sábado, 17 de enero de 2015

NO ESTOY DE ACUERDO

     La mera exposición de hechos que suceden a diario en España -como en otros países del entorno- no puede interpretarse como una resignada aprobación de esa realidad. No estoy conforme con la desigualdad excesiva entre salarios, no lo estoy con los paraísos fiscales, ni con la economía sumergida, ni con el estraperlo, ni con las migraciones incontroladas, ni con los abusos de los políticos, o las promesas incumplidas, o la carencia de medios para atender las necesidades de gentes indefensas, ni con los gastos superfluos por parte de la administración...ni con ese turismo que hace de la calle un putiferio y muchas cosas más.
    No estoy conforme  con aquellos que aprovechan las coyunturas desgraciadas que son muchas, para fomentar  el vocerío  que las exagera. Con aquellos que, además, sufren si la desgracia se remedia, porque  a ellos  no les interesa tanto que los demás padezcan  como contar con  algo arrojadizo para perturbar el normal funcionamiento  de un país.
    A a nadie bien nacido le produce satisfacción  alguna que miles de enfermos no tengan acceso a una medicación eficaz que los cure. Pero es bien  triste que para remediar el fallo, haya quien en el ejercicio de su profesión, pase de la constatación del hecho y de una buena disposición para colaborar en la  búsqueda de soluciones, a fomentar el  insulto y la  descalificación total de quienes hacen cuanto pueden para salir de la anomalía. Hasta les alegra el fracaso.
    Está claro que no estoy de acuerdo con la injusticia, venga de donde viniere. Aunque sea  de aquellos que están en  la proximidad física  o mental del que escribe.

No hay comentarios:

Publicar un comentario