miércoles, 31 de diciembre de 2014

UNA POLITICA EN ENTREDICHO

La política no aconseja dar mejor trato a las instituciones que administran mal los fondos que recaudan o reciben y terminan endeudadas, en perjuicio de aquellas que llevan una vida ajustada a derecho y con su hacienda saneada. Hubo un precedente escandaloso que llamó la atención en toda España y se utilizó como modelo de aquello que nunca debe hacer un político. En este episodio al que aludo, fueron protagonistas los clubes de fútbol de España de primera división de la época. Todos estaban muy endeudados, salvo uno -el Osasuna- que liquidó sus cuentas con superavit. Pues bien, después de mucho caciqueo, los despachos oficiales acodaron conceder sendas subvenciones a todos los clubes que fueron incapaces de administrar bien sus respectivas haciendas y no tuvieron siquiera un gesto de reconocimiento dedicado a los navarros, únicos capaces de rendir cuentas sin que se les cayera la cara de vergüenza. Premio a los manirrotos, castigo al buen administrador. Ni más ni menos. Eso mismo ha hecho con las Comunidades Autónomas nuestro pleclaro Ministro de Hacienda: ha favorecido a las CC.AA. que malgastaron los dineros, (especialmente a Cataluña) con sustanciosas ayudas y ha dejado en la estacada a las que mejor administraron el erario público. Esta es la noticia y si fuera cierta, el Ministro en cuestión se la ha jugado a una carta, en perjuicio de su propio partido. ¿O acaso se piensa en el Ministerio del ramo que las injusticias son buenas para captar votos? El aviso lo han dado, desde su propio partido, los más perjudicados. La polìtica sesgada del Ministerio de Hacienda está en entredicho.

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