miércoles, 4 de marzo de 2020

SIN MIEDO A LA VERDAD (18)

     Mi vida se limita por los cuatro costados y esta especie de soledad impuesta por el paso del tiempo, los años,  has de aceptarla pues,  al contrario, la masificación de gentes que tanto gusta y atrae a lo juventud, es para pensar: el inmaduro necesita apoyos sentimentales y cuando nos los encuentra se deja llevar por el instinto; el viejo -si le funciona el coco- es más reflexivo.
      - ¿Tú eres de derechas? -me pregunta un joven de confianza que se siente defraudado.
      - ¡Hombre! Lo soy a veces y con remordimientos de conciencia. ¿Por qué me lo preguntas.
      - ¡Por nada importante! Tal vez porque veo a muchos derechosos que van a votar sí al  nacionalismo vasco.
      Me encierro en mi silencio y el interlocutor adivina que el tema me disgusta y se calla. En mi mente la obsesión me domina. Pero de inmediato cambio de tema para  hablar de esa gripe llegada de  China que la están sobando los medios de difusión:  propaganda que distrae la atención de las masas y hace pensar: ¿Que proyectan desde el alto mando? ¿Por qué nos quieren distraer?
      Algo están cociendo, y no sabemos qué, las huestes de Pedro y Pablo. Y mi confianza de viejo -o sea muy mermada-  me lleva a pensar que el nacionalismo catalán está de enhorabuena y la democracia culera a la española, que dice ser de izquierdas, se auto felicita como el Conde Duque de Olivares cuando se independizó Portugal. Un chollo. Les debíamos una buena suma de dinero a los portugueses que, al separarse. dejamos de pagar...
     ¡Jo que tropa!

  

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