viernes, 24 de abril de 2020

SIN MIEDO A LA VERDAD (68)

     Sin reparo alguno, a usted lector voy a invitarle a dar un recorrido político para llegar a entender la que nos espera, sin reparo alguno que lo impida, porque -y ojalá esté equivocado- presiento que nos esperan tragos de amarguras.
      Hay un partido que destaca por sus proposiciones casi, casi, sacramentales con las que mueve el sentido de la rectitud sin que nadie repare que su candidez es propia de un ensayo teatral.
      Proposición de salida: retirar de los puestos de trabajo - con los que escasamente subsisten, - a centenas de miles de empleados y empleadas- que de continuar en la tarea correrían el peligro de morir en el intento acometidos por el venenoso coronavirus importado de China.
      Consecuencia inmediata y posible: La empresas afectadas en gran número, sin reservas con las que costear las pérdidas, se verán obligadas a cerrar el negocio con lo que el despido del personal es inevitable y, los aludidos, irán a la calle para no volver.
      Proposición estimable y directa: condenar la injusticia del despido de forma que se indignen los metidos en gobernanzas,  hasta proponer una dieta mensual en favor de estos parados.
      Proposición indirecta y plausible: aprovechar la primera convocatoria electoral para que puedan autoelogiarse los políticos que tanto ayudaron a los que perdieron su puesto de trabajo con el dinero de todos y, de paso, trabajarse el voto que les conviene para vivir a pierna suelta.
      ¡Qué buenos son los padres redentores!
      

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