respuesta de un gran pueblo ante  una medida  oficial o gubernativa, nunca esta de más imaginar cual sería la reacción, ante esta contingencia, de un núcleo de población pequeño.
      Bien: tenemos un gran pueblo, Grecia cuyos gobernantes, en cumplimiento de sus promesas electorales, van reactivar una serie de beneficios en favor de las clases menos favorecidas que son mayoría. Esta reactivación tiene un precio y los Gobernantes griegos no tienen dinero presupuestado para atender ese pago.
      Si sucediera esto en un núcleo de población  de mil habitantes, el Alcalde tendría dos soluciones: pedir dinero prestado o dejar de atender otras necesidades incluidas en el presupuesto municipal. Más dinero prestado, no se lo van a entregar,  a no ser que responda con garantías que hoy por hoy están fuera de su alcance. Tendrá el tal Alcalde que desnudar a un santo para vestir a otro. Lo cual tiene su aquél.
      Pero hay una tercera solución: conseguir que funcione la vieja maquina de hacer dinero. Un dinero sobre cuyo valor decidirían los mercados. Lógicamente, el valor de la moneda correspondiente a un pueblo cargado de deudas, sería -.en consecuencia - muy bajo.
     ¿Que harían los dueños individuales de moneda fuerte? Sacarla fuera del pueblo, antes de que las autoridades se queden con ella por la vía ejecutiva,  o esconderla.
     Ese pueblo entraría en un mundo de aventura donde para comer habría que pagar en especie. Y los residentes que pudieren emigrar, lo harían con todas sus consecuencias. También se puede vivir empobrecido a costa del sector público igualmente pobre, o colocarse entre el grupo de dirigentes que son los que tienen las llaves de la hucha.
     Hay soluciones para todo, aunque no para todos.

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