Empiezo por creer que la vida es posible dentro de un equilibrio. La política bien concebida solo se entiende si los llamados a mantener ese equilibrio no se desmadran. Y con todo en regla, quiérase o no, la política es vida.(También mala vida)
Ayer hablaba del fuerismo. No se puede ser fuerista ante una enrevesada madeja como la que nos ofrece un mundo opuesto a las limitaciones de tiempos pasados. Pero no puede negarse su valía como modo equilibrado del reparto de poderes en días idos.
Esto me lleva a deducir -vista la inquietud de nuestros coetáneos dados a la política- que están queriendo resolver problemas cargados de actualidad supra fronteriza, con un máquina de escribir, un telégrafo de puntos y rayas y una locomotora de vapor.
Es decir que nos están falseando la realidad y, en consecuencia, aplican los paños calientes como remedio, pese a ser inútiles. Da vergüenza ver gesticular a los políticos del mundo "mundial" cuando teatralizan la oferta de remedios incapaces de todo para nada; cuando levantan muros donde donde tendrían que crear auténticas escuelas. (No las manipuladas de nuestros días).
España se empobrece. El remedio está en ingeniárselas para crear riqueza. No se despreocupen. En un par de décadas hemos llenado nuestra patria de basura. Así nos va.
Se ha roto el equilibrio.
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