sábado, 20 de diciembre de 2014

LAS ESPINAS DE LA MEMORIA.


    Lo bueno de los políticos es su insuperable capacidad  para prometer lo que sea. Prometen todo y, si no cumplen, a los defraudados se les queda cara de tonto; eso sí, nadie puede negarles, como consuelo, el derecho al pataleo.
    Por tanto, todo posible elector ha de tomar nota de esta realidad ya que las frases hechas se repiten en política por los candidatos con el mayor cinismo, en la  confianza de que sea lo que fuere lo prometido, siempre hay quien pica.
    En estos días hay un grupo político que como novedad ofrece el "cambio" . En la breve historia de la democracia española post franquista, esa originalidad ya se gastó en otras tantas ocasiones por algún partido político que trajo el cambio, pero en sentido negativo: fuimos a empeorar lo ya conocido.
    Al elector resabiado -y hay muchos en España- de tanto burlarse de él, lo tienen aburrido.
    Los  de izquierdas -buenas personas pero ingenuas- son los que antes reniegan de la fe religiosa, para otorgársela a los brujos de la política. Van a seguir votando, dando de lado a las espinas de la memoria, pero cambiando de ídolo: del PSOE e IU, se van a pasar a PODEMOS. Que viene a ser lo mismo, pero con otra vestimenta. Prometen el cambio.¡No les digo nada!
   Los de derechas, más resabiados, no lo dicen, pero su idea es la de quedarse en casa. Se han hecho abstencionistas. Sus apóstoles, para mover a la plebe a que los voten,  tendrán que hacer milagros. ¡Ya veremos si los votantes entienden el aviso!
  Es curioso -anoten- cómo los recién llegados luchan por la "soberanía" del pueblo. ¿No habíamos quedado en que eso era un alhiguí? ¿O no saben para que sirve un alhiguí?  Creo que si lo saben, pero sin reconocer que el alhiguí, en nuestros días (ya es el colmo),  es una morcilla envenenada.

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