sábado, 20 de octubre de 2018

PARA LOS CUATRO DÍAS QUE ME QUEDAN (12)

     No sé por qué pero hoy me siento atraído por la magia del poder: la del señor Iglesias y la superior del señor Sánchez. Se complementan; aunque también se enredan. ¿Cuál triunfará?
     Lo bueno de la democracia es que el poder se otorga a los elegidos por la vía del sufragio universal. Esto quiere decir que lo mismo vale el voto de un tonto que el de un listo, (Tienen derecho a votar todos, cualquiera que sea su sexo o condición).
     Todo lo cual se merece un punto y aparte, - y lo digo sin sorna-  porque esto conduce a que en los pueblos -incluso cultos- la democracia funcione por lo general sin rumbo; y mal del todo en los pueblos embebidos en  la inopia.(no enterarse de lo que sucede ni de sus consecuencias).
     Usted lector comprenderá de inmediato por qué los políticos de medio pelo  propicios a la falsa moneda, se olviden de la enseñanza oficial y por eso recurran al plagio.
     El caso es que si usted necesita, un carpintero, un médico o un poeta, los elige apreciando su talento. Y para seleccionar un político, lo mismo le da. O mejor dicho: no importa lo que da sino lo que promete aunque sea un imposible. 
      Por ejemplo en España, si los políticos  quieren arreglar algo, no será por medio de una creciente presión tributaria, como tienen por costumbre. Más bien tendrían que analizar el gasto superfluo e inútil del inflado artificio del poder ejecutivo  y otros de parecido signo que van a enriquecer Dios sabe a quién.
      Otro día  más.

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