viernes, 28 de septiembre de 2018

UNA PODRIDA DEMOCRACIA .

          Con diez años me internaron en un colegio católico y allí me hurtaron un álbum de cromos a todo color, "Las maravillas del mundo". Y un veterano me dijo: "Ten cuidado.Aquí te sisan hasta la virginidad".
          Me alistaron para hacer la "la mili" y lo primero que noté es que me habían quitado una manta mientras dormía. Manta que hube de pagar con dinero de mi bolsillo. Luego, tropa y mandos fuimos a misa, porque eramos católicos.
          Mi destino se torció a causa de una guerra estúpida, donde se  mataban los unos y los otros y viceversa por un quítame allá,esas pajas;  eso sí: para defender  la justicia social unos  y la justicia divina otros.
          Puedo seguir contando  la historia de la España modélica o pícara, católica o agnóstica, monárquica o republicana, angelical o diabólica... Españolito de a pie: allí donde menos lo piensas, pisas y salta la mierda.
          Parecerá mentira, pero hube de padecer como "siervo" al director de una oficina bancaria; un director de misa diaria que me ordenaba liquidar los intereses, de muy concretas  libretas de ahorro, con una merma respetable, ya que no lo iban a tener  en cuenta sus titulares: eran analfabetos. 
         Nada nuevo bajo el sol. ¿Cuántos no han perdido su vivienda por algo parecido?
         ¿Una España democrática y limpia?
          Imposible: son siempre los mismos... y con los mismos collares.

          NOTA MARGINAL: Comentario inspirado tras la confesión pública de un personaje que dicen anduvo por el cielo.







   

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