martes, 9 de agosto de 2016

INMADUREZ DE UN POLÍTICO

     Ciertamente la política ha de ser persuasiva, prometedora, convincente y para ello hay que contar con  buenos oradores. Tengo en la memoria un político actual, fecundo y pródigo orador que lleva callado tres semanas, en calculado silencio. En este corto lapso de tiempo ha ganado en la estima del público, hecho que viene a demostrar que en muchos casos la elocuencia está emparejada con prudentes salidas por el foro. Porque la vida, en el fondo, es teatro.
     Entre los consejos que Don Quijote dio a Sancho Panza, antes de tomar posesión del gobierno de la ínsula Barataria, hay dos que no han perdido vigencia, y que nunca tuvo en cuenta el político aludido en el párrafo anterior:
     -  Cuando juzgues el caso de tu enemigo, aparta tu injuria y resalta la verdad del caso.
     -  Si castigas con obras, no maltrates con palabras pues basta con lo indicado.
     Y -sigo  con el aludido- no apartó su injuria, ni se preocupó por la verdad del  caso;  y desde ese mismo instante perdió votos a paletadas. Y maltrató de palabra al que ya estaba castigando con obras, y a partir de entonces muchos pensaron: está inmaduro. Dejaron de votarle
      Detrás de tanta verborrea como gastó el susodicho, de tanto amagar, de tan numerosos intentos fallidos,  de tanto fracaso, nadie le ha pedido cuentas. Pero se las pedirán. En cualquier caso, también le aconsejó el Hidalgo a Sancho: "...has de poner los ojos en quién eres procurando conocerte a tí mismo, que es el más difícil conocimiento que puede imaginarse. Del conocerte saldrá  el no hincharte como la rana que quiso igualarse con el buey..."
      ¡El diablo las carga! Alguien saldrá tarifando de este infierno.






s

No hay comentarios:

Publicar un comentario