miércoles, 27 de abril de 2016

ENSEÑANZA A LA CARTA

     La "Declaración Universal de los Derechos Humanos" dispone: "Los padres tendrán derecho preferente a escoger el tipo de educación que habrá de darse a sus hijos."
      Ahora convendrán conmigo que en España  los  centros dedicados a la enseñanza - unos de
carácter público y otros privado -no están concebidos ni  preparados para que los padres ejerciten el derecho preferente de escoger, nada menos que el tipo de educación que desean para sus hijos. No confundirse: pueden elegir entre centros públicos o privados, pero no el modelo de educación y mucho menos elegir la enseñanza adecuada a la aptitud del alumno. Los mandamases  creen que que todos son iguales. Y eso no es verdad; los hay más o menos capaces y para que el docente rinda, hay que tener en cuenta esa circunstancia.
     Todos los días del año podemos advertir que los políticos, cualquiera que sea su tendencia, aprueban y defienden en general los principios recogidos en la  Declaración Universal de los Derechos Humanos, pero, por su forma de comportarse (obras son amores),  a una gran mayoría le importan esos derechos como a mí la caza del grillo. Y no los aplican.
      Primero e importante: Esos Derechos Humanos están reconocidos en favor de las personas, son individuales y gran número de nuestros políticos - coartando la  libertad, la justicia y la paz de "todos los miembros (uno por uno) de la familia humana",  someten esos derechos individuales a los  que llaman "derechos colectivos". En consecuencia defienden unos la enseñanza pública y otros la privada, para todo el colectivo,  sin querer ver que la gama de posibles aprendizajes, preludio de la educación, es mucho más amplia y diversa y va por otras latitudes..
      Lo malo de todo esto es que los padres no tienen conciencia del derecho que les asiste y se conforman con lo que hay que, además de caro y costoso, no alcanza la calidad lograda en otros paìses; estamos a la cola, según el informe PISA; todos lo saben y nadie  pone remedio.
      Hoy, con los avances de la ciencia y las facilidades de la  comunicación electrónica,  si  los gobernantes quisieran y pusieran en ello empeño y voluntad, que el alumnado podría  educarse, por decirlo gráficamente, casi a la carta. No lo digo yo, que ni pincho ni corto; lo dicen las personas documentadas en los avances de la docencia. Claro que tendría que evolucionar la enseñanza actual en toda  España, para seguir el ritmo que mandan los tiempos
     ¡Ese si que sería un cambio y no esas simplezas de las que hablan los que sólo aspiran a regir nuestras vidas con la misma preparación  que el maestro Ciruela (sí el que no sabía hacer la "o" con un canuto y puso escuela)!



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