No hace falta mucha sagacidad para deducir que el Gobierno presidido por Pedro Sánchez, tiene como misión cimera a cumplir, la de prepararse y cautivar a un electorado simplista, con golpes de efecto, tal y como está haciendo con el Valle de los Caídos: "A moro muerto gran lanzada". El objetivo es ganar las próximas elecciones generales al precio que fuere.
Aprovechan los susodichos electoreros la respuesta que buscan: hacer mártires de los que, en gran parte, fueron verdugos. Nadie puede negar que las víctimas de la guerra existieron por ambos lados y los causantes del daño también. Ni las estadísticas ni la dialéctica al uso, valen para justificar tantas barbaridades. Lo mejor, a efectos pacíficos, es la dignificación de esas víctimas desde el silencio y la generosidad, sin enfrentar a sus herederos unos contra otros en beneficio de una mangancia que no tiene nombre.
Una derecha competente debe distinguirse por su inteligencia. Y la inteligencia manda poner el énfasis en los problemas actuales y en su solución con equidad y justicia. Virtudes que no están reñidas con el ejercicio intelectual, distintivo de los mejor preparados.
Comprendo -antes de nada- que es duro, incómodo e irritante, limpiar el gallinero de esa derecha inútil, con tanta basura acumulada; pero la derecha competente tiene que probar que el buen uso de la lejía ha hecho sus efectos, para de inmediato ir a cuentas y sin miedo reparar el mal causado..
Y a continuación viene la defensa eficaz contra esta hipertrofia de grandes promesas que hace la izquierda. La demostración de la gran mentira necesita cuentas claras que nos llevan al imposible. Lo que no puede ser, no puede ser.
Estamos ante una gran mentira. ¿Qué futuro nos espera si desde el Gobierno nos anuncian ya aumento del gasto en mejoras populares que dicen pagarán los ricos, como sis éstos fueran tontos?
Por ahí se ha de empezar. Cuentas claras que las entienda un niño. El aumento del gasto es demostrable ya. ¡Hágase público para los que no conocen el paño! ¿Y cómo, cuándo, de donde va a salir el dinero para pagar la deuda? ¿Qué pasará cuando todos seamos pobres?
¿Pesimismo? Hagan cuentas.
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