martes, 11 de septiembre de 2018

LA ORIENTACIÓN DEL VOTO EN ESPAÑA

    En España la orientación del voto se caracteriza por un cierto desfase, si se compara con lo detectada en otros países  europeos. La guerra llamada de la Convención la declaró España cuando fue ejecutado en Francia Luis XVI a finales del siglo XVIII. Pero se habla muy poco de cómo, al mismo tiempo, en la frontera pirenaica se montó una barrera intelectual y física para impedir que la muchedumbre hispana se viera contaminada por el liberalismo francés a través de libros portadores de novedades revolucionarias.
    Es posible que el retraso ideológico estuviese relacionado con sucesos acaecidos en siglos anteriores y  buena prueba de ello puede ser que, por esas fechas,  seguía funcionando la Santa Inquisición; un testimonio vivo del  desfase citado.
    El caso es que  el retraso dejó sus huellas y las guerras civiles del XIX y del XX, estuvieron profundamente afectadas por este desfase ideológico muy relacionado con la "santa ignorancia" de una gran parte de españoles de ambos bandos: el católico y el agnóstico.
    ¿Hemos evolucionado  respecto a esos tiempos pasados? La respuesta: es a medias;  pero ¡a qué precio! Es curioso advertir que la última guerra civil, apenas si pudieron expresarse miles de intelectuales. Tuvieron que  callarse la mayoría  para poder vivir sin graves contratiempos.
     Y el retraso ideológico sigue dominándonos. No tiene los ribetes de épocas  pasadas. Pero  se nota. ¿Prueba? El PSOE, internacional en el siglo XIX, pierde el tipo buscando alianzas con los nacionalistas de la misma época. Y el PP del siglo XX sigue haciendo el mismo juego con concesiones inauditas a los citados localistas (entre ellas la enseñanza) cuando la globalización exige unirse para prosperar.
     Las elecciones próximas ¿estarán a la altura de los tiempos?
     Me temo que no.

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