A vueltas con el tema principal,-contar con una derecha competente- conviene detenerse a pensar medio minuto para responder a una pregunta: ¿Ya hay en España derechistas sanos de espíritu y competentes? Ahí está el quid de la cuestión. Sí, los hay, pero... no quieren contaminarse y huyen de todo lo que huele a política facilona y corruptible como se alejarían de la peste.
La derecha con talento se calla y atiende a sus tareas, cumple con sus obligaciones y por esa vía, personalmente, sale a flote. Esto no impide que muchos derechistas de hecho voten a la izquierda, creyendo que éstos son los buenos, algo que yo no pongo en duda, mientras no se demuestren lo contrario. Porque tampoco confundamos a la izquierda sana y saludable, con la mangancia rampante que presume de demócrata (del pueblo y para beneficio del pueblo) y son egócratas (del pueblo pero para mí el beneficio) y van de listos.
¿Cuáles son los problemas que por no resueltos perjudican a los más débiles? Esa es la cuestión. Tomemos uno como muestra, por desgracia muy actual: la migración incontrolada.
¿Qué política se sigue en España? Si el capitoste se levanta de buen humor recibe bajo palio a los emigrantes; si ha pasado mala noche los devuelve a su punto de origen a patadas en el culo.
A mí, que no sé ya donde milito, ni me importa, desde la derecha se me ocurre pensar que tan delicado asunto merece un estudio y un sin número de medidas, más bien diplomáticas para dar con soluciones justas y equitativas. ¿Y qué hacemos?
Miren, vean, digan... Basta poner en marcha el receptor de la TV.
(Continuará)
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