Una última encuesta de reciente publicación, prevé una pérdida espectacular de votos, en el País Vasco, para el PSOE y el PP. Está pasando otro tanto en Cataluña.
No es casual que, precisamente, en las dos comunidades citadas sea donde esta tendencia se registre como inevitable, puesto que no estamos hablando de un chaparrón, imputable a hechos recientes, sino de un goteo que tiene historia.
Los políticos, lo mismo si son de izquierdas que derechosos o centristas, no se caracterizan por su humildad y por tanto suelen estar poco propicios al examen de conciencia. Por tanto, no hablemos para ellos, sino para los lectores en general de cualquier ideología y, por nuestra parte, sin afanes didácticos.
Hay varias causas que explican la decadencia de los partidos e incluso de los pueblos. Pero una de estas causas es fundamental. Dime cómo están y quién manda en las escuelas de un país y te diré quién se hará a la larga con el poder político.
En cuanto los seminarios del País Vasco (y también de Cataluña) se politizaron - y todos sabemos en qué dirección - me atreví a vaticinar: se acabaron los curas porque la dogmática no va con ellos mientras estén en la política. Así que la pringamos tía Julia. Dentro de unos años habrá nacionalistas de izquierdas y de derechas, pero nacionalistas. Los demás irán de pintamonas.
¿Por qué no dije esto a su debido tiempo?
Lo dije, pero como quien llama al sordo Cachano con dos tejas. ¡Ni puñetero caso! La escuela se la llevaron quienes mejor se trabajaron la cosa. Y con la escuela, fue el poder político a sus manos.
Ahora, entre socialistas y populares, no hay más cera que la que arde: poca y mala. Mejor que vayan juntos, es decir unidos, para no desaparecer del todo y pensar con lógica en su futuro.
Las encuestas negativas cuando mueven las conciencias, suelen ser estimulantes.
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