viernes, 2 de mayo de 2014

POLÍTICOS EN CAÍDA LIBRE.


  Hay una tendencia, demasiado generalizada en España, a ejercer la "profesión"  de político con toda naturalidad y sin pagar el impuesto de actividades económicas, con el que contribuye al mantenimiento del Estado cualquier mindundi, a nada que quiera dar puntada a cambio de remuneración más o menos generosa. Esos "políticos" han confundido la vocación con la profesión y  si les quitas este medio de vida, están perdidos.
   Como consecuencia de esta dedicación nada desinteresada, la mayoría de los políticos gozan de un reconocido desprestigio público y si se les vota es por ir en listas cerradas, en las  que unos pocos tiran de la morralla que lastra los partidos.
   Por más  críticas que se hagan de esta realidad, divulgadas a voleo en casi todos los medios de comunicación,   y  por más que se pida una reforma que abra paso a las listas abiertas, los políticos se tapan los oídos, no oyen, y todo sigue igual.
   Estando las cosas como están y teniendo todos los políticos  el culo de papel, tras el que corren con la cerilla encendida innumerables periodistas amigos del incendio entre partidos, aquéllos no aprenden y, dale que te pego, se ponen a parir en cuanto tienen la mínima ocasión. Véase el duelo a muerte  entre las dos Sorayas.
   Los políticos tienen que habituarse a debatir sobre los hechos a brazo remangado, dentro del máximo respeto personal. Pero no se respetan, se hieren y se dañan los unos a los otros en las fibras más íntimas y esperan que los demás sean respetuosos con ellos y los tengan en gran estima.
   No perdamos la esperanza. Hay que llevar a las  instituciones políticos vocacionales con la vida resuelta y respetuosos  en sus debates, que deben desarrollarse  con altura de miras.
   Con la marcha que llevan nuestros políticos y un poquito más, igual organizamos  otra guerra. Al fin y al cabo la guerra no es otra cosa que el fracaso de los políticos y de las políticas, que tampoco son mancas.
    Insisto. ¡No perdamos la esperanza!
  

No hay comentarios:

Publicar un comentario