viernes, 27 de junio de 2014

EL SUSPIRO DE RODRIGUEZ IBARRA.

     Dicen que los suspiros suelen denotar pena, ansia, deseo. Creo que las tres cosas. Lo digo porque acabo de oír suspirar, vía telefónica,  por Antena 3 TV ( nueve de la mañana, más o menos), al extremeño Sr. Rodríguez Ibarra.
     Ha dicho, -tal vez con otras palabras-  que el proceso seguido para la elección  del nuevo secretario general del PSOE no conduce a nada de provecho, que se le hace raro que nadie entre los suyos haya alzado la voz para evitar tanto disparate y que no es de recibo que el Sr. Sánchez, candidato al puesto, haya dicho en  Barcelona todo lo  contrario a lo que hace unos días manifestó en Extremadura. Ante los unos le  parecía bien al tal Sr. Sánchez que Cataluña fuera una nación distinguida con un sistema fiscal propio, y ante los otros -los extremeños- sostuvo todo lo contrario.
     En suma, que si el PSOE toma por esos derroteros  puede darse la testarada, como sería no ganar votos en Cataluña  donde ya su partido homónimo pinta menos que el Maximino  en Haro, -según dicen por tierras riojanas- y perderlos en el resto de España, en beneficio de las formaciones advenedizas. ¡Ay, ay, ay!  ¡Con lo que cuesta
levantar un partido! Estos chicos de ahora no conocen la calle. Están todo el puñetero  día pisando moqueta y no saben lo que cuesta un peine.
    En fin... Los partidos se comportan como títeres de feria. Los hilos se manejan por las multinacionales de la banca, los seguros, la energía, los transportes, la química farmacéutica, las armas, etc. Y a los demás toca obedecer.  En el PSOE -como en otros partidos- se pondrán al mando nuevos políticos y dará igual lo que digan o hayan dicho, porque terminarán diciendo, "a sus órdenes" y haciendo aquello que se les indique  desde el gran capital y sin rechistar.
    En prueba de ello, seguiremos teniendo paraísos fiscales. ¿O no?

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