El resultado de la convocatoria electoral de junio de 1977, que vino a ser una respuesta favorable al centro derecha alavés, se explica fácilmente: primero por la moderación y tolerancia de la UCD, en el plano político y democrático (aplicable en toda España), y segundo por la defensa que se hizo del régimen foral alavés vigente gracias al Concierto Económico (aplicable en Álava).
Aprobada la Constitución de 1978 que reconocía el derecho a un régimen autonómico del País Vasco, desde el PNV promovieron la redacción del correspondiente Estatuto. La UCD vasca, que incluía la de Álava, se dejó llevar y, en realidad, quedó sometida a la iniciativas y poder del PNV,
debidamente asesorado por un equipo técnico que -sin abusar en el texto estatutario escrito- estaba plasmando la idea básica de una futura independencia. (Disposición adicional vigente gracias al Estatuto Vasco: "La aceptación del régimen de autonomía que se establece en el Presente Estatuto no implica renuncia del Pueblo Vasco a los derechos que como tal le hubieran podido corresponder en virtud de su historia, que podrán ser actualizados de acuerdo con lo que establezca el ordenamiento jurídico".
El peso de este Estatuto recayó en el PNV y en sus asesores. La UCD Álava se conformó con obedecer las instrucciones que llegaban desde Madrid.
Tanto UCD vasca como la de Alava, carecían de asesores documentados (desde un punto de mira vasco-español) que pudieran haber influido en la redacción básica del Estatuto. Y los políticos centristas -no se sabe el porqué, aunque pudo influir un terrorismo que tiraba a degüello- no dieron la talla.
Ahí empieza el desguace del centro derecho vasco-español.
(Continuará)
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