Ya conocemos los resultados electorales de Grecia; pero lo mismo da. Miremos a Grecia. Porque Grecia nos da la oportunidad de ver si le pelan o no las barbas a tu vecino.
Les voy a confiar un secreto a voces. Este régimen nuestro, tan ejemplar, tan bonito, tan laureado, se inició en un clima de crisis por unos partidos improvisados que no tenían una perra y que, al parecer, recibieron ayudas generosas de algunas fundaciones políticas europeas y americanas, así como préstamos generosos de las cajas de ahorro, bajo un denominador común: todo vale si España se convierte a la democracia.
¿Se devolvieron esos dineros? ¿O se perdonaron en gran parte por aquello de "todo es bueno para el convento"? Allí empezó el todo vale por ser aprovechable y útil para instituir la democracia, lo cual no deja de ser una corrupción.
Y con el todo vale fue reconocida la validez de que "el fin justifica los medios", sin tener en cuenta, si se pretende que una democracia sea eficiente y útil, - cualquiera que fuere el programa político de los partidos en liza -, que lo primero que hace falta es respetar la calidad ética que demanda toda sociedad por principio: la de ser justa, equitativa y saludable.
Pues así la chingamos tía Paca, porque los políticos españoles tan poco aficionados a la ejemplaridad y a la tolerancia, le dieron tan poca importancia a la pasta gansa, que ríete del desbarajuste administrativo de las Españas, puestas a malgastar la plata de allende el mar, cuando se descubrieron las Américas.
Con esa línea de conducta, más o menos, se montó democráticamente una España fantasiosa, alegre y faldicorta, más cara de sostener que los tercios españoles en Flandes, con unas autonomías de lujo y unas aspiraciones de ensueño.
De forma que hubo que llamar al esposo de la tía Paca, es decir al tío Paco, que vino con la rebaja; pero ¿quiénes pagaron las facturas pendientes? Las clases medias y el trabajador de a pie.¿Y los otros? Unos se inclinaron por el fraude y los demás, ya se sabe, se fueron a los paraísos fiscales. ¿Esto, o algo parecido, es lo que quieren arreglar los griegos en su propia casa?
Pues bien: miremos a Grecia antes de meter la pata en España. ¡Hasta tenemos esa suerte!
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