martes, 20 de enero de 2015

TRABAJADORAS CLASES MEDIAS

    Anda un tanto despistado el capitoste -dicho sea con el mayor respeto - del socialismo patrio. Le vi ayer, por TV, explicando su viaje a los EE.UU y no me convenció. Primero, porque aludía,  y citaba, no a los  obreros y sus problemas, sino a las clases medias trabajadoras. Segundo, porque exponía sus argumentos con  un aire inexpresivo y cantarín, que venían  a demostrar que manejaba  ideas aprendidas pero no meditadas, ni mucho menos asimiladas. Con  lo cual, algunos están cavando la sepultura del socialismo español sin tomar conciencia de ello.
     La segunda nota desfavorable la ofreció el Sr. Sánchez en bandeja por si acaso no nos habíamos enterado:  no está al frente de un partido socialista, sino de una social-democracia. Lo dijo varias veces, con tanta insistencia, que uno le entran dudas sobre si era o no el secretario general del PSOE quien decía tales cosas.
     Cuando Don Pablo el bueno fundó el PSOE, tanto él como sus conmilitones quisieron que fuera
socialista, para redimir a los obreros de España. No pensó en las clases medias, entre otras razones porque la clase media es muy heterogénea, muy suya y  políticamente inclasificable. Su militancia se reparte entre todos los partidos y la mayor parte no cree en la política. ¿Por qué? . Porque los políticos cuando quieren arreglar algo, siempre es emputeciendo a los mismos: a la clase media.
     ¡Clase media trabajadora! ¡Qué insensatez! La clase media  laboral, de verdad, es mucho más que eso. No tiene horarios. No le rinde la fatiga. La clase media no es que trabaje: se dedica. La dedicación está por encima del trabajo, lleva todo el día y gran parte de la noche; la dedicación es no sólo para trabajar, sino que llena una vida.
     Yo, si fuera político activo, dejaría a la clase media laboral en paz y procuraría aliviarle las cargas que la inmovilizan.

 

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