sábado, 7 de junio de 2014

LA ESCLAVITUD COMO SOLUCIÓN FINAL

    La especie humana, a lo largo de siglos, ha generado toda suerte de respuestas individuales para sobrevivir ejerciendo un dominio cruel sobre  sus semejantes.
    La esclavitud nunca ha dejado de existir en el planeta Tierra. Todos los teóricos moralistas la declaran ilegal, la repudian, e incluso, en las versiones más duras y salvajes consiguieron que, en algunos territorios, fuera parcialmente eliminada. Pero los esclavos -de ambos sexos- existen y sufren, desgraciadamente, en medio de la indiferencia de muchos de sus coetáneos.
   Las grandes emigraciones se explican por el afán de huir de algún tipo de versión esclavista, instituida bajo programas políticos de liberación en muy señalados países.
   Y digo, conscientemente,  bajo programas políticos de liberación, porque nadie ha sido capaz de convencer a nuevos creyentes de que las grandes promesas liberadoras, por lo general,  esconden la falacia de las grandes sumisiones.
    Solo cuando el paso del tiempo demuestra la imposibilidad de dar aplicación práctica a ciertas fórmulas liberadoras, la gente desengañada huye. Pero nuevas generaciones de creyentes harán buenas las mismas doctrinas predicadas, ahora, por nuevos apóstoles con nuevas palabras.
    La solución  está en las respuestas individuales fundamentadas en  el trabajo y el estudio; no en agarrarse a un clavo ardiendo.

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