Uno entiende que el optimismo mueve montañas pero no puede olvidar que el pesimista equivale a un optimista bien informado.
Admiro a los socialistas porque al poco tiempo de darse el morrón (también llamado la ostra) salieron a la calle con la moral enhiesta, levantada y derecha, su optimismo a lo loco, dispuestos a meterse en los mismos charcos de donde salieron desmochados; es decir, dispuestos a repetir la receta de abrir el grifo hasta que las reservas se acaben y algo más.
Y por si eramos pocos a la abuelita le dió por parir y la criatura <Podemos> puesta a hacer justicia, resulta que quiere anticiparse y ya cuenta con la llave del arcón del dinero para darle aire y meneo sólo Dios sabe cómo.
Hablando de abuelitas, la de mi mejor amigo. Se cayó desmayada visto el desgobierno reinante en la casa de uno de sus hijos. Le dijo: "cortas por lo sano o te veo en la ruina". "No sé cómo". "Muy sencillo; déjame a mí". "Toma las llaves". Y la abuelita no soltaba una perra que no fuera destinada a los artículos de comer, beber y arder-como decían los antiguos-,y eso, siempre que el gasto no fuera calificado de superfluo. Los miembros de la familia adelgazaron y ganaron en agilidad para el trabajo. "Nos quiere llevar al suicidio" decían llorosos algunos de los afectados. Pero salieron flote.
Observen a los políticos: todos ofrecen la felicidad a raudales. Todos derrochan optimismo, se tiñen el pelo y salen sonrientes en las fotografías y/o videos. Y de frenar el gasto, ya no hablan.
No les hagan caso: están fingiendo. No hay una perra. Todo son "pellas". Pero, no lo olviden. Nadie habla de austeridad. Muy al contrario: hasta la gente seria se presenta ante sus electores como si en España no pasará nada, como si estuviéramos en la gloria. La gente siempre quiere que le engañen y es capaz de tropezar cien veces en la misma piedra.
A mí no me gusta Sánchez, del PSOE, porque se ríe con demasiada escuela cuando no hay por qué. Prefiero a los que hablan y se ríen poco. Y prometen menos.
Pero yo, -ahora caigo- con noventa y dos años, no soy de este mundo. No me hagan caso.
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