NACIONALISMOS.- No se negará que los nacionalistas auténticos han querido y han luchado, y lucharán, por alcanzar para su Pueblo una independencia soberana. Las medias tintas no satisfacen sus deseos. El todo o nada se lo jugaron los nacionalistas catalanes y vascos, por separado, en la guerra del treinta y seis, sin resultados materiales positivos. Ahora, para ganar el todo, van por partes.
Sin embargo, los teóricos del nacionalismo vasco han reforzado su doctrina. Decididos a triunfar por vías autonómicas, han logrado aproximarse a una semi-independencia de cuya fuerza y poder apenas hablan. Pero ejercen. Lo tienen bien montado.
Los partidos "unionistas" apenas tocan pelota, pero sus dirigentes, en el País Vasco, se sienten satisfechos sin que sepamos el porqué. La Cataluña "rebelde" va por otras vías más impertinentes, sin saber por dónde y cuándo estallará el globo.
Sea lo que fuere los, secesionistas catalanes han probado unas dosis de oposición articulada. En el País Vasco la oposición al nacionalismo aparece adormilada. Y tampoco tienen las ideas claras El voto de la veterana derecha vasco-española se mueve sin rumbo ideológico. Se sienten solos. Es de
temer una abstención delatora.
A estas alturas no es sencillo improvisar algo nuevo. Y sin embargo, el cambio está dando con la aldaba, no para algo inmediato, sino para atender a un clamor desorientado.
(Continuará)
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