sábado, 14 de marzo de 2020

SIN MIEDO A LA VERDAD (28)

      Sin querer meterme en el complejo resultado -materialista a conciencia- de la política mayoritaria que nos domina, nadie me negará que las masas humanas están siendo revueltas por el sector financiero, en beneficio de pocos y sufrimiento de muchos.
      ¿Qué estoy trasnochado? Ya me lo dirán en cosa de meses porque la "revolución" ya está en marcha. Y no se olviden: los políticos siempre tienden a vencer para justificar "su" derecho, (el de quien gana), y a disponer libremente del que pierde. La escena se ha repetido a lo largo de la historia, en mil versiones; la de ahora se funda en el poder que otorgan los conocimientos científicos.  Conocimientos que se materializan en la vil moneda  que siempre exigió un carro  del que tirar los débiles toda una vida.
      Los críticos de esta realidad "globalizadora", calificada como eficaz  por su rapidez y extensión,
manejan un ideario -más que escrito divulgado con imágenes sonoras y persuasivas- que pasa por  encima de idiomas y fronteras, de devociones u odios, de guapos o feos,  de ricos o pobres... con una llamada breve y expresiva.  Su poder es inmenso. Su influencia profunda.
      Luego no hay remedio si no aprendemos primero a reconocer que la historia no ha hecho otra cosa  que registrar el cambio de  doctrinas ya gastadas; un cambio de costumbres, hábitos, valores, ciencias, virtudes, tareas... que, en nuestros, días están por imponerse a marchas forzadas. 
      ¿Acaso la vigente realidad no está dando la vuelta a las costumbres, a las carteras y a los sueños de millones de personas?
       No lo sé. Pero... ¿por qué no estudiar el proceso globalizador para humanizarlo sin salirse del tiesto?

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