jueves, 7 de abril de 2016

EL CAMBIO QUE VIENE

    Primero y principal: en los países avanzados el cambio no depende de los políticos; el cambio aparece y evoluciona al unísono con los avances tecnológicos e innovaciones ideológicas. Para mayor ridiculez de esos políticos que prometen el cambio a ultranza, están ahí las sociedades en vanguardia, muy competidoras entre sí. En esa  vanguardia, es donde  ha de situarse la sociedad española, pasando por encima de la mayoría de sus políticos, muchos de ellos paralizados en el siglo XIX.
    Interpretar que los últimos resultados electorales del pasado diciembre están pidiendo un cambio, es tan inexacto como interesado. El voto más coherente y más sujeto a la disciplina que emana de la Constitución, (es decir recogido por el PP, por el PSOE y por CIUDADANOS) no prioriza el cambio, sino estudiadas reformas para mejorar la ley  de leyes, con las que resolver los problemas que más acucian: la unidad de la nación y la justicia social.
    El cambio que viene, patrocinado por esos políticos, se escenifica de mil maneras pero tiene un director y un propósito cuyo juego se adivina por los más tontos. El director es Pedro Sánchez, rodeado de su equipo.  El objetivo es alcanzar el poder máximo: el gobierno de la nación. Su enemigo a batir (que no adversario) es Mariano Rajoy. Hay que desbancarlo. Este es -repetimos- el cambio que que quieren; el cambio que viene.
    Para ganar la contienda Pedro Sánchez  tiene que dominar, primero, a los suyos y  luego a los ajenos. No lo tiene fácil, entre otras razones, porque para  ejercer ese dominio,  no duda en recurrir a soluciones traumáticas: véase como descabezó la directiva madrileña pasándose  por el forro el resultado de unas primarias.
    Pedro Sánchez ya se ganó el apoyo de CIUDADANOS y ahora, para justificar su aproximación a PODEMOS, tiene que saltar la valla del referéndum secesionista, porque sabe que sin la abstención de los separatistas  no hay investidura. Y eso tiene un precio: el derecho a decidir de los separatistas.
    ¿Le convenía a Pedro Sánchez que CIUDADANOS se alejara del PP? Totalmente. ¿Le conviene a Pedro Sánchez  el entendimiento con PODEMOS? Sí, del todo; y la cosa está a caer.
    Paso siguiente: convencer a los separatistas para que se abstengan (o no comparezcan) en la sesión de investidura.  Esa es la tarea de PODEMOS.
    ¿Puede fracasar el plan? Sí: PODEMOS está dirigido por otro  adicto al poder, y hasta es capaz de algunos sacrificios para conseguirlo. Pero no renuncia a una buena tajada  y eso hace que peligre la unión como sucede hasta en las mejores familias.
    De cualquier forma, Pedro Sánchez, perdedor nato, puede conseguir -si fracasa- dejar a su partido hecho unos zorros. Es, también, otro cambio.









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