jueves, 5 de marzo de 2020

SIN MIEDO A LA VERDAD (19)

     En Euskadi el número de nacimientos de estos últimos años disminuye. Y un porcentaje de los nacidos en territorio vasco, son hijos de madres extranjeras. Es para pensarlo.
     Por otra parte, los muertos domiciliados en este territorio, ganan en número a los niños llegados al mundo en el mismo período.
     Si estos datos no se corrigen, -y llevamos años anotándolos- el País Vasco dejará de serlo en esencia en pocos años. Los hechos de este tipo obedecen a un cambio de ideas asumidas y practicadas por el pueblo llano, muy distintas a las de sus antepasados. Las razas se desvanecen al calor de esto que llaman la globalización del planeta Tierra. Es paradójico, pero es.
     Cada uno es muy dueño de sacar conclusiones libremente pero se admitirá -digo yo- que de los dichos a los hechos hay una gran distancia. Es decir que los pobladores dominantes de una tierra, -una región, un país-  al cambiar de apreciaciones, cambian de costumbres.
     Y esto ya se está presintiendo en el quehacer diario. Los hombres y mujeres -cada día más- tienden a no casarse: se emparejan con derecho a roce y procuran vivir  cada uno donde puede o quiere. La mujer -y esto se demuestra con frecuencia- se defiende sola  mejor y con más limpieza que acompañada del macho, viniendo a demostrar que es más inteligente que su correspondiente varón. Hay excepciones -es cierto- pero no hacen sino confirmar la regla.
   Maravilla ver cómo ellas se entregan a su tarea con un talento que crea escuela. ¿Qué sería de nuestro Don Pedro el listo sin la compañía femenina que le rodea, asiste y enseña?
     Insisto: es para pensarlo.
   

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