lunes, 6 de abril de 2020

SIN MIEDO A LA VERDAD (50)

     En los días negros, con horizontes tormentosos y carencia de recursos, (es el caso de los españoles a contar  por millonadas)  es cuando un sexto sentido hace coincidir a los votantes en dos tipos de candidatos a elegir: o te unes armado de "valor" a las ordenes de una mayoría dictatorial y alevosa,  o te decides a ir con quienes buscan soluciones partiendo de sacrificios o sea dispuestos a trabajar con talento y a saber administrar y guardar por mutuo acuerdo, una equitativa, solidaria  y sensata disciplina tanto a ricos como a pobres, a listos como a seres del montón, a sensatos como a los de chavetas alocadas, a los oportunistas políticos, como  a los que se muestran partidarios  de un trato humanitario y justo.
    Esto que digo es algo marginal al concepto que hoy tenemos de los partidos políticos, convertidos en plataformas desde las que se posibilita el salto de un numero inconmensurable (salvo contadas excepciones) de oportunistas a cargos oficiales para resolver sus problemas dinerarios por encima de los que afectan al común de los mortales y paisanos.
     España es un país con pocos pero muy ricos y muchos pero muy pobres habitantes del montón.
     Y ¿qué quieren que les diga, amigos lectores?
     Tengo miedo a decirles la verdad,  pero a mis años  estaría dando mal ejemplo; y estaría mal visto haciendo valer mentiras. Lo diré con todo mi respeto, con sentido constructivo; diré que en España sufrimos el peso de unos gastos públicos desproporcionados.  Gastan  -los gobiernos que son como son- por encima de lo que tenemos y mantienen una deuda desproporcionada respecto al valor añadido de los bienes y servicios que producen los habitantes activos del País.
      Lo malo del caso es que la generalidad de  contribuyentes -más pobres que ricos- son los que soportan las más amargas penas por la vida que llevan los poseedores del País, subidos al tíovivo costeado por las masas; aquellos que , para darse un  buen vivir como "listos" que son,  presumen de patriotas.     
      Esto ni es digno de un país democrático y socialmente concebido,  ni permite prosperar a los que trabajan honradamente.
   

No hay comentarios:

Publicar un comentario