viernes, 20 de marzo de 2020

SIN MIEDO A LA VERDAD (33)

     Tengo mis dudas. Sí: nadie negará que el tinglado montado a cuenta del "coronavirus" se las trae moradas. Es decir que vivimos una pelea cuyo resultado será una victoria o una derrota para las sociedades adelantadas en el uso y disfrute de la Globalización de moda. Si no salieran derrotadas, habría que dar paso, como auténticos jerarcas, a los elegidos por los votantes de buena fe entre los más capaces de modelar el cambio.
      ¿Pero cómo se atreve este abuelo a plantearnos semejante alternativa?
       Comprendo, dos veces comprendo, que tienen razones los demócratas para dominar el tema. Y yo no. Pero, no se por qué, creo que van a ganar los globeros y vamos a pasarlas canutas viendo como,  los sometidos a la democracia santa, pasan a estar dominados por la internacionalizada  totalitaria y victoriosa China.
       Verán: los italianos -conscientes de sus limitaciones- han pedido auxilio a los chinos que ya han desembarcado con sus equipos y sus tapabocas para remediar los males acarreados por el "coronavirus".
       Por el momento los tales tapabocas fabricados por los chinos, -que son al abundar aplicables a diario en todo terreno, en la calle y en recintos cerrados- van a producir abundantes beneficios; y en todo momento, porque este remedio, que caduca después de cada uso, se renueva por necesidad o no sirve para lo que fue inventado. Y las pérdidas se pagarán por las naciones atrasadas.
       No digo que vaya a suceder así; digo que podría ser así. China va por delante y esto lo saben hasta en los EE.UU. que suelen estar a tanto del manejo democrático al uso. Más o menos tarde, las democracias europeas unidas, si no dan un cambio pasarán a ser dominadas por un modelo de globalización aún sin perfilar.
       El tiempo pasa. Pero mal asunto si se deja pasar.

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